Etapas y Desafíos de la Adultez Temprana: Desarrollo Psicológico y Social
La Adultez Joven: Un Periodo de Plenitud y Complejidad
El periodo de la adultez joven es de gran interés, ya que presenta una doble característica: es la etapa de mayor plenitud biológica y, al mismo tiempo, de mayor complejidad social. En esta fase, tanto hombres como mujeres alcanzan su máxima capacidad biológica (altura, capacidad funcional cardíaca y respiratoria, fuerza muscular y potencial reproductivo). En el plano neuropsicológico, se logra la máxima capacidad de memoria de retención, pensamiento abstracto y habilidades. Es en esta etapa donde se define nuestra identidad adulta y se construye un lugar en el mundo. Se toman decisiones complejas sobre el futuro, como el matrimonio y el estilo de vida. Generalmente, se forma una familia, se crían y educan los hijos, y se alcanza la productividad económica. Lo ideal es que la persona se inserte adecuadamente en la sociedad, adquiriendo un rol útil y productivo. Sin embargo, si la adaptación social falla (por razones internas o externas), pueden surgir problemas psicológicos o enfermedades mentales y físicas.
Definiciones de la Juventud y la Adultez
La Organización Mundial de la Salud define la juventud como el periodo entre los 15 y 24 años, enfocándose en la inserción del joven en la sociedad. La transición juvenil se centra en la adquisición de un trabajo, oficio o profesión y en la formación de una familia.
Daniel Levinson entiende la adultez entre los 17 y 45 años, basándose en su concepto de la primera estructura vital. Estos límites varían según el nivel socioeconómico. Los grupos de menores ingresos entran a la adultez más temprano debido a la necesidad de trabajar. En algunas sociedades y culturas, se considera que la mujer es adulta al contraer matrimonio o tener su primer hijo. En cambio, en las sociedades desarrolladas y en los grupos socioeducacionales superiores, la duración de este periodo es mayor y su inicio más tardío.
Mortalidad y Salud en la Adultez Joven
La mortalidad en el grupo de 20 a 35 años es la más baja, siendo las principales causas los accidentes y la violencia, seguidos por el cáncer. Los accidentes laborales hacen que la medicina ocupacional sea una especialidad crucial en este periodo.
Tareas Psicológicas de la Adultez Joven
En esta etapa se plantean tareas y desafíos psicológicos propios. Erikson, en su teoría de las fases del ciclo vital, plantea que el logro central en la madurez es la capacidad de intimidad. La estabilización de relaciones personales (laborales o de pareja) requiere que la persona se mantenga cerca de otros y profundice sus relaciones. Esta capacidad se desarrolla en la formalización de amistades y en el noviazgo o matrimonio.
Exploración y Estabilidad
Algunas variables propias de la adolescencia pueden persistir en esta etapa: la variabilidad de intereses, conductas y emociones. La exploración y búsqueda de nuevos horizontes, el conocer lugares distintos y tener sucesivos entusiasmos son importantes, ya que enriquecen el mundo vivencial del individuo y abren múltiples alternativas. El salir del entorno familiar para ir a la universidad permite contrastar lo conocido con otras formas de pensar y estilos de vida. Conocer diversas personas y desarrollar vínculos provisorios permite al adulto joven conocer mejor sus afinidades y rechazos, facilitando la elección de pareja. La variabilidad de intereses vocacionales es típica de la adolescencia, pero en las décadas siguientes surge la necesidad de estabilizar las elecciones. La no consolidación de la identidad puede generar problemas. Una característica para lograr la estabilidad es la capacidad de convivir cercanamente con otros. La intimidad puede ser un desafío, ya que implica aceptar las dificultades y enfermedades de la otra persona.
Adaptación Laboral
La adaptación laboral implica convivir por periodos prolongados o en un espacio común limitado.
Crisis de la Adultez y sus Consecuencias
La resolución de la crisis de la adultez, según el marco eriksoniano, puede ser positiva, logrando la capacidad de convivir y compartir la vida, o negativa, llevando a un aislamiento progresivo. En este caso, la persona no mantiene relaciones de pareja, volviéndose misántropa o misógina, con posibles desórdenes de personalidad como el esquizoide o el evitativo fóbico. En el primer caso, se inicia con una frialdad afectiva para evitar situaciones traumáticas, distanciándose y evitando el contacto íntimo.
Levinson afirma que el común denominador de la adultez es “instalarse en la vida”: tener un trabajo, desarrollarlo bien, formar una familia, cuidar y educar a los hijos y asegurar un nivel de ingresos. Esto puede verse como conformismo social, siendo más marcado en situaciones de privación socioeconómica y menos en sociedades de mayores ingresos.
Primera estructura vital: es la organización inicial de la vida adulta (trabajo, pareja, estilo de vida, intereses, amistades), que se arma meticulosamente pero puede ser modificada en cualquier momento.
Pedro Laín Entralgo dice que se es joven mientras se piense que se puede empezar a vivir de nuevo mañana. Levinson dice que la primera estructura vital se caracteriza por su provisoriedad y por la sensación subjetiva de que se está viviendo como un adulto, pero con tiempo para recomenzar.
La organización de estos subperiodos es variable. Algunos estabilizan su actividad laboral y luego lo socioeconómico, y después piensan en casarse. Otros buscan pareja y luego consolidan su situación laboral y económica. Un tercer grupo desarrolla ambas tareas simultáneamente.
Erikson habla de la moratoria psicosocial: se postergan las decisiones sobre vocación, trabajo y pareja, prolongando la variabilidad y las conductas exploratorias de la adolescencia. Esto puede ser importante para los creativos, pero hay que diferenciarlo de patologías.
Las estructuras limítrofes de personalidad son incapaces de encontrar pareja o insertarse en un trabajo. Los médicos, por ejemplo, postergan el matrimonio hasta los 26 años o más, y las mujeres profesionales también lo postergan hasta que su capacidad reproductora disminuye.
Relación de Pareja
La relación de pareja es fundamental, junto con la relación madre-hijo. Las fases de la relación de pareja son:
- Elección de pareja: En la cultura occidental, el enamoramiento es importante, mientras que en el pasado se hacía por decisión familiar. El enamoramiento es un proceso inconsciente que atrae hacia otra persona. No siempre lleva al matrimonio. El deseo de casarse surge cuando el joven se separa de la familia. La falta de libertad se une a las expectativas de vida y presiones sociales y familiares. En la formación del vínculo sentimental, se reactiva la fase edípica: la no satisfacción de la cercanía sensorial-sexual con el padre del sexo opuesto puede ser satisfecha por la relación sexual con la pareja. La superación de estos conflictos requiere una elaboración y distanciamiento de los lazos incestuosos. Algunos buscan una pareja que recuerde al padre del sexo opuesto, mientras que otros buscan una pareja que los complemente o se refleje a sí mismos (elección narcisista).
- Ajuste matrimonial: Es cuando cada cónyuge empieza a resolver temas no resueltos antes del matrimonio. Los roces son inevitables. Hay dos tipos de roles: el recíproco o paralelo y el colateral.
La transmisión intergeneracional de la patología ocurre cuando en el matrimonio se repiten las dificultades de los padres.