Naturaleza de la Doctrina Social de la Iglesia

La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se enmarca dentro de la Teología, el saber sobre Dios. La palabra “Teología” proviene del griego:

  • Theos: Dios
  • Logia: Ciencia, sabiduría

Específicamente, se sitúa dentro de la Teología Moral, que estudia el comportamiento humano para determinar si es correcto o incorrecto desde una perspectiva religiosa. La DSI se puede definir por sus tres componentes:

  • Doctrina: Se refiere al comportamiento desde un punto de vista religioso, expuesto por figuras con cierta oficialidad, como teóricos, estudiosos y el episcopado. Se diferencia de las meras enseñanzas.
  • Social: Estudia los comportamientos humanos en sociedad, analizando las realidades de la vida en comunidad.
  • Iglesia: Es impartida por la Iglesia Católica y está intrínsecamente relacionada con su doctrina.

La DSI busca discernir lo que es correcto dentro de una sociedad desde la perspectiva de la Iglesia. Analiza la realidad social, política y económica utilizando criterios cristianos, con el fin de evaluar si se ajusta al Evangelio y, en caso contrario, proponer mejoras. Su objetivo es orientar la acción social.

Tres Niveles de la DSI

  1. Nivel Fundante: Define las motivaciones que nos impulsan a actuar de una manera u otra, basadas en ideas, religiones, etc.
  2. Nivel Directivo: Orienta la acción, proponiendo cómo organizar la sociedad para que nadie quede excluido y mejorarla.
  3. Nivel Deliberativo: Actúa sobre la conciencia de las personas, fomentando la reflexión interna para que adopten criterios de actuación que conduzcan a los objetivos deseados.

Las Fuentes de la Doctrina Social de la Iglesia

  • La Biblia: Las Sagradas Escrituras, que contienen enseñanzas sociales.
  • La Tradición: Las prácticas de los cristianos a lo largo del tiempo para interpretar la revelación del Evangelio.

Estas fuentes buscan que el amor, fundamento de la fe cristiana (“Dios es amor”), reine en todos los ámbitos de la organización social.

La Relación entre la DSI y otras Disciplinas Científicas

La relación entre fe y razón ha sido objeto de debate. Sin embargo, la mayoría considera que son diferentes y complementarias:

  • La razón nos ayuda a entender qué sucede y por qué.
  • La fe orienta nuestra actuación, indicándonos hacia dónde queremos ir.

En resumen, la razón proporciona los instrumentos y la fe aporta los fines. Esto hace que la DSI sea útil tanto para cristianos como para no creyentes que compartan sus fines y deseen orientar su razón para alcanzarlos. También hay quienes, sin compartir los fines, estudian la DSI para rebatir sus argumentos.

Por ello, la Doctrina Social recurre a otras ciencias que pueden ser útiles para mostrar los caminos que llevan a los fines deseados.

La DSI y la Iglesia

Se distingue entre:

  • Doctrina Social de la Iglesia: Propugnada por el episcopado como algo oficial, recogiendo las enseñanzas sociales de la Iglesia.
  • Enseñanzas sociales de la Iglesia: Aportaciones a la sociedad desde la perspectiva cristiana, tanto de católicos como de no católicos, con el fin de mejorarla.

El objetivo es el mismo: ponerse al servicio de las personas, promoviendo una sociedad donde reinen el amor, la justicia y el respeto a la dignidad humana.

Dimensiones de la DSI

  1. Denuncia: Señalar lo que se considera incorrecto, utilizando la razón para argumentar y la fe para proponer soluciones.
  2. Anuncio o Propuestas: La DSI no tendría sentido sin propuestas de cambio concretas, dirigidas principalmente a los cristianos, pero no exclusivamente.

Enseñanzas Sociales hasta el Siglo XIX

En los Evangelios encontramos principios clave:

  • Los cristianos creen que Dios se hizo hombre en Jesús.
  • No se puede amar a Dios y al dinero (idea constante en la DSI).
  • San Pablo afirma que la codicia es el peor de los pecados.

