Karl Marx, economista, sociólogo y filósofo alemán del siglo XIX, analizó críticamente la sociedad burguesa capitalista de su época con el fin de transformarla y acabar con la explotación de la clase obrera.

La Alienación del Trabajador

Tema: Análisis de la enajenación en el trabajo propia del modo de producción capitalista.

Ideas principales:

  • La alienación consiste en que el trabajo es externo al trabajador. Por lo tanto, el trabajo se convierte en una obligación, pues sólo se hace para sobrevivir, sin lograr la felicidad del trabajador.
  • El trabajador no es dueño de sí mismo, sino que pertenece al dueño capitalista de la fábrica para la cual trabaja, igual que el resto de los medios de producción.

Relación entre ideas: El texto analiza el concepto de alienación y presenta sus rasgos: el trabajo no otorga felicidad al que lo realiza, sino que es un medio de supervivencia impuesto. Como prueba de esto, el trabajador pertenece a su jefe, ya que necesita el trabajo para sobrevivir, teniendo que soportar cualquier tipo de medidas impuestas por el dueño capitalista.

Explicación de ideas: El concepto de alienación, central en la filosofía marxista, hace referencia a la pérdida de la libertad del ser humano en el sistema capitalista. El trabajo constituye la esencia del ser humano y es necesario para su realización, pero siempre y cuando se respeten unas condiciones mínimas y el trabajador esté contento con su trabajo. El mundo capitalista no lleva a la felicidad ni a la libertad del trabajador, sino que supone una mortificación para su cuerpo y su espíritu. Es un trabajo forzado, no libre. El hecho que demuestra que es un trabajo alienante es que tanto el tiempo como los beneficios y los productos resultantes del trabajo no le pertenecen al trabajador, sino al dueño de la empresa. Esto conlleva a la separación de la sociedad en diferentes clases. Lo mismo ocurre con la alienación religiosa, mencionada en el texto, ya que esta religión actúa independiente de los deseos o necesidades del individuo.

Para acabar con esto, Marx propone la abolición de la propiedad privada, y por tanto de las clases sociales, acabando con el sistema capitalista.

Materialismo Histórico y Comunismo

Según Marx, la historia se caracteriza por una sucesión de distintos modos de producción, y el causante de nuestra alienación es el modo capitalista actual. Los modos de producción se refieren a la totalidad del sistema social: el sistema económico, jurídico, político, cultural, etc. Se distinguen dos niveles:

  1. La estructura económica, base del proceso de producción, formada por las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
  2. La estructura ideológica, compuesta por el conjunto de ideas del pensamiento cultural del ser humano, como la filosofía, la religión, la ciencia, el arte y la política.

La historia ha estado protagonizada por la lucha de clases entre los poderosos, que establecen el modo de producción que les conviene, y los trabajadores. A lo largo de la historia, cada sistema de producción ha tenido su correspondiente revolución por parte de los proletariados, y lo mismo ocurrirá con el capitalismo. El final de la historia es la desaparición de las clases sociales y la instauración del comunismo. Entonces será posible la realización completa del ser humano y la desaparición de la alienación, al abolirse la propiedad privada y, por tanto, las clases sociales.

La Dialéctica de Hegel

Según Hegel, la dialéctica es el método de pensamiento que usa la negación para descubrir la verdad completa. Solo la dialéctica permite pensar en absoluto, pues la contradicción rige el desarrollo de la realidad. Para pensar en absoluto se necesita tanto la razón como el entendimiento. El entendimiento por sí mismo es un uso limitado de la razón, por lo que es necesario ampliarla para generar oposiciones entre conceptos y crear síntesis. La razón constituye el uso dialéctico del pensamiento.

El principal aporte de Hegel es negar dos veces los conceptos inicialmente opuestos para conciliarlos en una síntesis. La doble negación es la dialéctica. La primera negación determina un nuevo contenido que es falso porque separa algo del todo. La segunda negación restituye el contenido al todo, pero ya en su distinción.