Contexto Histórico, Sociocultural y Filosófico de Platón

La división de la sociedad griega en nobleza y pueblo sufrió un gran cambio con la expansión colonial del siglo VIII a.C. Surgió una nueva clase social, la de los comerciantes. Además, la colaboración entre clases populares por el triunfo sobre los persas durante las guerras médicas les otorgó protagonismo en el gobierno de la polis. Atenas se convirtió en la ciudad más próspera y cosmopolita de Grecia.

Se impulsó el desarrollo democrático ateniense y con él un auge cultural sin precedentes, en el que destacan autores de comedias (Eurípides, Sófocles, Esquilo), tragedias, escultura… y una nueva concepción de la filosofía por parte de los sofistas, Sócrates y Platón.

Sin embargo, la guerra del Peloponeso finalizó con la derrota de Atenas por Esparta, que impuso la dictadura de los Treinta Tiranos. Aunque los atenienses restauraron el régimen democrático, ya nada fue igual. La decadencia de la democracia ateniense fue imparable.

La legislación democrática convirtió en prioritario el dominio de las artes del lenguaje para discutir así los fundamentos de la vida en común.

Introducción

Platón fue influenciado en un viaje a Egipto por los pitagóricos, donde se familiarizó con la doctrina sobre la inmortalidad del alma y la reencarnación. Su desengaño con la dictadura de los Treinta Tiranos le llevó a plantear un modelo de sociedad en el que imperase la justicia.

Responsabilizó a los sofistas de la decadencia ateniense, criticando su relativismo moral (Platón era partidario del intelectualismo moral).

Teoría de las Ideas

En la teoría de las ideas se afirma la existencia independiente y absoluta de unas entidades inmateriales, inmutables y universales que constituyen la auténtica realidad. Si una persona es bella, es porque existe la idea de belleza, que es inteligible y no varía.

Las ideas constituyen un mundo perfecto, eterno e inmutable jerarquizado. En su cúspide aparece la idea de bien, que es a la vez causa y fin de las demás. Por eso, su conocimiento, que es propio de la razón, permite apreciar el orden de las cosas. Esto solo está al alcance de unos pocos, de ahí la propuesta platónica de que sean estos los que gobiernen (noucracia).

El mundo sensible, imperfecto, corruptible, es modelado por el demiurgo, queriendo imitar el mundo de las ideas. Dicho demiurgo no es el creador del universo, tan solo es el que ordena. Aunque la materia impide que se alcance la perfección, todo lo racional en el mundo físico se debe a la imitación del mundo de las ideas.

Origen del Universo

En cuanto al origen del universo, Platón está en completo desacuerdo con los atomistas en que “del caos puede surgir el orden.” Aquí se observa la influencia de Anaxágoras, ya que Platón defiende que ese orden viene dado por el Demiurgo, una inteligencia superior ordenadora, pero no creadora. El Demiurgo simplemente se limita a ordenar el mundo sensible basándose en el mundo de las ideas, ya existente.

En lo que Platón sí está de acuerdo con los atomistas es en afirmar que la materia es eterna y está en agitación continua, con movimientos desordenados.

El Conocimiento: Reminiscencia y Dialéctica

Partiendo de la concepción de que el ser humano está formado por cuerpo (perteneciente al mundo sensible) y alma (perteneciente al mundo de las ideas), Platón propone la teoría de la reminiscencia:

El alma, al pertenecer al mundo de las ideas, es inmortal, y regresa a dicho mundo cuando el cuerpo muere. Mientras está allí, conoce todo cuanto existe, pero al volver al cuerpo lo olvida. Sin embargo, el contacto con las realidades físicas del mundo sensible hace que recuerde.

Este aprendizaje se separa en opinión (conocimiento no estricto, carente de fundamento, separado en conjetura y convicción) y en ciencia (separada en conocimiento matemático, que hace uso de lo sensible para alcanzar sus conclusiones y en dialéctica, conocimiento de las ideas dirigido por la razón y que permite alcanzar la verdad absoluta).

Dualismo Antropológico

El hombre se separa en cuerpo y alma. Esta última, al pertenecer al mundo de las ideas, hace que el cuerpo sea considerado una cárcel para esta y la muerte significa una liberación. La unión de cuerpo y alma es accidental y antinatural, ya que el alma debería estar en el mundo al que pertenece. Mientras ambos están unidos, hay que intentar purificar el alma para su regreso al mundo de las ideas, oponiéndose al cuerpo y sus demandas y adquiriendo sabiduría.

El alma platónica se divide en tres partes:

  • Alma concupiscible: apetito. Engloba los deseos relacionados con las necesidades más básicas.
  • Alma irascible: fuente de pasiones nobles.
  • Alma racional: la que nos impulsa a la vida intelectual y a la ordenación de nuestra vida.

Así pues, el alma debe valerse de su parte racional para controlar la voluntad y los apetitos para conseguir un cultivo de esta y alcanzar la sabiduría.

El alma, por sí sola, solo tiene parte racional, y es al mezclarse con el cuerpo cuando adquiere la irascible y la concupiscible.

Ética y Política

Mediante el alma racional se adquiere el conocimiento y se controlan las pasiones. Las finalidades del hombre son saber y felicidad. Para saber, el ser humano debe tener armonía entre las partes del alma. Con esta armonía, se consigue justicia, que es el estado moral supremo.

Esto se extiende al Estado. El hombre solamente puede alcanzar su felicidad en sociedad, y esta ha de estructurarse para alcanzar la justicia. El estado ideal es aquel en el que cada uno desempeña la función para la que está más capacitado.

En la utopía platónica, la sociedad se divide en tres partes:

  • Artesanos: poseen la cualidad de la templanza.
  • Guerreros: poseen la cualidad del valor.
  • Gobernantes: poseen la cualidad de la prudencia.

Para que el gobernante sea justo, según Platón, debe asistir a una escuela destinada a educar gobernantes, donde también debe residir, desprovisto de bienes y de familia. Su carrera formativa acaba a los cincuenta años, no sin antes haber pasado quince años al lado de otro gobernador y aprendiendo de él. Según él, si se pudieran cumplir estas pautas, la sociedad sería perfecta y sería gobernada por una noucracia.