El Sistema Endocrino: Hormonas y Regulación
El Sistema Endocrino
Se conoce con este nombre al conjunto de glándulas endocrinas y productos secretados por éstas, las hormonas. Se considera un sistema porque existe relación, en cuanto al funcionamiento, entre todos sus componentes; unas glándulas influyen en el funcionamiento de las otras.
Glándulas
Una glándula es una célula (como las incrustadas en el intestino delgado o en el páncreas) o conjunto de células (hipófisis o tiroides) que se encarga de fabricar productos y de secretarlos. Hay tres tipos:
- Glándulas endocrinas: Sus productos (hormonas) se vierten a la sangre y son transportados hasta los órganos diana donde ejercen su acción.
- Glándulas exocrinas: Sus productos se vierten al exterior (glándulas sudoríparas, salivares).
- Glándulas mixtas: Vierten productos tanto a la sangre como a otro sitio. Por ejemplo, el páncreas vierte el jugo pancreático al tubo digestivo e insulina a la sangre.
Una glándula se activa por impulsos nerviosos como respuesta a un estímulo o por la acción de hormonas producidas por otras glándulas.
También hay sustancias que intervienen en la coordinación química que no son secretadas por glándulas sino por neuronas o fibras nerviosas como es el caso de las hormonas secretadas por el hipotálamo.
Las Hormonas
Las hormonas son biocatalizadores de composición química variada (proteínas y lípidos, generalmente) que han de estar presentes siempre en bajas concentraciones en el organismo. Por eso, al mismo tiempo que se van sintetizando, las hormonas van siendo continuamente eliminadas por la orina, el sudor o transformadas por el hígado. Su acción es lenta y prolongada en el tiempo.
Para cada hormona y para cada función se requieren unos niveles adecuados de concentración. Todas las glándulas endocrinas vierten sus productos al medio interno. El torrente circulatorio se encarga de repartirlos por todo el organismo.
Cada hormona para realizar su acción, ha de actuar sobre algún tipo celular determinado, y no sobre otros. Las células poseen receptores específicos (oligosacáridos de la membrana) para el tipo de hormonas que las han de activar.
Cuando las moléculas de hormona se acoplan en su receptor específico se desencadenan las reacciones.
Se dice que cada hormona tiene sus células u órganos diana, es decir, el lugar donde la hormona desempeña su acción o, también, donde se encuentran los receptores específicos.
Un ejemplo sería la hormona del crecimiento (somatotropina).
Tipos de hormonas
Las hormonas peptídicas son proteínas que tienen los receptores hormonales en la superficie de las células diana. Es el caso de las hormonas de la hipófisis, tiroides, paratiroides y del páncreas.
Las hormonas lipídicas son las derivadas del esterol, por lo que pertenecen al grupo de los esteroides, pueden atravesar la membrana plasmática y tienen los receptores específicos dentro de la célula. Es el caso de las hormonas sexuales y las producidas por las glándulas suprarrenales.
Hormonas Humanas
- Tiroides: glándula que secreta tiroxinas, hormona que incrementa el grado de metabolismo del cuerpo y su nivel de actividad en general. También secreta una hormona que inhibe la pérdida de calcio en los huesos.
- Paratiroides: forman dos pares de glándulas en la parte posterior de la glándula tiroides. Secretan la hormona paratiroidea, que mantiene el nivel de calcio en la sangre.
- Médula suprarrenal: glándula que secreta dos hormonas: la adrenalina (incrementa el ritmo cardíaco) y la noradrenalina que aumenta la tensión arterial.
- Corteza suprarrenal: sus tres capas secretan mineralocorticoides, que sirven para mantener equilibrados los líquidos del cuerpo, los glucocorticoides, que regulan el metabolismo de los glúcidos, grasas y proteínas, y las hormonas sexuales.
- Ovario: glándula sexual femenina. Libera los estrógenos (responsables del aumento de volumen de senos y cadera) y la progesterona, que prepara el cuerpo para el embarazo.
