Hemorragias

Hemorragias: Salida o derrame de sangre fuera o dentro del organismo por rotura accidental o espontánea de uno o varios vasos sanguíneos. Se clasifican en externas e internas.

Hemorragias externas

Con el herido tendido, se hace compresión local en el punto que sangra, con los dedos o con la palma en función de la extensión de la herida. Si la hemorragia cesa, colocar un vendaje compresivo. Si no se detiene, habrá que hacer compresión a distancia en los siguientes puntos:

  • Cuello: carótida
  • Hombro: retroclavicular
  • Brazo: arteria humeral (cara interna del brazo)
  • Muslo: arteria femoral (ingle)
  • Pierna: arteria poplítea

Hemorragias internas

Vigilar al accidentado para detectar signos de colapso como palidez, sed, ansiedad, frío, taquicardia. Tenderlo horizontalmente, abrigarlo, tranquilizarlo y evacuarlo con extrema urgencia.


Actuación ante cualquier tipo de hemorragia

  • Recostar al accidentado en posición horizontal con los miembros inferiores elevados.
  • Buscar una hemorragia externa, a veces oculta por la ropa, deteniéndola mediante compresión.
  • Arropar al accidentado y evitar cualquier movimiento.
  • Avisar al servicio de urgencias.

Torniquete

Solo se usará en casos extremos. Tienen riesgo para la vida del paciente. El torniquete se coloca por encima del codo o por encima de la rodilla, entre el corazón y la herida. Debe permanecer a la vista, colocándole un rótulo indicando nombre, hora y minuto de colocación.


Shock

Es un síndrome resultante de hipoperfusión e hipoxia tisular sistémicos. Desde el punto de vista fisiopatológico, se clasifica en cuatro tipos mayores: hipovolémico, cardiogénico, obstructivo y distributivo. Es posible observar formas puras de cada uno de ellos, pero es frecuente ver distintas combinaciones.

  • Shock hipovolémico: disminuye la disponibilidad de oxígeno, pérdida de volumen intravascular en todos o alguno de sus componentes (masa eritrocitaria, agua, electrolitos, proteínas).
  • Shock séptico: este es el shock más grave y complejo; en general, la causa es la infección.
  • Shock cardiogénico: el corazón reduce su capacidad de bomba, dando como resultado una inadecuada perfusión y oxigenación tisular.
  • Shock neurogénico: producido por lesión del SNC y el inducido por fármacos: anestésicos, bloqueantes adrenérgicos o ganglionares y sobredosis de barbitúricos o fenotiazinas.
  • Shock anafiláctico: consecuencia de la aplicación de substancias extrañas, se detecta particularmente cuando se utilizan medios de contraste en radiología o se aplican algunos fármacos terapéuticos.

Traumatismos

  • Trauma cerrado: ocurre como consecuencia de colisiones automovilísticas, caídas y otros mecanismos ligados al transporte.
  • Trauma penetrante: son ocasionados por arma de fuego, arma blanca y empalamientos. Es importante conocer la región anatómica comprometida, los órganos que se encuentran en la vecindad del trayecto y la velocidad del proyectil. Para determinar la extensión y la gravedad de la lesión, es importante conocer el calibre, la velocidad del proyectil, la trayectoria y la distancia a la que fue disparada.

Lesiones deportivas

  • Esguinces: son las más frecuentes, afectan al tobillo, la muñeca, la rodilla y los dedos de las manos. La principal causa es la sobreexigencia de un ligamento. Los esguinces pueden ser leves, moderados o severos.
  • Desgarros musculares: se producen por preparación física inadecuada (falta de precalentamiento) y por sobreexigencia. Los desgarros pueden ser leves, moderados o severos y pueden llegar incluso a la ruptura del músculo.
  • Fracturas: ocurren cuando la energía de un traumatismo es alta.
  • Luxaciones: se producen cuando los huesos que conforman una articulación pierden contacto entre sí. Afectan con mayor frecuencia a hombros, dedos de las manos y codos. Se corre mayor riesgo de sufrir luxaciones en deportes como el fútbol y el rugby, ya que en estas actividades se producen caídas de alta energía.

¿Qué hacer frente a una lesión traumática?

Inmovilizar con lo que se tenga a mano (cartón, madera, venda), sin apretar; colocar hielo en la zona, nunca calor; no intentar maniobrar la extremidad lesionada; no dar alimentos ni líquidos, ya que el accidentado puede requerir de un procedimiento anestésico. Si se tiene a mano, dar un analgésico o antiinflamatorio y acudir rápidamente a un centro hospitalario para evaluación y manejo de la lesión.


Obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño

Causa asfixia. Si estamos presentes, observaremos cómo la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y asfixia.

¿Qué hacer?

En un niño menor de un año, el auxiliador le colocará a horcajadas en el antebrazo y le dará cuatro golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones sobre la parte anterior del tórax, en mitad del esternón.

Maniobra de Heimlich

En un niño grande o en un adulto, hacer un brusco aumento de presión intratorácica.

  • Si la víctima está de pie: el socorrista se colocará detrás de ella, comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas, abrazándola con el dedo pulgar.
  • Si la víctima está sentada: el socorrista se colocará detrás de ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el caso anterior.
  • Si la víctima está en el suelo: el auxiliador lo estira boca arriba, con una mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera. De esta forma, comprimirá hacia abajo y hacia la cabeza bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.

Insuficiencia respiratoria: evaluación y conducta

Alteración del intercambio de gases entre el aire ambiental y la sangre circulante, que puede deberse a alteraciones en el intercambio de gases intrapulmonar o en la entrada o salida de aire al pulmón.

Clasificación de la insuficiencia respiratoria (IR) según la evolución

  • Insuficiencia respiratoria aguda: se desarrolla en forma súbita en pacientes que no presentan patología pulmonar.
  • Insuficiencia respiratoria crónica: pacientes que presentan una patología pulmonar de larga duración.
  • Disnea: frecuencia respiratoria acelerada, con puesta en juego de los músculos respiratorios accesorios, aleteo nasal.
  • Taquipnea: con respiración con la boca abierta y sudoración.