El Papa Francisco ha señalado que “la idolatría del dinero lleva a despreciar a la persona”.

Las Primeras Comunidades Cristianas

Se caracterizaban por poner en común y compartir sus bienes, como se refleja en las cartas apostólicas.

La Patrística

Los Santos Padres, estudiosos de los primeros siglos de la Iglesia, tenían una alta conciencia social. Destacan San Juan Crisóstomo y San Ambrosio, quienes:

  • Condenaban el afán de riquezas.
  • Denunciaban las desigualdades y la apropiación egoísta.
  • Defendían la dignidad del trabajo.

Existe una fuerte oposición al egoísmo, la avaricia y el afán de riqueza.

Durante muchos años, la Iglesia ha sido pionera en la atención a los más desfavorecidos, a través de hospitales, hospicios y la ayuda a inmigrantes.

En el siglo XIX, la Iglesia se enfrentó al fenómeno de la industrialización y la revolución industrial capitalista, que generó explotación laboral, especialmente infantil, y una organización social deficiente. Surgieron figuras como Jaime Balmes y el Papa León XIII.

Documentos de la Doctrina Social de la Iglesia

Son escritos por los obispos sobre cuestiones sociales. Se clasifican en:

  • Encíclicas: Cartas del Papa sobre diversos temas.
  • Exhortaciones o Cartas Apostólicas: Dirigidas a un grupo específico (ej. Evangelii Gaudium del Papa Francisco).
  • Constituciones Conciliares: Documentos redactados tras un Concilio, con sus conclusiones (reunión extraordinaria de obispos).
  • Documentos Episcopales: Cartas de los obispos sobre temas específicos, incluyendo los tratados en las conferencias episcopales.

Principales Documentos de la DSI

  • Rerum Novarum (León XIII, 1891): Primera encíclica social, aborda la situación de los obreros, apoya la creación de sindicatos cristianos y marca el inicio de la DSI moderna.
  • Quadragesimo Anno (Pío XI, 1931): Sobre la restauración del orden social, se posiciona entre el capitalismo y el socialismo, critica los totalitarismos, defiende la primacía de la persona y un salario digno.
  • Mater et Magistra (Juan XXIII, 1961): Aborda la cuestión social como un problema global, incluyendo las disparidades entre países ricos y pobres, la agricultura y la industria, y el crecimiento demográfico.
  • Pacem in Terris (Juan XXIII, 1963): Sobre la paz mundial en el contexto de la Guerra Fría, analiza las causas de los conflictos y promueve la creación de organismos democráticos y pacíficos.
  • Gaudium et Spes (Concilio Vaticano II, Pablo VI, 1965): Constitución conciliar que propone un método de “ver, juzgar y actuar”.
  • Populorum Progressio (Pablo VI, 1967): Sobre el desarrollo integral de los pueblos, promueve la cooperación y la solidaridad con los países más pobres, y aborda la acogida de inmigrantes.
  • Octogesima Adveniens (Pablo VI, 1971): Carta apostólica que llama a la acción política y social de los cristianos.
  • Laborem Exercens (Juan Pablo II, 1981): Sobre el trabajo humano, aborda el conflicto entre trabajo y capital, y defiende el derecho a un trabajo y un salario dignos.
  • Sollicitudo Rei Socialis (Juan Pablo II, 1987): Conmemora el vigésimo aniversario de Populorum Progressio, introduce el concepto de “estructuras de pecado” y reitera la importancia del desarrollo de los pueblos.
  • Centesimus Annus (Juan Pablo II, 1991): Centenario de Rerum Novarum, denuncia el consumismo, aborda la cuestión ecológica y afirma que los gobiernos deben estar al servicio de las personas.
  • Caritas in Veritate (Benedicto XVI, 2009): Sobre el desarrollo humano integral, insiste en la necesidad de cambiar los objetivos económicos e introducir la ética en la economía.