Poesía a principios del siglo XX: Modernismo y Generación del 98

La crisis de fin de siglo

En el último tercio del siglo XIX tuvieron lugar una serie de crisis y conflictos políticos, económicos y sociales. El incipiente movimiento obrero dio lugar a un nuevo modelo social, la sociedad de masas, enfrentado al modelo liberal burgués, lo que provocó la aristocratización de la burguesía. La visión del mundo de la época pasó del positivismo al irracionalismo y el pesimismo, que dieron lugar a estilos de vida caracterizados por el decadentismo, como la bohemia.

Se instala una visión pesimista de España como país enfermo, a la que tratarán de hacer frente los planteamientos regeneracionistas.

Modernismo

El modernismo literario surgió en Hispanoamérica de la mano de autores como José Martí, Manuel Gutiérrez Nájera o Rubén Darío. Sus principales influencias son:

  • Parnasianismo: aporta el gusto por la perfección formal y el desprecio del sentimentalismo, además de la incorporación de elementos clásicos, exóticos e históricos.
  • Simbolismo: incorporan el análisis del mundo a través de un conjunto de símbolos.

El rechazo a la realidad histórica que sentían los modernistas se reflejó en aspectos como: un espíritu anticolonialista y antiburgués, crítico con los valores religiosos y morales tradicionales, y contrario a las corrientes artísticas del momento.

Se puede dividir en dos etapas:

  • Primera etapa: con mayor influencia del parnasianismo, está delimitada por la publicación de Azul… (1888) y Prosas profanas de Rubén Darío.
  • Segunda etapa: más simbolista y atenta a la exploración del alma, finaliza en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Poesía modernista

Los temas se alejan de la vida cotidiana y ayudan a enriquecer los aspectos formales. Destacan los siguientes:

  • La evasión mediante escenarios ideales y la incorporación de personajes mitológicos y religiosos.
  • La crisis espiritual, que exaltan lo irracional mediante elementos fantásticos o misteriosos.
  • El realce de la sensualidad y el erotismo, a menudo con la presencia de la mujer fatal.
  • El reflejo del cosmopolitismo y de actitudes antiburguesas, como el dandismo y la bohemia.

El estilo se caracteriza por reflejar el irracionalismo (que se manifiesta mediante la sintaxis impresionista o el empleo de símbolos), la exaltación de lo sensorial y el deseo de evasión (que se logra a través de recursos literarios como la sinestesia, la doble adjetivación, las aliteraciones, la selección de un léxico elevado y de una métrica que tiende a los modelos clásicos).

Generación del 98

Está formada por el denominado Grupo de los Tres (Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y Azorín), al que se añaden posteriormente Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet y, puntualmente, Antonio Machado y Ramón María del Valle-Inclán.

Los principales rasgos comunes a los autores de la Generación del 98 son:

  • Contaban con una edad aproximada.
  • Compartían ideas políticas liberales.
  • Mantenían una postura crítica frente al retraso de España.
  • Participaron activamente en revistas y publicaciones que promovieron las nuevas ideas.

Los temas fundamentales de la Generación del 98 son:

  • La regeneración de España, asociada a valores espirituales y éticos y a la búsqueda en la tradición y la historia españolas.
  • El existencialismo, presente en el enfrentamiento entre fe y razón, la búsqueda de sentido y el vacío vital.
  • La influencia determinista del paisaje en el carácter.

Las principales características del estilo de los autores de la Generación del 98 son: la sobriedad y la escasa ornamentación, el tono reflexivo, la escasez de acción y la ausencia de sensualismo.

El género esencial para transmitir las ideas noventayochistas es el ensayo. La narrativa noventayochista se caracteriza por el uso de un protagonista único y la importancia del diálogo.

Rubén Darío

Rubén Darío es una figura clave del modernismo literario, pues no solo consiguió una obra paradigmática del estilo modernista, sino que también fue su principal difusor por Europa.

Sus principales obras son las siguientes:

  • Epístolas y poemas: obra juvenil de tono romántico con influencia de Victor Hugo y Bécquer.
  • Abrojos: poemas breves en el que adquieren protagonismo la intuición y el sentimiento.
  • Azul… (1888): se considera un modelo de la estética modernista, en el que se incorpora el color azul como símbolo del arte. Se divide en tres partes: dos partes en prosa, constituida por cuentos breves, y una parte en verso, “El año lírico”, dedicada a temas como el amor sensual, la fuerza vital y la creación artística.
  • Prosas profanas (1896): representa la plenitud formal del modernismo y constituye un giro hacia motivos poéticos más íntimos.
  • Cantos de vida y esperanza: contiene un simbolismo más profundo y filosófico e incorpora nuevos temas, como la defensa de los valores culturales de la hispanidad, la nostalgia por la infancia, la naturaleza y el destino del ser humano.
  • Poema del otoño: reflexiona sobre el erotismo y la muerte en un estilo sencillo.

Antonio Machado

Por sus ideas republicanas y de izquierdas, se vio obligado a emprender el exilio tras la Guerra Civil.

Las principales características de la obra de Antonio Machado son la diversidad de influencia, la actitud crítica ante el problema de España y el simbolismo. Los temas principales de su obra son el inevitable paso del tiempo, el paisaje de Castilla, el amor y los sueños.

Los principales rasgos del estilo de Antonio Machado son el uso de un lenguaje depurado, la preferencia por el “adjetivo definidor” frente a la metáfora y la variedad métrica.

En la obra de Antonio Machado se distinguen tres etapas:

  • Primera etapa: caracterizada por su tono íntimo y el simbolismo. Su obra más significativa es Soledades, caracterizada por una poesía depurada y el uso de símbolos recurrentes, que trata temas como la pérdida de la juventud, el amor, la fe en la existencia, el sueño y la memoria.
  • Segunda etapa: marcada por sus meditaciones regeneracionistas sobre el carácter castellano. Destaca en este período Campos de Castilla, en la que funde pensamientos amorosos y reflexiones sobre España y en el que, entre otras composiciones, recupera temas y metros tradicionales.
  • Tercera etapa: adopta un tono más reflexivo, a veces expuesto en aforismos. De esta época destacan las Nuevas canciones (1924), en el que confluyen poemas de tono y temática variada.
  • De su obra ensayística destacan sus artículos periodísticos y sus obras Juan de Mairena y Los complementarios, publicado de forma póstuma.