Interior San Lorenzo


Identificación


Estamos ante la Iglesia de San Lorenzo, realizada por Filippo Brunelleschi entre 1440 y 1445. Tiene estilo renacentista y se encuentra en Florencia.

Contexto Histórico


Es una de las iglesias de Florencia más antiguas, consagrada en el 393 a San Ambrosio, obispo de Milán. Durante tres siglos fue la primera catedral florentina y conservaba los restos de San Zanobi, primer obispo de Florencia, que después pasaron a Santa Reparata. La basílica actual fue construida sobre la original a partir de 1419 por voluntad del fundador de la familia de los Médicis, Giovanni di Bici, que contrató para el proyecto a Filippo Brunelleschi. La relación entre los Médicis y el clero florentino era tan buena que la basílica fue el lugar de sepultura de Giovanni, Cosme y otros muchos sucesores. Las obras duraron mucho tiempo y se terminaron, excepto la fachada, en 1461, gracias a la contribución de Cosme el Viejo, hijo de Giovanni. La fachada de la iglesia está sin terminar, a pesar de los diferentes proyectos, como el que el papa León X le propuso en 1518 a Miguel Ángel. A finales del siglo XVI, al lado de la basílica, se construyó la Capilla de los Príncipes, para las tumbas monumentales de los componentes de la familia Médicis. La pequeña torre de la basílica es del año 1740.

Análisis de la Obra


La planta de la basílica es de cruz latina, compuesta por un cuerpo central dividido en tres naves, un transepto de la misma anchura que la nave central que cruza el cuerpo central de forma perpendicular y un ábside de planta cuadrada. Las naves laterales están recorridas por una escalinata continua pegada al muro que da paso a las doce capillas laterales repartidas de forma equitativa entre las dos naves laterales. El transepto está rodeado por cinco capillas a cada lado a las que se accede mediante la escalinata que continúa desde las naves laterales. A cada lado del transepto hay una obertura que da acceso a las dos sacristías: la Vecchia y la Nuova, esta última posteriormente construida por Miguel Ángel. Finalmente, se encuentra el ábside como una continuación de las capillas del transepto, pero de la misma longitud que el crucero y de la misma anchura que la nave central. A la basílica se accede a través de tres puertas: una principal coincidiendo con la nave central y una a cada uno de sus lados que dan acceso a las naves laterales. Las naves laterales se separan de la nave central por un conjunto alineado de columnas corintias que culminan en el muro del transepto con pilares cruciformes del mismo orden. Las columnas están compuestas por: una basa, un fuste liso, un capitel con hojas de acanto estilizadas y una sección cuadrada de entablamento. Este último está dividido por un arquitrabe a tres bandas, un friso con relieves decorativos y una cornisa. Sobre estas cornisas descansan arcos de medio punto decorados de la misma forma que el entablamento de las columnas. Después de estos arcos hay un muro continuo con estrechos y alargados ventanales que rematan en un arco de medio punto. La posición de los ventanales coincide con el eje central de los arcos de medio punto. La cubierta de esta nave central es plana, decorada con artesonado en forma de casetones. En las naves laterales, el muro está abierto por arcos de medio punto que dan acceso a las doce capillas separadas entre sí por un muro. Entre los arcos hay situadas pilastras de orden corintio. Sobre los arcos y las pilastras se asienta un entablamento a modo de decoración que recorre el muro de forma continua con un arquitrabe dividido en tres bandas, un friso liso y un pequeño saliente que sería la cornisa. Estas dos naves están cubiertas por bóvedas vaídas cuadradas en las que hay colocados ojos de buey en la parte del muro. Las capillas laterales están cubiertas por bóvedas de cañón. Las capillas del transepto están decoradas de la misma forma que las naves laterales con un arco de medio punto, pilastras corintias y la imitación del entablamento en la parte superior. La cubierta de estas capillas es de bóvedas vaídas y además tienen el mismo tamaño que las naves laterales. La zona del crucero está cubierta por una cúpula en forma de hemiciclo asentada sobre pechinas que a su vez descansa sobre dos pilares cruciformes corintios y los dos lados del muro del ábside decorado con pilastras corintias. El ábside sigue el mismo sistema decorativo que la nave central con una cubierta plana con artesonado en forma de casetones. Hay que destacar que el muro del fondo está dividido en dos pisos. En el piso superior hay un coro que se sustenta mediante dos columnas corintias del mismo tamaño que las de la nave central. La decoración interior se basa fundamentalmente en la alternancia del color gris de la piedra empleada en la construcción, que se puede apreciar en arcos y columnas, sobre todo, y del enlucido en blanco de los muros. A través de una pequeña entrada en el transepto se accede a la Sacristía Vecchia. Esta estancia tiene una planta rectangular dividida en diferentes espacios. Al entrar hay un primer espacio cuadrado determinado por la cubierta de cúpula gallonada que lo corona. La cúpula está dividida en gajos. Cada gajo tiene en su parte inferior un ojo de buey como ventana. La cúpula tiene un óculo en el eje central. Esta cúpula se asienta sobre cuatro grandes pechinas decoradas con un tondo en cada una de ellas. Estas cuatro pechinas se encuentran sobre la cornisa de un entablamento continuo que rodea la estancia y está formado por la citada cornisa, un friso decorado con relieves policromados y un arquitrabe dividido en tres bandas. El arquitrabe se sustenta sobre pilastras corintias colocadas en las esquinas. El espacio culmina en tres estancias diferenciadas. La central, de mayor tamaño que las laterales, también está culminada por una cúpula sobre pechinas. Entre las pechinas se abren muros que confieren arcos ciegos de medio punto en cuyo eje central se abre un ventanal también rematado por un arco de medio punto. Estos elementos se asientan sobre el entablamento continuo que recorre la sacristía. En la parte inferior de los tres lados del muro que confieren la estancia aparecen arcos ciegos de medio punto. En el centro se sitúa la tumba de Juan de Medici. Las dos estancias laterales son habitaciones cerradas a las que se entra por dos pórticos decorados con formas clásicas. La puerta está flanqueada por dos columnas jónicas sobre las que se asienta un entablamento compuesto por un arquitrabe, un friso liso y una cornisa. Sobre este último elemento carga en volantizo un frontón triangular que deja en su interior un tímpano liso. Encima de esta estructura hay colocado a modo de decoración un arco de medio punto, que encierra un espacio a modo de hornacina y en cuyo interior posteriormente se colocarían figuras decorativas. En el interior de una de estas estancias hay colocada una escalera que sube a un piso superior. La decoración básica de esta sacristía corresponde con la del resto de la basílica, alternando el gris de la piedra con el enlucido blanco de los muros. Además, el suelo está decorado con mármol alternando diversos colores que dan lugar a formas geométricas. Exteriormente, a la fachada de la basílica le falta el recubrimiento de mármol, quedando al descubierto la piedra y el ladrillo empleados en la construcción de toda la iglesia. La fachada está compuesta por tres puertas y una hornacina en la parte superior del eje central, coincidiendo con la parte más alta de la nave central. En la fachada se puede apreciar cómo la iglesia está compuesta por tres niveles: la nave central más alta que las demás con una cubierta a dos aguas revestida con tejas rojas; las naves laterales, cuya cubierta exterior parte de la zona inferior de los ventanales de la nave central; y la cubierta exterior de las capillas, que se sitúa a partir de los ojos de buey de las naves laterales. El muro exterior de las capillas emplea como decoración arcos ciegos de medio punto. La zona del crucero donde se encuentra la cúpula está formada por un prisma cuadrangular recorrido por una arquería en la parte superior y está culminado por una cubierta piramidal formada por cuatro vertientes que convergen en un vértice común. La zona del transepto sigue la misma división en niveles que el cuerpo central. En la zona donde se encuentra la cúpula grande de la Sacristía Vecchia, la cubierta exterior tiene una forma cónica y está rematada por una linterna que coincide con el óculo de la cúpula.


