Arquitectura Renacimiento

El Quattrocento

Durante el Quattrocento (S.XV) la región de la península itálica donde se experimentó una mayor atracción por la arquitectura clásica fue: la Toscana y en especial su capital. El Renacimiento rompió con el estilo gótico y tomó como modelo el arte de la antigua Roma y empleó los mismos cánones clásicos. Se utilizaron como elementos sustentantes los 3 órdenes griegos (dórico, jónico y corintio) y los dos romanos (toscano y compuesto) como elementos de cubrimiento, el arco de medio punto, la bóveda de cañón y la cúpula de media naranja. La cúpula de Santa María de las Flores se convirtió en el primer ejemplo de arquitectura plenamente renacentista.

El Cinquecento

S.XVI los artistas crearon monstruos, mitad animal mitad humanos, así como también los vegetales a los que dieron nombre de grutescos en alusión al descubrimiento de unas pinturas en la Domus Aurea de Nerón, un palacio cuyos salones parecían grutas. Se escribieron tratados de arquitectura como los de Sebastino Serlio, Jacopo Vignola y Andrea Palladio, influenciados claramente por los tratadistas antiguos, a la vez que por la visión y análisis y estudio de monumentos de la antigüedad romana, una de las características más importantes fue la inclusión de imágenes.

El Manierismo

El periodo manierista se caracterizó por la ruptura con la normativa clásica, por alterar la morfología de los órdenes arquitectónicos y por realizar una arquitectura experimental tanto por sus planteamientos como por su voluntad antifuncionalista. El manierismo fue en definitiva un arte aristocrático ligado a las cortes y después del Concilio de Trento relacionado con el poder de la reforma católica.

Urbanismo Ideal y Urbanismo de Jardines

Los proyectos urbanísticos del Renacimiento buscaron romper con la anarquía organizativa de la ciudad medieval, sus propuestas se dirigieron a la organización de ciudades ideales o utópicas mientras que en el ámbito privado se tendió a la organización de los espacios abiertos. Las propuestas de diseños urbanos se articularon entre la ciudad radiocéntrica de Filarete y la reticular u ortogonal de calles entrecruzadas en ángulo recto, la ciudad utópica aunque formulada en términos urbanísticos hay que valorarla por sus aportaciones de carácter social propuestas en el S.XVI por Tomas Moro en su libro Utopía, fue asesinado por su rey Enrique VIII, en cuanto al diseño de los jardines estos vivieron su mejor desarrollo en el S.XVI durante el Manierismo los constituyen el Sacro Bosco de Bomarzo y la Villa d’Este en Tívoli ambos en Italia.

Tipologías Arquitectónicas

Las tipologías arquitectónicas renacentistas más comunes son: la iglesia y el palacio, a las que hay que añadir las villas suburbanas, se construyeron otras tipologías como hospitales, teatros, bibliotecas y arcos del triunfo.

La Nueva Formulación de los Edificios Religiosos

Las formas de las plantas de las iglesias renacentistas son principalmente dos: las basilicales, en forma de cruz latina con 3 naves y cúpula en el crucero, y la centralizada en forma de cruz griega o circular, aparece en el módulo como organizador del espacio, sus modelos son la basílica romana así como el Panteón y los modelos bizantinos. La primacía de una de estas formulaciones la basilical explica el largo proceso proyectual de la Basílica de San Pedro iniciada por Bramante, en forma de cruz griega y finalizada a finales del S.XVI en forma de cruz latina, Brunelleschi hace suyos los dos modelos, el basilical en la iglesia de San Lorenzo y el centralizado en la Capilla Pazzi. Alberti quien mejor representa el nuevo estilo renacentista en iglesias de Sant’ Andrea y San Sebastián, en las que se puede aplicar la teoría arquitectónica expuesta en su tratado La Arquitectura. En el S.XVI Bramante representa con su templete de San Pietro in Montorio, en Roma el paradigma de la arquitectura clasicista, defensora de la planta centralizada claramente relacionada con los templos circulares romanos. Las fachadas están comúnmente organizadas en 3 cuerpos verticales, el central más alto que los laterales, el conjunto está coronado por un gran frontón triangular, ejemplo en la fachada de la iglesia gótica de Santa María Novella en Florencia obra de Alberti. Los modelos de la arquitectura romana están en ocasiones presentes en la fachada de las iglesias que tienen forma de arco de triunfo, como la citada iglesia de Sant’ Andrea de Mantua.

Los Palacios

Tienen una forma cúbica rematada por una cornisa y molduras horizontales que separan los 3 pisos estructurados en 3 órdenes (toscano o dórico, jónico y corintio), la fachada en la que destaca la poca importancia que se da a la portada principal presenta numerosas ventanas que aligeran la sensación de macizo aunque conservan un carácter defensivo, se refleja en la utilización de un almohadillado grueso en la parte inferior y más ligero en las 2 plantas superiores. Otra característica importante es el palacio italiano que es la organización interna del edificio alrededor del cortile o patio central. Ejemplos claros de palacio renacentista son el Palacio Rucellai obra de Alberti y el Palacio Medici Riccardi de Michelozzo, ambos en Florencia, un carácter más abierto con predominio absoluto de aperturas sobre el muro tiene el Palacio Vendramin-Calergi de Mauro Coducci en Venecia. En el Cinquecento destaca el Palacio del Te en Mantua obra de Giulio Romano.

