Racionalismo y Empirismo: La Revolución Kantiana del Conocimiento

En el siglo XVIII, Kant se propone resolver los problemas del conocimiento, enfrentando las tesis del Racionalismo y el Empirismo. Con él, y con el idealismo alemán, se inicia una nueva época en la historia de la filosofía. Su filosofía, más fuerte y sólida, lleva a la práctica el propósito de Descartes. Kant hace una crítica de la razón, y en ella predomina esa crítica. Su época de pensamiento es compleja y casi incomprensible, al contrario que la cartesiana.

Los filósofos anteriores se centraban en el tema del conocimiento, pero nunca cuestionaban al sujeto, que era algo dado. Para el Racionalismo, el objeto son las ideas innatas; para el Empirismo, el objeto es la experiencia. Cosas distintas sobre lo mismo. Kant se pregunta si el problema está en el sujeto, y cambia el enfoque, dando lugar al giro copernicano: el sujeto tiene un papel activo en el conocimiento, es el centro, y hay que examinarlo. Son necesarios objeto y sujeto, pero el sujeto es más importante. El objeto es el mismo para todos, pero la forma de captarlo depende del sujeto.

Kant: Condiciones del Conocimiento y Límites de la Razón

Kant se pregunta qué hace posible el conocimiento, y se fija en las condiciones del sujeto que lo hacen posible. El sujeto no conoce la realidad en sí, que es incognoscible, solo conoce lo que es para él. Habla de “mi percepción”, poniendo énfasis en el sujeto y no en el objeto. Una vez que conocemos, ¿qué es el conocimiento? Primero hay que saber qué somos, analizar al sujeto y sus límites, su parte activa en el conocimiento.

A Kant le asombra que ningún filósofo anterior se haya planteado esta pregunta. Racionalismo y Empirismo discutían sobre la existencia de Dios, si Dios estaba fuera de la capacidad de conocimiento, si las facultades del conocimiento eran limitadas. El propósito de Kant es poner orden y plantear la capacidad del conocimiento, porque hay distintos usos de la razón, y hay que pensar qué es la razón como facultad de conocer. Hay muchas interpretaciones de la razón, muchos juicios sobre ella. Racionalismo y Empirismo se centraban en el objeto; Kant invierte esto, y pone al sujeto en el centro, porque el hombre es el ordenador de la experiencia cognoscitiva y el elemento activo del conocimiento. El juicio de la razón es una autocrítica, un estudiarse a sí misma, como facultad más alta.

La verdadera libertad es el conocimiento, que es el motor de la crítica. Kant plantea cuatro aspectos:

  1. ¿Qué puedo conocer? Descartes se basaba en las ideas innatas, Hume en la experiencia, y Kant no señala nada al inicio. Esta es la primera Crítica de la razón pura. La diferencia de Kant con los filósofos anteriores es una cuestión de planteamiento y enfoque.
  2. ¿Qué debo conocer? Preguntas sobre la conducta humana, la moral. Es la filosofía más comprometida. Cuando sepa lo que puedo conocer, ya sabré lo que puedo hacer.
  3. ¿Qué me cabe esperar? Preguntas sobre la religión y la historia.
  4. ¿Qué es el hombre? Relaciona las tres preguntas anteriores en el sujeto, el hombre.

La filosofía, para Kant, responde a estas cuatro preguntas. En comparación con Descartes, abre más el campo, pues acepta como fuentes de conocimiento la sensibilidad y el entendimiento. Con respecto a los empiristas, no limita el conocimiento a la experiencia. Aun así, afirma que esos conceptos solo tienen aplicación en el ámbito de la experiencia. Por ejemplo, decir “la rosa existe” es válido en tanto que aplica el concepto de existencia, que no viene de la experiencia, a algo empírico, la rosa. No se puede decir “Dios existe”, porque no es empírico. Por tanto, para Kant, la experiencia marca el límite. El conocimiento solo puede aplicarse a lo sensible, pero el conocimiento viene de la experiencia y de nosotros mismos. Las fuentes del conocimiento son la sensibilidad y el entendimiento.

Comparación entre las Teorías del Conocimiento de Kant y Descartes

Vamos a establecer una comparación entre las teorías kantiana y cartesiana del conocimiento. Descartes plantea, al igual que Kant, que la filosofía no ha progresado igual que otras ciencias. La razón de ello es que la filosofía, según Descartes, carece de un método adecuado. Para Kant, es necesario un análisis crítico de la razón para ver si es posible la metafísica como ciencia estricta.

Descartes establece un método con cuatro reglas, de las cuales la más importante es la primera, la regla de la evidencia, que afirma que solo se puede admitir como verdadero aquello que la mente concibe con claridad. Las ideas innatas, a partir de las cuales se construye el conocimiento para los racionalistas, se descubren por intuición. Para Kant solo hay intuiciones empíricas, dadas por la experiencia, e intuiciones puras. La idea de “sustancia”, para Kant, es una categoría del entendimiento que nos permite concebir la identidad de las cosas y la permanencia de los objetos que cambian a lo largo del tiempo.

Respecto a la idea de Dios, Descartes lo considera una idea innata de la que se puede demostrar lógicamente la existencia de la realidad a la que se refiere. Para Kant, esta demostración no tiene validez, porque para él la categoría de existencia no es un atributo. Las ideas de “Dios”, “Alma” o “Mundo” no son categorías del entendimiento, sino ideas de la razón, las cuales no aportan conocimiento alguno.

Juicio Crítico sobre la Obra de Kant y su Influencia en la Filosofía

Vamos a hacer un breve juicio crítico acerca de la obra y el pensamiento de Kant, así como de su trascendencia e influencia en la historia de la cultura y el pensamiento occidental. Kant es, junto con Platón, Aristóteles y quizá Descartes, uno de los filósofos más importantes del pensamiento occidental, de tal modo que ninguna gran cuestión filosófica planteada después de él pudo ser pensada sin tener en cuenta su pensamiento.

Hoy en día sigue muy presente su planteamiento sobre la necesidad de fundar una ética de carácter formal. Suerte dispar han corrido sus doctrinas epistemológicas, las cuales buscaban fundamentar la mecánica newtoniana. También se intenta defender las intuiciones a priori de la sensibilidad como condición de toda experiencia tras el descubrimiento de las geometrías no euclidianas y el triunfo de la teoría de la relatividad. Su cuestionamiento de la posibilidad de la construcción de una “teoría de la realidad” por parte de la filosofía al margen de la lógica científica sigue estando plenamente vigente.