Renacimiento en España: Escultura
Ocurre lo mismo que en arquitectura, las frecuentes relaciones políticas con Italia y la existencia de dominios españoles en este país favorecieron la entrada del Renacimiento en la escultura española. También siguen viniendo escultores franceses y flamencos que traen influencias renacentistas. El bronce se trabaja poco por dos razones: las razones técnicas y el temor a que la obra desapareciera en caso de guerra ya que este metal era aprovechado para la fabricación de armamento. Para los sepulcros se emplea escasamente el mármol y el alabastro, trabajando más intensamente la madera; la de pino se prefiere para los retablos pero policromada y el nogal se reserva para las sillerías de coro. Se acentúa la tendencia del s. XV a policromar imágenes. Este colorido es de influencia flamenca, en España tuvo arraigo y alcanzó gran riqueza debido a las aficiones realistas del pueblo español y a las grandes remesas de oro americano, pues el dorado es una técnica imprescindible en la pintura de imágenes. En el s. XV se dejaban amplios espacios dorados sin pintar, ahora se prefiere cubrir la capa dorada de pintura utilizándose a continuación dos técnicas:
- El grabado que consiste en levantar con un punzón parte de la pintura que se ha dado sobre el dorado.
- La pintura “a punta de cincel” cuando se aplican distintos colores directamente sobre el dorado.
Ambas técnicas constituyen el estofado. Las partes desnudas se encarnan con pinturas al óleo (mate o brillante). Hay escultura monumental y también exenta, pero lo que más se hace son retablos, tumbas y sillerías de coro. El RETABLO por lo general es un gran escenario de episodios del Antiguo y del nuevo Testamento, disponiéndose a modo de fachada. Consta de un banco, varios cuerpos, calles y ático. La ordenación de las escenas es generalmente cronológica haciéndose de manera horizontal de izquierda a derecha y de abajo a arriba. Las SILLERÍAS DE CORO se sitúan en el centro de la nave cerrándose por tres lados mediante el trascoro y con reja en el lado que mira al presbiterio. Las TUMBAS pueden ser exentas o de pared. El bulto aparece yacente u orante; en el primer caso el muerto aparece representado suavemente dormido. En la escultura española predomina el realismo y el artista está movido por un sentimiento religioso. La temática profana aparece en menor proporción que la religiosa y en ella se ve la presencia de lo mitológico. La evolución de nuestra plástica puede dividirse en el s. XVI en tres tercios:
- Pervive un intenso goticismo imitándose todavía el estilo flamenco del siglo anterior. Se registra la presencia de diversos artistas italianos. Es el momento culminante de la escuela de Burgos encabezada en este siglo por FELIPE BIGARNY que junto con DIEGO DE SILOE y BARTOLOMÉ ORDOÑEZ forma la tríada más importante de esta escuela.
- Es el momento culminante, constituye una aceptación de las formas del Renacimiento pero acoplándolas a un sentido ascético, casi angustioso que origina un arte agitado. Predomina la escuela de Valladolid donde tuvieron su taller ALONSO BERRUGUETE, JUAN DE JUNI y también GASPAR BECERRA.
- Supone la vuelta a la calma, se caracteriza por el manierismo al que dirige la escultura GASPAR BECERRA.
ALONSO BERRUGUETE (1490-1561) Fue hijo del pintor Pedro Berruguete. Fue a Italia donde se formó en pintura y en escultura adquiriendo influencias de Donatello como la talla profunda y menuda, sus modelos alargados y sus dulces formas femeninas; de Miguel Ángel adquirió el apasionamiento y la sugestión del volumen tridimensional; de Leonardo aprendió a expresar el carácter de los personajes; también le influyó el Laoconte que fue modelo común de los artistas del s. XVI. Regresó a España y se dedicó primero a la pintura pero luego la abandonó para dedicarse de lleno a la escultura. Da a sus figuras un sentido angustioso buscando formas angulosas que son de origen gótico. Impulsa la acción hacia delante por medio de brazos y piernas. Berruguete alarga las proporciones y estiliza las formas; reserva lo ideal para las imágenes de la Virgen. Compone los retablos a su manera, con una gran variedad. Su primera obra documentada es el Retablo de Mejorada de Olmedo en el que hay varios relieves como el de La Anunciación inspirado en Donatello. Su obra más renombrada es el Retablo Mayor de San Benito de Valladolid, pinturas, relieves, estatuas pequeñas, estatuas grandes ordenadas en una arquitectura de finas columnas abalaustradas componen este gran retablo (se conserva desarmado en el Museo de Valladolid). Recibe el encargo de labrar a medias con Bigarny la Sillería Alta de la Catedral de Toledo. Las tallas de Bigarny palidecen ante las de Berruguete pues la escultura es al desnudo, es decir, sin policromar y se puede apreciar la genialidad de Berruguete. Es una obra considerable (36 tableros de nogal y 34 de alabastro), dominan las posturas inestables apoyando las figuras en una sola pierna. La sillería se corona con una Transfiguración en bulto completo y tallada en alabastro. También realiza el Retablo de Santa Úrsula en Toledo. Una de sus últimas obras fue el Sepulcro del Cardenal Tavera para el hospital del mismo nombre en Toledo. De Francia proceden buenos artistas como es el caso de: JUAN DE JUNI que se formó primeramente en su país, pasó después a Italia y se instaló definitivamente en España. En JUNI hay que ver tres elementos: lo francés, lo italiano y lo español. JUNI es un clásico y le preocupa mucho la simetría. Su arte es apasionado y utiliza escorzos atrevidos. Los rostros aparecen angustiados y vehementes, sin embargo, en su obra también hay momentos de tranquilidad y reposo, siendo un buen ejemplo de ello La Inmaculada de la capilla de los Benavente en Median de Rioseco que es quizá la más bella del s. XVI en escultura. Otras obras son: La Virgen de las Angustias (Ávila), El Retablo de La Antigua, La Virgen de los Cuchillos, Eccehomo, El Santo Entierro…