Las Villas

Una tipología arquitectónica propia del S.XVI fue la casa de campo de origen romano, su desarrollo alcanzó el máximo esplendor en las villas suburbanas de Palladio en los alrededores de Vicenza, ciudad cercana a Venecia, entre las villas conservadas destaca la Villa Capra más conocida como La Rotonda cerca de Vicenza.

Otras Tipologías

Otras propuestas arquitectónicas civiles son los hospitales entre los que destacan el de los Inocentes en Florencia, obra de Brunelleschi y el Hospital de Milán, y los teatros sobresaliendo el Teatro Olímpico de Vicenza obra de Palladio también son importantes las fantasiosas propuestas de Palladio para el Puente Rialto de Venecia.


Santa María de las Flores

Cronología

1418-1446

Estilo

Renacimiento

Materiales

Ladrillo, piedra, mármol

Dimensiones

114m alto y 41,7 diámetro

Alberti consideraba la cúpula de la Catedral de Florencia amplia como para cubrir con su sombra el pueblo toscano, esta magnífica cúpula concebida para convertirse en la mayor y más alta de las iglesias de Italia cambió la imagen de Florencia y le confirió la grandiosidad que la ciudad reclamaba, Florencia consideraba como la nueva Roma ya que vivía su máximo esplendor.

Brunelleschi consiguió que le encargasen el proyecto más ambicioso de su tiempo, acabar la construcción de la Catedral de Florencia, versado en matemáticas y geometría e inventor de máquinas y técnicas constructivas había recibido una formación atípica de arquitecto que le ayudó a emanciparse de las tradiciones arquitectónicas locales y convertirse en un innovador. En el exterior la cúpula presenta un aspecto singularmente esbelto gracias a su perfil ojival conseguido a partir de la inteligente curvatura de los 8 nervios de mármol blanco y 4m de espesor que ascienden hasta la cúpula, los nervios se unen y dan paso a una estilizada linterna diseñada por el autor de esta obra, la cúpula cuyas 8 caras están recubiertas de tejas rojas se alza sobre un tambor octogonal de piedra revestido de mármol (blanco, verde, y rosado) con una gran ventana circular en cada uno de sus lados. La catedral era de estilo gótico y tenía la genuina decoración bicroma de la arquitectura románica toscana desde su inicio en 1926 estaba planificada la construcción de una cúpula gigante sobre el crucero y en 1418 se convocó un concurso para adjudicar las obras ya se habían prefijado los pilares y el tambor octogonal, Brunelleschi presentó una maqueta tan innovadora que aun antes de acabarlo ya fue elegida, fue el único que suscribió una propuesta de construcción sin cimbra. El resto de concursantes realizaron maquetas en versiones de escala, de carísimas y casi imposibles andamiajes que debían sustentar la cúpula desde el suelo. Su construcción supuso un acontecimiento excepcional porque se realizó sin cimbras, ni andamios que partieran de tierra. Brunelleschi ideó un método autoportante para alzarla. En primer lugar planteó la cúpula como un doble cascarón octogonal con un espacio vacío en medio, el cascarón interno de ladrillos y piedras debía ser más resistente que el externo para sostenerlo. El espacio vacío central fue calculado para que entre ambos cascarones pudiera trazarse una esfera virtual este detalle no era gratuito Brunelleschi había estudiado con detenimiento las cúpulas anteriores y sabía que de esta manera su cúpula aunque fuera octogonal se beneficiaría de las cualidades de una cúpula esférica. Así compensó la presión que se generaba hacia el interior y dio paso definitivo hacia la autosustentación. Para completar la autosustentación de la cúpula, mientras se construía se sirvió de las hiladas de ladrillos que la conformaban, el artista las concebía como círculos perfectos colocados sucesivamente unos sobre otros, en cada hilada situó series de ladrillos verticales, su número y emplazamiento respondía a un cálculo para que los ladrillos verticales soportaran a los horizontales dispuestos entre ellos, así cada hilada resultaba autoportante y una vez concluida sustentaba a la siguiente. Quedaban pendientes sin embargo algunas presiones como por ejemplo el empuje centrífugo que se producía en la base de la cúpula formada por los bloques de piedra que unían los dos cascarones. Esta y otras tensiones fueron contrarrestadas desde el exterior por los propios nervios visibles muy reforzados y por diversas semicúpulas de descarga y desde el interior por una serie de costillas horizontales concéntricas y por nervios ocultos en las caras octogonales.