Estudio de la Portada de “El Quijote”

Las portadas forman parte del libro, nos anuncian y preparan para saber el contenido de la obra. Es una función de presentación, de disponer al lector a que conozca la obra. El libro tiene que presentarse atractivo; la portada tiene datos y hay que saber interpretarlos. Publicar un libro en el siglo XVI-XVII era una empresa muy compleja. Era un mundo complejo y burocrático, que se mantuvo en España durante mucho tiempo. Los libros de esa época tenían una serie de textos obligatorios. Por un lado, están los textos administrativos y, por otro lado, los textos del autor.

Textos Liminares de la Administración:

  • La tasa del libro: Solo se editaban una serie establecida.
  • El testimonio de erratas: Los libros se mandaban manuscritos a la administración. Esos lectores leían la obra y corregían las erratas, que eran ideológicas, no de impresión. Era una censura.
  • El privilegio real: Era el documento más importante, donde el rey aseguraba que nadie lo plagiaría sin reconocimiento del autor. Es un reconocimiento de autoría.

Textos del Autor:

  • La dedicatoria: El 99.99% de los libros estaban dedicados. Los escritores comienzan a ser periodistas y obtienen una serie de ganancias a partir del siglo XIX. La dedicatoria no faltaba en ningún libro y siempre tenía la intención de alabar.
  • El prólogo: Escrito por el autor.
  • Los textos de los amigos: Publicar libros era una especie de ritual, era algo serio. Los libros aparecían acompañados de pequeños poemas, a veces, no muy buenos. Los amigos acompañaban al autor en ese rito social que era publicar un libro.

La portada está distribuida y diseñada.

Análisis del Título de “El Quijote”

Hay dos tipos de título: el título oficial y el título familiar.

  • El títulus: El título formal del catálogo, es el título catalográfico. Al introducirlo en una obra, debe ponerse el título completo (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha).
  • El nomen: Es decir, el título familiar (El Quijote). El nomen corresponde generalmente al personaje más destacado.

¿Cuál es el título que Cervantes habría puesto a la obra? Lo más seguro es que Cervantes, cuando entrega su manuscrito al editor Francisco de Robles, le ha puesto otro título: “El ingenioso hidalgo de La Mancha”. El título lo puso el editor. Estos tenían manos libres para modificar el título. Ese Ingenioso de La Mancha parece ser un título elegido por Cervantes. Y Quijote, procede de un apellido frecuente y muy conocido en la España del siglo XVI (Quijada, Quesada, Quijano). Quijote representa una pieza insignificante de la armadura, pero está hecho con parte del apellido Quijana o Quijano y con un sufijo -ote para términos ridículos. Si a esto se le añade Don Quijote, tenemos unos términos que van coloreando el perfil del personaje. El don era un titulito, pero que no tenía toda la gente. No tiene derecho al don por el hecho de ser un hidalgo pueblerino, pero había una tendencia a donearse. Los libros de bromas de pícaros se ríen de la tendencia de los españoles a ponerse el don. Don Quijote entra en el dominio de lo que no tiene, el bachiller. Si se añade de La Mancha, tenemos un sintagma que va descubriendo el tono jocoso de la historia. Es una historia jocosa, porque La Mancha era una tierra poco heroica, un territorio peligroso y olvidado. Ingenioso = imaginativo, rico en fantasías. Pero eso no era compatible con la locura. Esto viene de un libro que Miguel de Cervantes ha leído, de Huarte de San Juan, Examen de ingenios para la ciencia.

Tipografía de la Portada

Desde el punto de vista tipográfico, las portadas de la época forman una unidad. La portada formaba un todo unitario que tenía una explicación jerarquizada.

  • Primer bloque: Tres líneas en letras versales. Se establece un bloque en versales en forma descendente, en forma de copa. Tiene un pie de copa. Hay una disposición de establecer una relación de mayor a menor, formando una copa. Lo mismo ocurre con los demás bloques.
  • Segundo bloque: Dos líneas en cursiva.
  • Tercer bloque: Cinco líneas redondas, con la primera línea en mayúsculas.

El emblema, la marca del impresor. Aquí entraba en juego la emblemática (tipo de literatura, arte y pintura). El autor e impresor del emblema es Juan de la Cuesta. El cuerpo (la figura) tiene un halcón que está en un guantelete de un cazador. Tiene un capirote. Aparece también un león dormido, con un ojo cerrado y otro abierto, símbolo de la vigilancia. El alma (mensaje escrito): el mensaje que la figura encuadra es: “Tras las tinieblas espero la luz”. Es un texto clásico, bíblico, y explica el dibujo del escudo. El hombre no puede dejar de vigilar en ningún momento, porque hay enemigos que le acechan. Finalmente, se cierra con el editor o librero, quien era el responsable de las gestiones de la obra. En la segunda portada, estamos ante el mismo caso. La diferencia existe entre hidalgo y caballero. El término caballero es difícil de entrar en la mente de Cervantes.

Configuración de “El Quijote”

Desde 1905, en que Menéndez Pidal establece, fija y desarrolla su teoría sobre el nacimiento del Quijote, la crítica viene aceptando la propuesta de Menéndez Pidal. La propuesta es que Cervantes pensó escribir una novelita corta donde se desarrollaba la historia de un hidalgo loco, que se escapa de su casa y vuelve a ella. Menéndez Pidal pensaba que Cervantes había leído o conocido el romancero carolingio. Esto lo desarrolla Cervantes en una novela pequeña que tiene, más o menos, el mismo volumen, El licenciado Vidriera. Un buen número de personajes cervantinos se acercan a la línea roja de la locura. Estos locos eran locos atendidos por la literatura y, desde luego, cautivaron a Cervantes. Hay una serie de apoyaturas de esta teoría, la cual parte de una hipótesis:

  • No aparece Sancho Panza en los seis primeros capítulos (este es un personaje fundamental).
  • El personaje Don Quijote es un loco de remate que se va en el primer capítulo y vuelve a casa en el quinto, loco. El Quijote que viene después es un personaje que, dentro de su locura, da señales de una discreción, a veces, llamativa.
  • Esta “novelita”, en sí misma, tiene principio y fin. La locura que hace Don Quijote es una locura que le permite detenerse en los elementos fundamentales de la caballería. En los seis primeros capítulos, la síntesis hace que Don Quijote haga una parodia de los elementos propios de la caballería:
    • Defensa del honor.
    • Defensa de la amada.
    • Defensa de la justicia.

El caballero no podía perder, en ningún momento, el honor, pasara lo que pasara. La dama está por encima de todo. Y la caballería tenía defensa social. Esta “novelita” es el punto de partida del Quijote. Estos tres elementos se desarrollan en la novela. Don Quijote defiende su honor ante la chusma, del mismo modo defiende a Dulcinea y, por último, defiende la justicia. Lo que sí está claro es que los seis primeros capítulos se escribieron de continuo.