- Hipófisis: glándula que secreta hormonas que controlan otras glándulas endocrinas o inciden directamente sobre otros órganos.
- LH (hormona luteínica): estimula la ovulación.
- FSH (hormona folículoestimulante): hace crecer el folículo del ovario.
- Oxitocina: estimula las contracciones uterinas.
- PRL (prolactina): promueve la producción de leche y el desarrollo de las glándulas mamarias.
- TSH (tirotropina): regula la secreción tiroidea.
- STH (somatotropina): regula el crecimiento y desarrollo del esqueleto.
- Páncreas: glándula mixta, que contiene unas células, los islotes, que secretan la insulina (hormona que ayuda al cuerpo a utilizar la glucosa) y el glucagón.
- Testículo: glándula sexual masculina. Secreta la testosterona, la cual fomenta la aparición de los caracteres sexuales masculinos.
Hormonas Vegetales
- Auxina: (yemas apicales del tallo) potencia la acción de las giberelinas. Crecimiento (formación de raíces).
- Giberelinas: (meristemos del tallo) mantienen la juventud y regulan la formación de flores y frutos.
- Ácido Abcísico: (meristemos de la raíz) caída de la hoja.
- Citoquininas: (ápices de raíz y semillas) mantienen la juventud e inhiben la formación de raíces.
- Etileno: (meristemos de la raíz) maduración de frutos.
Mecanismos de Regulación de la Secreción Hormonal
La coordinación entre los componentes del sistema endocrino (glándulas y hormonas) no sería posible sin el recurso de la coordinación nerviosa. La coordinación del sistema hormonal por el sistema nervioso se lleva a cabo a nivel del hipotálamo. Se trata de una región del encéfalo situada en la base del cerebro de la que pende la glándula hipófisis.
La acción del hipotálamo puede responder a un estímulo externo, o bien a la captación de un cambio en la composición interna del organismo. El hipotálamo actúa sobre las glándulas a través de la hipófisis o a través del sistema nervioso autónomo.
Hormonas secretadas como respuesta a un estímulo externo
La adrenalina se secreta en la médula suprarrenal. Esta glándula está conectada mediante fibras nerviosas del sistema simpático con el hipotálamo.
Cuando los sentidos captan un estímulo que el cerebro interpreta como una alerta, de la corteza cerebral parte un impulso nervioso al hipotálamo, y de éste, a través del sistema simpático, otro impulso activa a la médula suprarrenal, la cual secreta adrenalina.
La adrenalina se vierte al medio interno, y a través del torrente circulatorio, llega a varios órganos donde desencadena diversos efectos favorables para responder a la situación de alerta:
- En el hígado provoca la liberación de glucosa como fuente de energía para el movimiento.
- En el corazón provoca una aceleración del ritmo.
- En los bronquios provoca dilatación para que entre más oxígeno.
- En los vasos sanguíneos que van a los músculos provoca dilatación mientras que en los que van a la piel provoca contracción.
Las terminaciones nerviosas del sistema parasimpático secretan la hormona acetilcolina provocando efectos contrarios: se retarda el corazón, se dilatan los vasos sanguíneos y cesa la liberación de reservas.
Hormonas secretadas como respuesta a un estímulo interno
El hipotálamo capta variaciones en la composición de la sangre, controlando así muchos aspectos del funcionamiento interno del organismo.
Cuando el hipotálamo capta que se eleva la concentración de glucosa de la sangre, estimula la secreción de células β de los islotes de Langerhans, las cuales secretan insulina. La insulina llega a las células musculares y a las del hígado, facilitando que dichas células absorban glucosa de la sangre, disminuyendo la concentración de este azúcar.
Cuando bajan los niveles de glucosa, el hipotálamo estimula a las células α de los islotes de Langerhans, las cuales segregan la hormona glucagón. Esta hormona provoca la liberación de las reservas de glucosa en forma de glucógeno. De esta manera, el equilibrio entre la insulina y el glucagón consigue mantener los niveles de glucosa en sangre en torno al 0’1%.