Desarrollo del arte Barroco en Murcia
En el siglo XVIII comienza en Murcia una etapa de desarrollo económico, apareciendo diversos factores que influyen en el desarrollo del arte. El cardenal Belluga fue el impulsor de la economía. Se crea la Real Fábrica de Sedas y se desarrolla el comercio de la seda con Italia. Más tarde Floridablanca, ministro de Carlos III, ayudó al desarrollo cultural, social y económico de la región. Durante esta época, y coincidiendo cronológicamente con el arte Barroco, se harán en Murcia importantes realizaciones artísticas, entre las que cabe destacar la fachada o imafronte de la catedral de Murcia. Las característ del Barroco murciano son similares a las que podemos encontrar en otras partes de España y en la Europa Mediterránea: (Apartado que podemos resumir) – Ruptura con el equilibrio clásico, siguiendo el camino iniciado por Miguel Ángel.- El realismo idealizado del Renacimiento da paso al Naturalismo para plasmar la realidad pero sin idealización, con todos sus defectos y virtudes. Aparecerán así temas macabros, crueles, dirigidos a influir en el espectador.- Captar la fugacidad producida en un momento. Se intenta sorprender en un momento concreto. – El movimiento se manifiesta no sólo en lo físico (contorsiones anatómicas, ropajes al viento) sino también en la composición de las figuras y escenas (espirales, diagonales…), todo para marcar el carácter teatral, con utilización de la luz, los materiales combinados entre sí (mármoles de colores, bronce o estucos).- Función propagandística, al servicio de la religión o de los Papas, intentando impresionar al espectador, con gestos retorcidos, lágrimas, etc., y con toda una temática que abarca desde las fuentes hasta las tumbas, pasando por las imágenes procesionales españolas. En Murcia, como en el resto de España, la escultura será de temática religiosa, siendo el arte español el que mejor refleja las ideas de la Contrarreforma. Intentando acercar la religión al pueblo, se representan imágenes de Cristo, la Virgen, los santos. Sus obras más comunes son los retablos de las iglesias y los pasos procesionales, e incluso los retablos se decoran con imágenes de bulto redondo, para que puedan ser sacadas en procesión en Semana Santa. Las esculturas españolas se caracterizan por un realismo extremo, con gestos dramáticos o de exaltación mística. Se potencian rasgos de la fe que han sido eliminado por Lutero o Calvino, como: la defensa de los Sacramentos, sobre todo la Penitencia y la Eucaristía, la vida de Cristo y especialmente la Pasión. También todo lo relacionado con la santidad de la Virgen, las escenas de milagros, etc. La técnica se basa en la talla de la madera policromada con estofados y encarnados. Se intentaba conseguir que las imágenes parecieran reales, por lo que se hacían uso de postizos (cabello, uñas, ojos y lágrimas de crista…). Muchas de estas imágenes eran llamadas de vestir, donde el cuerpo de la figura es un maniquí cubierto con ropas auténticas y del que tan sólo se tallan las partes visibles: cabeza, manos y pies. Resulta de un arte de gran teatralidad, donde las imágenes son el centro de atención en las procesiones y con ellas se pretende conmover al pueblo para atraerlo a la fe. Dentro de esta corriente se distinguen varios focos regionales: Castilla, cuyo principal representante es Gregorio Fernández, Andalucía con Juan Martínez Montañés y Alonso Cano y, en el siglo XVIII, Murcia con Salzillo.FRANCISCO SALZILLO (1707-1783). Fue hijo del escultor italiano Nicolás Salzillo, que tras la muerte de éste, se hizo cargo del taller de escultura. Recibió pronto una lluvia de encargos, no solo en Murcia sino también de las provincias limítrofes. Obtuvo tanto éxito que en 1755 le nombraron Escultor Oficial del Concejo de Murcia e inspector de pintura y escultura.En cuanto a las características de su obra, las esculturas están realizadas en madera policromada y estofada, y algunas son imágenes de vestir. En los rostros utiliza la técnica del encarnado (dar color a las partes del cuerpo no ocultas por las vestiduras). Los colores son intensos, de tonos dorados, verdes, rosados…. Utiliza el plegamiento de las telas para crear luces y sombras. Utilizaba como modelos a gentes de Murcia, por lo que algunas de sus obras constituyen una galería de retratos de la época. En sus obras funde el dramatismo hispano con la gracia de Italia.Su obra la podemos dividir en diferentes etapas:-Época juvenil. En esta época termina obras que no había terminado su padre, como Santa Inés, en la Iglesia de Santo Domingo, o el San José, en las Claras. En ellas adopta la línea escultórica de su padre y con cierta influencia de Berbini y de la escuela napolitana. Son obras de tamaño pequeño, riqueza de los oros, calidad de las telas y temas muy dulces. Comienza también a esculpir imágenes para vestir, como Santa Lucía, en Bartolomé. Su obra culminante de esta época es la Sagrada Familia, de San Miguel.