Análisis de la Piedad de Miguel Ángel: Una Obra Maestra del Renacimiento

Cronología

1498-1499, Cinquecento, Talla, Mármol, 1,74m (alto) x 1,95m (largo), Basílica de San Pedro del Vaticano.

Introducción

La obra que analizamos es la Piedad del Vaticano, grupo escultórico realizado por Miguel Ángel Buonarroti entre 1498 y 1499. Ubicada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, esta escultura pertenece al Renacimiento italiano, a caballo entre el final del Quattrocento y comienzos del Cinquecento.

Análisis

Tema

El tema, de origen gótico, es la Piedad: la Virgen sostiene en su regazo el cuerpo de su hijo muerto tras el descendimiento de la Cruz. Su tratamiento, sin embargo, se aleja del espíritu gótico, eliminando la expresión de dolor de la madre para crear una imagen de suave melancolía. Esta melancolía podría conectar con ideas de los Evangelios apócrifos, donde la Virgen recuerda a Jesús recién nacido y conoce, a través de una revelación, su futura Pasión. Esto explicaría su actitud pensativa, melancólica e introspectiva.

Material y Composición

La escultura, de mármol de Carrara, fue tallada y pulida en ciertas zonas para reflejar la luz. Pensada para su contemplación frontal, su composición clásica se inscribe en un triángulo equilátero que le da estabilidad. Los suaves movimientos (paños, cuerpo y mano de Cristo) hacia la derecha se equilibran con el contraposto de la cabeza de la Virgen y un gran paño a la izquierda, creando armonía y tranquilidad. El modelado varía: mayor volumen en los paños inferiores para estabilidad visual, y más suave en los cuerpos y paños superiores, pulidos para reflejar la luz y suavizar las formas.

Figuras

Las figuras, de canon clásico, presentan posiciones estáticas y expresividad controlada. Destaca el conocimiento anatómico en el cuerpo de Cristo, fruto de estudios anatómicos, incluso autopsias clandestinas. La figura de la Virgen, si estuviera de pie, sería enorme. Esta corrección óptica permite dar mayor apoyo y estabilidad a Cristo.

Paños y Texturas

Los paños muestran variedad de texturas, desde las toscas telas inferiores hasta la suave camisa, revelando un gran interés por las texturas.

Comentario

: Evidentemente nos encontramos con una obra clásica del Renacimiento en su momento de mayor expresión (Cinquecento). Tanto el exquisito trabajo sobre el mármol, como su interés reiterado por la búsqueda del equilibrio y belleza idealizada nos hablan de una obra temprana de Miguel Ángel. Durante este periodo del Cinquecento las diversas artes llegan a un periodo de plenitud tras toda la experimentación generada durante el Quattrocento. Los nuevos mecenas, el Papado, han sustituido a los antiguos príncipes de las ciudades (Médicis florentinos eliminados tras la revuelta de Savonarola, Montefletro, en Urbino, los Gonzaga de Mantua, los Sforza en Milán…) y en torno a Roma confluyen las principales figuras artísticas (Bramante, Leonardo, Rafael o Miguel Ángel). Esta nómina de autores dará una mayor monumentalidad a sus obras, recogiendo tanto la herencia grecolatina(se potencian las investigaciones arqueológicas) como la del Quattrocento. En lo que se refiere a Miguel Ángel como escultor sigue la senda iniciada por Donatello, aunque dándole una mayor monumentalidad (Della Quercia). En el aspecto ideológico aún es deudor de las ideas neoplatónicas que en su primera juventud había conocido en la Academia de Lorenzo el Magnífico, buscando así la belleza idealizada que se encontrara en la pura esfera de las ideas (lo divino) según la interpretación cristiana que hizo delneoplatonismo Pico della Mirandola. De la misma manera las obras de este periodo buscan la exquisitez y la armonía (Virgen de Brujas) como lo podían hacer en arquitectura Bramante (San Pietro in Montorio) o Leonardo (Virgen de las rocas). Sin embargo este periodo clásico será muy breve en la vida del artista, pues él será uno de los primeros que den los pasos que conduzcan al manierismo. Ya sea por su propia personalidad (angustiada) como por factores externos (Sacco di Roma, problemas religiosos de la reforma…),Miguel Ángel comenzará a alejarse del equilibrio y la armonía clásica para potenciar las distorsiones y los sentimientos trágicos (ambos ya presentes en su gigantesco David, a mitad de camino entre ambos estilos). Con sus pinturas de la Capilla Sixtina o su famoso Moisés se completará el cambio hacia lo expresivo (su famosa terribilitá, sus anatomías hercúleas, sus formas serpentinatas), en las que tuvo mucho que ver el descubrimiento delLaocoonte helenístico. A partir de entonces todos sus esfuerzos irán conducidos a conseguir una mayor expresividad y angustia que represente su mundo interior, cada vez más terrible. Las experiencias se acumularán también en la arquitectura (Escalera Laurenciana, Capitolio, Vaticano), pictórica (Juicio Universal en donde compondrá una gran obra centrífuga) o escultórica (sus capillas mediceas en donde se fuerza las posturas, se recurre a las deformaciones o el non finito), culminándose el proceso en su inacabada Pietá Rondanini. La influencia de toda esta evolución será enorme, e incluso será evidente en pintores consagrados como el propio Rafael, que también derivará a un manierismo deudor de ciertas técnicas miguelangelescas. La posterior generación le tendrá como el mayor artista de toda la Historia del Arte, y tanto Bronzino, como Pontorno, Tintoretto, el Greco,Berruguete, Juan de Juni seguirán su forma de tratar el arte como una forma de expresión interior. Un siglo después será Bernini quien lo recoja y comience a hacer en donde Miguel Ángel había parado, pasando de la expresión interna al movimiento. También Rubens tomó en cuanta sus anatomías excesivas, e incluso Velázquez copió alguna de sus composiciones. Ya en el siglo XIX será Rodin quien lo recuperará y reinterpretará en obras como el Beso.