El teatro de Federico García Lorca, junto con el de Valle-Inclán, es el más importante de su tiempo. Sus principales temas son el amor, la represión y la violencia. Sus obras mayores son Yerma, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba. Las tres tratan sobre el mismo tema: la libertad perseguida y reprimida por un código de honor de la época, similar al del teatro de Calderón. En estas tragedias, son las propias mujeres las transmisoras de esa represión. La novia que huye con un hombre casado y abandona a su marido la noche de bodas clama contra su suegra cuando vuelve intacta de su fuga. Bernarda, tras el suicidio de su hija, dice: “Mi hija ha muerto virgen”. Yerma, tras matar a su esposo, exclama: “Marchita, marchita, pero segura… y sola con el cuerpo seco para siempre”. Estas tragedias transmiten el papel de la ley, cuya violación tiene un precio: la muerte. Lorca nos muestra la sociedad represiva con una crítica hacia ella, mostrando su idea de libertad y justicia, su comprensión de la tragedia española y sus intuiciones sobre la represión social.

Inicios y Experimentación Teatral

García Lorca solo se dedica al teatro seriamente en los últimos años de su corta vida. En su juventud, celebra el carácter intrascendente del arte, a excepción de Mariana Pineda, obra excepcional en todos sus aspectos. Otra obra, La zapatera prodigiosa, es una farsa desenfadada. En ella, quería expresar al público no una crítica a los problemas familiares en la Andalucía rural, sino una fábula sobre la búsqueda de los sueños imposibles. Esa intuición la expresa mejor en la obra El retablo de San Cristóbal. En todas ellas, Lorca se limita a jugar con el teatro como si fuese música o pintura, desbordando su talento poético.

La Barraca y el Teatro Popular

En sus primeros años de la República es cuando comienza a interesarse por el teatro, a partir de la compañía teatral La Barraca, formada por estudiantes y aficionados. Su misión era realizar una gira por el país para dar a conocer a los españoles las grandes obras antiguas. García Lorca comienza a hacer declaraciones públicas sobre la importancia del teatro popular. En su “Charla sobre el teatro”, el escritor se proclama como un apasionado del teatro como acción social y considera al teatro como un elemento muy expresivo y útil para la formación del país.

Las Grandes Tragedias Rurales

En sus últimas cuatro obras, no queda clara la intuición ni el significado que pretende encarnar el autor. Doña Rosita la soltera, junto a sus tres grandes obras, trata sobre la frustración de la mujer en un mundo algo fantástico. En las tres tragedias rurales, Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936), el mensaje social es de un convencionalismo total. La sociedad niega a las mujeres la libertad sexual que tolera a los hombres, pero es dudoso que García Lorca quisiera educar al país, puesto que es el teatro, y no la sociedad, lo que quería reformar. Su intuición al escribir La zapatera prodigiosa es convertir una historia sencilla y realista en un mito poético. Para Bodas de sangre se inspira en el reportaje de un periódico. Bernarda Alba y sus hijas tenían como modelo una familia que García Lorca conocía, y gran parte del lenguaje y la poesía de Bodas de sangre y Yerma proceden del folclore de su región natal.

Simbolismo y Poesía en la Dramaturgia Lorquiana

El objetivo de convertir en poéticas estas dramas toscas se logra de diferentes modos. Uno de ellos son los personajes; estos expresan su carácter, deseos y temores mediante un complejo de símbolos, especialmente en La casa de Bernarda Alba. Otro modo es el empleo de la poesía, unas veces de forma realista, como en La casa de Bernarda Alba, y otras de modo simbólico, visible conforme al avance de la obra. Bodas de sangre y Yerma también tienen fragmentos de diálogos en verso, con el fin de recordar al público la diferencia entre la vida y el arte.

Destino Trágico y Realismo Social

Otra función de los personajes es expresar un sentido de destino trágico. En las tres obras hay alusiones a este concepto: la novia no debería casarse con el novio, las hijas de Bernarda Alba podrían ignorar la costumbre del luto y buscar maridos. Pero el tema principal de estas obras es que los personajes nunca pueden aspirar a estas actitudes racionales. En Bodas de sangre, lo que se lo impide es algo más profundo que las convenciones sociales: la madre de la novia anuncia una tragedia fatal, la Luna y la Muerte esperan con impaciencia la renovación de un mito clásico. Pero, al mismo tiempo, se nos indica que los personajes son víctimas de causas más realistas, como costumbres locales sobre el honor o de concertar bodas por intereses materiales. Se mezclan mito y realismo social.

Conclusión

En resumen, el teatro de Lorca es de carácter experimental. Su asesinato en 1936 truncó sus aspiraciones innovadoras y su obra futura. No obstante, su forma es universal, aunque sea nuestro poeta más desconocido.