Análisis de Obras Maestras del Arte: Augusto, Marco Aurelio y Santiago de Compostela
Octavio Augusto
Descripción: Escultura de bulto redondo realizada en mármol. Representa una figura humana de cuerpo entero, con el brazo levantado en actitud de arengar a las tropas. Aparece descalzo.
Detalles:
- Bajo relieve en la coraza: En el centro, el rey Partos. A los lados, dos figuras sentadas en actitud doliente.
- Debajo de la escena central: La diosa de la Tierra con dos niños (Rómulo y Remo), Apolo y Diana.
- Sobre Apolo: La divinidad del Sol en su carro.
- Sobre Diana: La Luna.
Tema: La conquista de la Galia e Hispanidad y la devolución de los estandartes perdidos por Craso en la guerra Pártica. Las provincias romanas están representadas por las dos figuras dolientes.
Características estilísticas:
- Profunda frontalidad.
- Pierna flexionada y relajada, la otra en tensión (contrapposto griego).
- Luz homogénea y suave.
- Expresión naturalista.
- Pliegues del manto de estilo clásico.
- Facciones del rostro identificables como Augusto.
Significado: Manifiesta una nueva concepción de la victoria, el triunfo y el carácter divino de Augusto.
Autoría y contexto: Autor desconocido. Escultura clásica de época romana imperial. Los romanos fueron los primeros en introducir el retrato. Copia del original en bronce; tras la muerte de Augusto, su función era propagandística. Inaugura la modalidad de los retratos. Se observa el clasicismo griego y la concepción romana de lo utilitario y lo real.
Marco Aurelio
Descripción: Escultura ecuestre de bulto redondo, realizada en bronce dorado con la técnica de la cera perdida. La capa de dorado está casi perdida. Representa a Marco Aurelio a caballo.
Composición: Equilibrada, con un cuidado tratamiento psicológico. Actitud estética, rotunda pero no violenta. Transmite serenidad, con una mano alzada, al igual que una pata del caballo.
Identificación: El género de la obra y el retrato realista identifican a Marco Aurelio, reconocido militarista y hombre de razón. El realismo se reforzaba con la figura de un bárbaro debajo del caballo (ahora no conservada).
Importancia: Único ejemplo conservado de este tipo de estatuas de emperadores a caballo saludando a las tropas. Sobrevivió porque se confundió con Constantino. Influyó en la Edad Media y el Renacimiento (ejemplos: Colleoni y Gattamelata).
Santiago de Compostela
Descripción: Obra arquitectónica realizada en piedra sillar de granito de aparejo regular. Planta basilical de cruz latina, con un nártex que precede al cuerpo principal. Tres naves divididas en diez tramos. El deambulatorio se abre en cinco capillas radiales, la central es la más antigua.
Cubiertas:
- Nave principal: Bóveda de cañón con arcos fajones.
- Naves laterales: Bóvedas de arista.
- Ábsides: Bóveda de horno.
- Tribuna: Bóveda de cuarto de cañón.
- Sobre el cuerpo: Cimborrio sobre trompas.
Alzado: Dos niveles:
- Primer nivel: Arquerías de medio punto peraltado.
- Segundo nivel: Tribuna sobre las naves laterales, con ventanas geminadas sobre columnillas.
Espacio interior: Altura y esbeltez de las naves en relación con su anchura.
Concepción general: Grandes dimensiones, planta de girola, numerosas capillas y tribuna. Prototipo de iglesia de peregrinación de estilo románico (siglo XI). Simboliza la importancia de la ciudad y la sede obispal, así como el desarrollo del reino astur-leonés frente al mundo islámico de Al-Ándalus.
Pórtico de la Gloria: La puerta original descrita en el Códice Calixtino desapareció. En el siglo XII, el Maestro Mateo construyó el Pórtico de la Gloria, con influencia de Saint-Denis.
Reformas posteriores: Mejoras en el cimborrio, construcción de capillas, claustro terminado en el siglo XVII, fachada de la Azabachería en el siglo XVIII, y la fachada del Obradoiro (barroca) en el siglo XVIII, que cierra la evolución de esta obra representativa del románico.