Miguel Ángel: Vida y Obra del Genio del Renacimiento
Arquitectura
Miguel Ángel es la figura más importante del Cinquecento. Su gran obra como arquitecto fue la Basílica de San Pedro del Vaticano. Retoma la idea original de Bramante, simplificando su esquema. La grandiosa cúpula adquiere un protagonismo tal que se convierte en paradigma de toda construcción circular. El tratamiento exterior de la cúpula revela la mano de Miguel Ángel, que modela los volúmenes arquitectónicos. En el tambor se alternan ventanas con frontones curvos y rectos, separadas por columnas pareadas sobre las que descansa una especie de ático decorado con guirnaldas de flores y frutos. Otra obra suya es el vestíbulo de la Biblioteca Laurenziana en Florencia.
Escultura
Nace en 1475 en Caprese, cerca de Arezzo, donde su padre desempeñaba un cargo público. Al terminar el mandato de su padre, regresan a Florencia, ciudad con la que mantuvo lazos y donde quiso ser enterrado. A los 13 años entra en el taller más célebre de Florencia, el de los hermanos Ghirlandaio. Copia y estudia a Giotto y a Masaccio. Acude a la escuela del jardín de San Marcos, allí dibuja las estatuas clásicas de la colección de Lorenzo el Magnífico. Entre 1490 y 1492 realiza sus primeras obras escultóricas, como El combate de los lapitas y los centauros. En 1494, los Médici son expulsados de Florencia y Miguel Ángel se refugia en Venecia y Bolonia. En 1495 regresa a Florencia. En 1496 tiene lugar su primera estancia en Roma, donde realiza su primera escultura a gran escala, Baco. En esos años realiza La Piedad. En 1504 termina el David. Al año siguiente, el Papa Julio II le llama a Roma para confiarle la ejecución de su mausoleo. El Papa decide abandonar el proyecto y le pide la decoración de la Capilla Sixtina. En 1515 regresa a Florencia, donde León X le encarga la remodelación de la fachada de San Lorenzo y trabaja en la Capilla Medicea. En 1534 se instala definitivamente en Roma. Clemente VII le confía la decoración de la pared del fondo de la Capilla Sixtina con la representación del Juicio Final. En 1542 pinta los frescos de la Capilla Paulina. Desde 1547 es el arquitecto jefe en las obras de San Pedro del Vaticano. Muere en Roma en 1564.
Influencia Filosófica y Método de Trabajo
No podemos separar su obra de sus profundas convicciones filosóficas, que condicionan su forma de trabajo. La influencia del neoplatonismo le lleva a creer en la belleza del universo visible y en la belleza humana, cuya plasmación debe ser el objetivo del artista. La belleza visible no es sino el reflejo de la belleza espiritual. Con el paso del tiempo, la belleza física dejó de interesarle y sus últimas obras están impregnadas de misticismo. La influencia del neoplatonismo la encontramos también en su forma de concebir la creación artística como una lucha entre la materia y la forma. Su método de trabajo empezaba por la cara frontal del bloque de mármol, dibujando la figura. Poco a poco iba hundiendo su dibujo en la profundidad de la piedra mediante un continuo modelado que exigía una perfecta visión de conjunto para lograr la perfecta coordinación de todas las partes del cuerpo. La obra emerge del bloque de mármol.
El Non Finito y la Técnica
Un aspecto esencial de su obra es el non finito, que se refiere a cuando dejaba sin acabar sus obras, bien porque no le gustaba cómo quedaban o bien porque le cancelaban el pedido. En cuanto a los materiales, Miguel Ángel trabajó el mármol mediante la técnica sustractiva. Su dominio técnico es extraordinario. Refleja en su obra la espléndida belleza del cuerpo humano, cuya anatomía conoce a la perfección, pero, sobre todo, sabe plasmar la profunda tensión interior.
Etapas Artísticas
- Juvenil: En Florencia, realiza La Piedad y el David.
- Madurez: En Roma, crea el Moisés y los Esclavos.
- Vejez: Realiza la Piedad Rondanini.
Pintura
Desarrolla una intensa actividad creadora, abordando proyectos de gran envergadura en arquitectura, escultura y pintura. Su pintura refleja la influencia de ese temperamento escultórico, en formas poderosas que revelan un profundo conocimiento de la anatomía humana, especialmente la masculina. El tratamiento de las proporciones, la extraordinaria variedad de posturas, una representación de ese espacio despreocupándose de las reglas de la perspectiva científica, acercan su obra a planteamientos anticlásicos. En cuanto al uso del color, la restauración y limpieza de su obra ha sacado a la luz una paleta intensa y luminosa, de colores ácidos, muy vivos y contrastados. Algunas de sus obras más destacadas son la Capilla Sixtina y el Juicio Final.