Explorando las Catedrales Medievales de Lugo y Ourense: Arquitectura e Historia
Construcción de las Catedrales Medievales
Catedral de Lugo: Un Lugar Privilegiado
La Catedral de Lugo se encuentra en un lugar privilegiado dentro de las murallas, junto a una puerta. Su construcción comenzó en 1129 por Raimundo de Monforte, de origen francés, quien llegó a Lugo coincidiendo con la elección de un obispo francés. La planta es de cruz latina, con tres naves y una en el crucero. En el siglo XIV, una reforma cambió la cabecera románica por la gótica, mientras que la capilla central pertenece al barroco. La obra fue lenta, terminándose en torno a los siglos XIV-XV. En el siglo XVIII se dejó tal como la conocemos hoy, incluyendo la fachada y el claustro.
Los tres primeros tramos de las naves tienen arcos formeros menores que los arcos de los dos siguientes. A partir del quinto tramo, los arcos son apuntados. En el siglo XVIII, se añadieron dos tramos imitando el tramo anterior, culminando con la fachada. En el crucero, se conservan restos románicos, destacando un arco lobulado en el interior con una moldura de billetes, de perfil semicircular, similar al ajedrezado. En la sacristía, reutilizado como pila, se encuentra un capitel en mármol de Lincio.
En época gótica, se derribaron tres capillas románicas para construir capillas góticas y dar paso a la girola. Las bóvedas, los arcos fajones y los rosetones de los extremos del crucero son de estilo gótico. La bóveda de crucería cuatripartita se encuentra en el centro del crucero. El tratamiento exterior de los muros se conserva poco, con contrafuertes unidos por arcos de medio punto. El muro del crucero no coincide con el de las naves, ni en hilada ni en altura.
La puerta norte cuenta con un pórtico renacentista del siglo XVI, que adquiere notoriedad por su dintel con dos arcos recortados de medio punto con un capitel colgante (pinjante). Se reutilizaron fragmentos desconocidos. El tímpano presenta motivos ornamentales de rosca, interrumpida por un sillar superior, y una escultura del Pantocrátor. Una barra de hierro sostiene el pinjante, que también es reutilizado. Las hojas de la puerta exhiben los mejores herrajes medievales de Galicia, con una pletina de hierro forjado y extremos cortados como una palma.
Los primeros tramos de la nave sur tienen un zócalo acabado en billetado. En el cuarto tramo, dos arcos superpuestos generan bóvedas de arista. La puerta en la nave norte carece de tímpano, algo raro en Galicia. Entre el tramo tercero y el cuarto, el cambio afecta a la organización de los muros. La segunda campaña constructiva cambia el taller, y el maestro a cargo está influenciado por la Catedral de Santiago en cuanto a ornamentación.
El sepulcro de Santa Froila es único en Galicia. Tiene una cámara funeraria cubierta a doble vertiente con soga en la arista y un motivo iconográfico en una cara, mientras que la otra está lisa, sin terminar. Las tribunas minimizan la diferencia de periodos, con capiteles de hojas con bolas, cubiertos con bóvedas de arista. El trifolio se encuentra en las naves laterales.
En 1738 se derribó la fachada principal, de la que se conserva un dibujo. A los lados, se encuentran paños laterales de las naves y dos torres de servicio para el mantenimiento de la cubierta. Existía un rosetón similar a los del crucero. En los primeros años del siglo XIV, se derribó la capilla románica para crear una capilla mayor rodeada por otras perimetrales. Las ventanas de la parte superior datan del siglo XVIII. La girola es austera en planteamientos generales. En el exterior, las capillas avanzan y retroceden en la fachada, con contrafuertes en cada esquina de las capillas poligonales, un zócalo macizo y grandes ventanas amaineradas (con pilar en el medio). Dos lancetas dejan entre su remate y el del hueco un rosetón. Existió un claustro medieval previo al actual barroco.
Catedral de Ourense: Una Evolución Arquitectónica
La planta actual de la Catedral de Ourense es distinta a la original, aunque mantiene la misma organización. Cuenta con tres naves, dos pórticos en el crucero y uno antes de la girola. La cabecera se comenzó en torno a 1160 bajo el obispo Pedro Seguín, pero no se terminó. Entre 1218 y 1248, el obispo Don Lorenzo dio un impulso definitivo a las obras, construyendo la fachada occidental y el pórtico.
A mitad del siglo XII y comienzos del XIII, al terminar la construcción, se le añadieron elementos. Lo primero fue un claustro, del que solo se construyó una esquina, llamada la Claustra Nova. En el siglo XV, sufrió ataques con artillería, afectando a la fachada norte y al extremo de la nave sur, así como al Pórtico del Paraíso. En el siglo XVI se construyó la sacristía, y en el siglo XVIII se derribó la cabecera románica, a excepción de la capilla mayor, y se construyó una girola.
La catedral románica original tenía cinco capillas, tres juntas en el centro y dos en el crucero. La cabecera es de tipo vinculado a monasterios cistercienses. La catedral fue influenciada por la construcción de monasterios del Císter.