Esquilo, Sófocles y Eurípides: Pilares de la Tragedia Griega
Esquilo: El Pionero de la Tragedia
El prólogo no aparece en algunas de sus obras y, cuando existe, encontramos cierta variación. No pocas veces, el coro, angustiado y atemorizado, es el protagonista de la obra, pero incluso cuando no lo es, su papel es muy importante (largas tiradas corales de estructura relativamente sencilla: estrofa, antístrofa y épodo). Lo más notable de Esquilo es el uso de la trilogía a la hora de presentarse a un concurso. Por desgracia, solo contamos con una completa y no es fácil determinar las características generales que presentarían. Desde el punto de vista del contenido, sí que se puede observar una evolución en la trilogía:
- En la primera parte las piezas no tendrían relación.
- En la segunda se establecen lazos de contenido y termina con la destrucción del héroe.
- En la tercera terminaría con la superación del conflicto trágico, estableciendo un “nuevo orden”.
No hay unanimidad entre los críticos a la hora de esbozar una valoración y un juicio sobre el sentido de la tragedia de Esquilo. Una corriente amplia ve en lo religioso el mensaje básico, pero otra ve un explotado aspecto político. Es cierto que en determinados momentos Esquilo presenta sucesos políticos de su tiempo. Pero también la forma trilógica se halla muy relacionada con su concepción religiosa. Es posible que el verdadero tema sea la responsabilidad humana.
Su estilo es elevado: encontramos un gran número de juegos etimológicos en las obras (demarcando el destino de los personajes) y también muchas creaciones nuevas en su léxico. También encontramos elementos propios del lenguaje ritual-religioso, así como el uso de enunciados rituales. Tampoco faltan en Esquilo rasgos propios de la poesía arcaica griega.
Tuvo cierto éxito tras su muerte: sabemos que obtuvo victorias póstumas con alguna de sus producciones. Fue muy apreciado desde el punto de vista artístico en la Antigüedad (Aristófanes lo apreciaba mucho). Fue redescubierto en el siglo XIX, por lo que solo a partir del Romanticismo ha ejercido cierto influjo en la literatura europea. En Shelley y Goethe aparece fuertemente la huella de este autor.
Sófocles: La Consolidación del Clasicismo
Datos Biográficos
Nacido en Atenas (496-406 a.C.) durante un periodo convulso y de esplendor: las guerras Médicas y del Peloponeso, Imperio Ateniense, etc. Participó de la vida pública de la ciudad y tuvo relación con los personajes más importantes de su tiempo, como Heródoto. Sabemos que escribió poesía dramática y no dramática, pero íntegras solo conservamos siete de sus tragedias (se le atribuyen 100-130): Áyax, Traquinias, Antígona, Edipo Rey, Electra, Filoctetes, Edipo en Colono.
Innovaciones en la Tragedia
Su obra comienza cuando Esquilo ya era un autor consagrado y modificará la tragedia más tradicional, estableciendo el estilo trágico clásico, enriqueciendo la acción, reduciendo las partes corales, añadiendo un tercer actor y alargando cada intervención. Se suele considerar que confiere un carácter más técnico a la tragedia.
Eurípides: La Innovación y la Crisis
Contexto y Obra
Nació en Salamina (en torno al 485 hasta el 406 a.C.) y estuvo siempre al margen de la política de Atenas. Era un erudito y contaba con una excelente biblioteca, pero solo alcanzó el premio teatral en cuatro ocasiones (más una póstuma). Se le atribuyen 92 obras, pero se conservan diecisiete tragedias y un drama satírico: Alcestis, Medea, Heraclidas, Hipólito, Andrómaca, Hécuba, Suplicantes, Electra, Troyanas, Heracles, Ifigenia entre los tauros, Helena, Ión, Fenicias, Ifigenia en Áulide, Bacantes y Orestes.
Características de su Obra
En sus obras se refleja la convulsión generada por la Guerra del Peloponeso, lo que lo hizo representante de una época en crisis. No parece fácil definir su obra de una sola manera, ya que es un autor muy diverso y rico. La retórica es un elemento fundamental que invade toda su producción, algo que gustaba mucho a los atenienses en los años de la sofística. Debemos señalar la presencia filosófica constante: los personajes se prestan a exponer ideas y teorías del momento en boga. A Eurípides le gustaba reflejar en sus obras las contradicciones políticas, religiosas, morales y educativas. Además, muestra un interés por la actitud anímica de los personajes, expresando con habilidad los sentimientos y las pasiones más íntimos. Es profundamente innovador en la aplicación de los mitos. Sigue a Esquilo en muchos aspectos, pero humaniza la acción: pone el énfasis en el deber político, destaca los rasgos más novelescos y los dioses actúan como defensores de los grandes principios morales. A veces acepta la versión mítica corriente y otras mezcla diferentes versiones, pero lo más importante es el recurso del deus ex machina (aunque aparece una vez está resuelta la acción y no interviene en ella).