Virgen de las Rocas – Leonardo da Vinci


Identificación


1) TÍTULO: Virgen de las Rocas.
2) AUTOR: Leonardo da Vinci.
3) CRONOLOGÍA: 1483-86.
4) LOCALIZACIÓN ACTUAL: Museo del Louvre (París). National Gallery (Londres, 1504).
5) ESTILO: Renacimiento “Cinqueccento”.

Contexto Histórico


Nacido en Vinci (Florencia), es el “prototipo” y uno de los principales representantes del “hombre renacentista” en el Cinqueccento. Sobresalió en casi todos los campos científicos y en las artes. Leonardo no es simplemente un pintor, sino que trabajó como escultor, escenógrafo, arquitecto, ingeniero militar, inventor e investigador de las más variadas ramas del saber.


En las artes plásticas destacó principalmente como pintor, dando a la pintura una base científica.

  • 1) Creador del “sfumato”.
  • 2) Composiciones, principalmente, triangulares y cerradas, en las que siente especial preocupación por enlazar unas figuras con otras tanto formal como espiritualmente.
  • 3) Estudia la figura humana tanto psicológica como anatómicamente.
  • 4) Representa los rostros con una suave sonrisa, llamada “sonrisa leonardesca”.
  • 5) Los paisajes poseen un encanto sombrío.
  • 6) Su preocupación por el claroscuro será el origen del futuro tenebrismo barroco.


Originalmente fue pintada al óleo sobre tabla, pero en la actualidad ha sido transferida a lienzo (se conserva una copia en la National Gallery de Londres, probablemente ejecutada por el propio Leonardo hacia 1504). Se representa en la pintura a la Virgen acompañada por un ángel y los niños Jesús y San Juan Bautista. La presencia de San Juanito está tomada de los Apócrifos y de las Meditaciones de la Vida de Cristo.

Análisis de la Obra


Las figuras se disponen formando un triángulo casi equilátero atravesado por el sutil zig-zag que marcan las manos, cuya gesticulación, como sucede en la mayoría de los cuadros de Leonardo, es de capital importancia (el audaz escorzo de la mano izquierda de María fue luego muy imitado).

La escena se ambienta en un paisaje fantástico (las plantas, sin embargo, están tratadas con realismo y minuciosidad de botánico) de rocas apiladas de modo inverosímil entre las que se filtran luces irreales que contribuyen a generar la profundidad del espacio.

La importancia que se otorga al claroscuro (cuerpos de los niños), el sfumato y la perspectiva aérea son los habituales en la pintura de Leonardo da Vinci.

Destaca asimismo el empleo de la denominada “perspectiva aérea” que en su tratado de la pintura definió como la disminución de la intensidad de los colores y la pérdida de definición de los objetos con la lejanía, por la interposición de capas de aire.