-Época de Madurez (1740-1765). En esta etapa realiza la gran mayoría de los Pasos Procesionales para la Cofradía de Jesús Nazareno de Murcia. En esta etapa se advierte una mayor presencia del taller de Salzillo. Estos pasos de Semana Santa tenían como finalidad revivir los momentos de la pasión de Cristo. Entre ellos destacan la Oración del Huerto, La Verónica, La Dolorosa y La Cena. En ellas destaca el realismo extremo, busca la belleza y el naturalismo. Sus rostros parecen de porcelana, por lo que se considera a Salzillo un magnífico exponente de la escultura Rococó. Sus paso procesionales muestran una gran unidad psicológica, rostros, excesivamente dulzones y posturas y anatomías muy reales. Su obra se encuentra en el museo Salzillo, en Murcia.En cuanto al análisis de algunas de sus obras destacamos: La Sagrada Familia (1735). Pertenece a la 1a etapa. Situada en la Iglesia de San Miguel, en Murcia. De influencia paterna, de Bernini y de la escuela napolitana. Grupo escultórico, de temática religiosa donde representa la familia de Jesús, en una actitud que se denomina “sacra conversazione”. Se representa a la Virgen con el Niño y San José que reciben la visita de Santa Ana y San Joaquín (padres de la Virgen), en actitud de conversar, uniendo lo humano y lo divino. Es muy común en Salzillo representar escenas sagradas como situaciones cotidianas. La composición es piramidal; todas las figuras giran en torno al Niño, sostenido en brazos por su madre. El lenguaje de las manos marcan movimiento el cual nos envuelve.San Jerónimo Penitente (1755). Pertenece a la 2a etapa. Situado en la Catedral de Murcia. Escultura de bulto redondo, que originalmente ocupaba el altar de la Iglesia del monasterio de los Jerónimos. Se trata de un tema religioso tratado con gran realismo. Se muestra al Santo de penitencia en el desierto, en actitud dramática para guiar al espectador al fervor religioso del espíritu de la Contrarreforma; muy propio del Barroco español. El Santo se nos muestra como un ermitaño en actitud de orar, rodeado de simbología: un crucifijo, una calavera, símbolo de la muerte y de la brevedad de la vida, la Biblia a sus pies nos recuerda que el Santo fue su traductor, el león dominado por el Santo símbolo de fidelidad.. Es una obra de gran carácter psicológico. Capta justo el momento de éxtasis espiritual del Santo frente al crucifijo. Esto es una característica propia del Barroco, captar el momento exacto de la acción, en este caso el rezo. La expresión de la cara muestra sufrimiento por las arrugas y su boca abierta indica que está rezando. De anatomía aviejada. En la mano derecha porta una piedra con la que se golpea el pecho para castigarse. En esta obra no utiliza en estofado para las túnicas pero sí el encarnado para las partes anatómicas. Es una obra naturalista, realista y dotada de movimiento gracias a las líneas diagonales, y ropajes que contribuyen a crear claroscuros. La Oración del Huerto (1755). Pertenece a la 2a etapa. Está ubicada en el Museo Salzillo. Es un grupo escultórico compuesto por San Juan, San Pedro y Santiago en una parte de la escena, y por otro lado Jesús y el Ángel. Es de temática religiosa donde se representa el tema de la oración en el huerto de los olivos de Getsemaní. Mientras los discípulos duermen sobre un simulada superficie rocosa, Cristo recibe al enviado (el ángel) que le anuncia su pasión. La composición es equilibrada y geométrica y la posición de los personajes es sedente y de cuerpo entero. En cuanto al planteamiento del tema, Salzillo reinventa la escena y el ángel desciende junto a Jesús, para que puedan ser contemplados desde el mismo punto de vista, ya que tiene en cuenta que su obra será vista en movimiento por las estrechas calles de Murcia. La figura del ángel es la más interesante del conjunto, sensual y de blanda apariencia, más cerca del Neoclasicismo que del Barroco, mientras la figura de Cristo, desmayado, contrasta con la de éste. El diferente aspecto de ambos ha sido considerado como las tres edades de la vida, simbolizadas en los apóstoles dormidos. El Belén (1776-1783). Pertenece a la 2a etapa. Está ubicado en el Museo Salzillo. Es una obra de pequeño formato que enlaza con el Rococó. Está formado por 900 figuras y fue concluido tras su muerte por su discípulo Roque López. Nos muestra diversos aspectos del mundo de vida popular en Murcia en el siglo XVIII, en especial en su indumentaria. Destaca el anacronismo de la indumentaria, vestidos a la moda, la Murcia de la época. A pesar de ser una obra de pequeño tamaño, está realizada con todo el encanto y esa sensación de lo bonito, con toda la expresividad barroca que caracteriza la obra de Salzillo.Salzillo creó la Escuela Murciana de Escultura, que trascendió a su época y que ha permanecido hasta hoy día. Entre sus discípulos más destacados se encuentra Roque López.
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