Evolución del Cristianismo en el Imperio Romano

Hacia el año 300 d. C., el cristianismo se había extendido por casi todo el Imperio Romano, sobre todo en Oriente. En el año 313, el emperador Constantino proclamó el Edicto de Milán, que otorgaba la libertad de culto a los ciudadanos romanos. Como consecuencia, los cristianos pudieron vivir su fe de forma pública sin ser perseguidos. Posteriormente, casi todos los emperadores fueron prohibiendo poco a poco las prácticas religiosas politeístas. En el año 380, Teodosio, con el Edicto de Tesalónica, convirtió al cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. A partir de entonces, la Iglesia estuvo muy relacionada con el poder político y social, y el emperador participó también en la organización interna de la Iglesia.

La influencia social de la Iglesia se percibió en determinadas prácticas:

  • El calendario se hizo cristiano, de forma que las festividades pasaron a ser cristianas.
  • Se modificaron leyes contrarias a los valores cristianos (prohibición de la lucha de gladiadores, el infanticidio, etc.).
  • Se construyeron edificios públicos y basílicas que pertenecían a la Iglesia, que recibía dinero y protección del emperador.

El aspecto negativo de esta situación de privilegio de la Iglesia fue el peligro que desde entonces vivió de contaminarse por el poder político, de la falta de libertad respecto al emperador y del abandono de los ideales evangélicos de pobreza y autenticidad en la vivencia de la fe.

Los Concilios Frente a las Herejías

Las herejías son interpretaciones que se consideran erróneas –heterodoxas- por parte de una doctrina oficial –ortodoxia-, en este caso, por parte de la doctrina cristiana. Las herejías suponían un gran peligro porque dividían a los cristianos en diferentes grupos.

Durante estos siglos, las herejías más importantes se refirieron a la figura de Jesús.

Principales Herejías y Concilios

HerejíasConciliosAfirmaciones del Credo
Arrianismo: afirma que Jesucristo es inferior al Padre porque es criatura creada por Dios. Por lo tanto, no es DiosConcilio de Nicea (325 d. C) y Concilio de Constantinopla (381 d. C): condenan el arrianismo y afirman, en el credo nicenoconstantinopolitano, que Jesucristo es “Dios de Dios…, no creado, … de la misma naturaleza del Padre”
Nestorianismo: afirma que en Cristo no está la naturaleza divina, por lo que María sólo es madre de Jesús, no madre de DiosConcilio de Éfeso (431 d. C): condena el nestorianismo y afirma la naturaleza divina de Jesucristo, por lo que María es madre de Dios.
Eutiquismo: afirma que la naturaleza divina de Jesucristo anuló su naturaleza humana (Jesucristo es Dios, no hombre)Concilio de Calcedonia (451 d. C.): declara que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

A partir de la aparición de los dogmas, la Iglesia tuvo que:

  • Definir una serie de dogmas (verdades de fe) para evitar las falsas interpretaciones.
  • Mantener un magisterio o autoridad doctrinal que garantizara la auténtica fe –la ortodoxia-.
  • El credo (hay dos: el apostólico y el niceno constantinopolitano) es un símbolo de la fe cristiana que recoge las principales afirmaciones en las que cree la Iglesia.

Los Padres de la Iglesia Frente al Poder

Los Padres de la Iglesia fueron obispos en su gran mayoría que, por su gran prestigio intelectual, su autenticidad en la vivencia de la fe y la rectitud de su doctrina, influyeron mucho en la espiritualidad y en la manera de entender la fe. El conjunto de sus pensamientos y doctrinas se denomina Teología Patrística.

Uno de los aspectos que más criticaron fue la intromisión del poder político y civil en la labor de la Iglesia, motivo por el cual siempre pidieron su independencia respecto del poder del emperador.

En Oriente, los más importantes fueron San Atanasio, San Basilio y San Juan Crisóstomo.

En Occidente, destacaron San Jerónimo, San Ambrosio y San Agustín.

Iglesia y Poder Temporal

A lo largo de su historia, la Iglesia ha vivido diferentes formas de ejercer el poder y la autoridad:

  • Iglesia primitiva: Los obispos, presbíteros y diáconos ejercen la autoridad dentro de la comunidad. Los obispos son elegidos por la comunidad y no hay conflictos de poder entre Iglesia y poder político.
  • Durante el siglo IV, sobre todo a partir de los edictos de Milán y Tesalónica, el emperador tiene gran influencia sobre la Iglesia –cesaropapismo– y a las autoridades eclesiásticas se les conceden los mismos honores que a los nobles políticos. Al mismo tiempo, la Iglesia apoya la autoridad política, dándole valor religioso.
  • Carlomagno (siglo IX): luchas por el poder entre el Papa –teocracia pontificia: poder del Papa por encima del emperador- y el Emperador –cesaropapismo: poder del emperador sobre el Papa-.
  • Gregorio VII (siglo XI): este Papa se esfuerza por independizar la Iglesia del poder político. Gran poder del Papa dentro de la Iglesia e importancia de la jerarquía de la Iglesia.
  • Vaticano II (siglo XX): se inicia cierta descentralización en el gobierno de la Iglesia. El poder eclesial se comparte. La Iglesia se independiza del poder político.