La Comunicación: Definición y Conceptos Clave

El término comunicación proviene de la palabra latina communis, que significa “común”. Por tal motivo, al comunicarse se trata de establecer una comunidad con alguien, de compartir lo que se tiene en común. La comunicación es un proceso de interacción social a través de símbolos y sistemas de mensajes que se producen como parte de la actividad humana. Es una actividad inherente a la naturaleza humana que implica la interacción y la puesta en común de mensajes significativos a través de diversos canales y medios para influir en el comportamiento de los demás y en la organización y desarrollo de los sistemas sociales.

Los animales no razonan ni hablan, pero sí pueden comunicarse. Pueden emitir, recibir e interpretar ciertos mensajes de otras especies y actuar según su instinto de conservación ante situaciones adversas. Estos asuntos son ajenos a la teoría de la comunicación, y de ellos se encarga otra disciplina: la zoosemiótica.

Por tanto, nuestro objeto de estudio será la comunicación como un proceso humano de interacción de lenguajes que se encuentra más allá del mero traspaso de información. Es más un hecho sociocultural que un proceso mecánico.

Tipos de Comunicación

Los diferentes tipos de comunicación son un elemento básico de la vida humana. La palabra “comunicación” se refiere a personas que interactúan de forma que es entendida por al menos una de las partes que intervienen como mensajes.

¿Qué son los mensajes? Los mensajes son conjuntos de símbolos que se presentan deliberadamente organizados (con significados) para aquellos que los envían o reciben. Los signos son a menudo verbales, pero también pueden producirse a través del lenguaje corporal.

  • Comunicación interpersonal: una forma que implica a dos o tres individuos comunicándose entre sí utilizando sus voces, gestos faciales, gestos manuales y otros signos (como la ropa) que utilizan para transmitir un significado.
  • Comunicación interpersonal mediada: es un tipo especializado de comunicación interpersonal; puede ser descrita como la comunicación interpersonal que es asistida por un dispositivo, tal como una pluma, un ordenador o un teléfono.
  • Comunicación intrapersonal: consiste en que el individuo tenga una conversación hablando consigo mismo. (Por ejemplo: monólogos interiores).
  • Comunicación en grupos: implica la comunicación entre tres o más personas. (Por ejemplo: un grupo de amigos que están planeando ir a la playa).
  • Comunicación organizativa: implica la interacción de los individuos en un ambiente formal de trabajo. (Por ejemplo: el directivo de una empresa envía mensajes hacia abajo en la jerarquía).

Mientras que los tipos de comunicación descritos anteriormente mantienen sus diferencias, poseen una similitud central: involucran mensajes. Siete elementos principales forman el mensaje:

  • Fuente: la fuente es el origen del mensaje. La fuente puede ser una persona o varias personas (el canto de un coro), pero también puede ser una organización (un aviso de tu banco). La fuente puede tener o no conocimiento sobre el receptor previsto del mensaje, pero lo que sí que tiene es un pensamiento o idea que transmitir a otra persona u organización.
  • Codificación: la codificación es el proceso por el cual la fuente traduce los pensamientos e ideas de manera que puedan ser percibidas por los sentidos humanos; estos son principalmente la vista y el oído, pero también puede incluir el olfato, el gusto y el tacto. Cuando la fuente es un individuo, la codificación ocurre en el cerebro. Cuando la fuente es una organización, la codificación la lleva a cabo un grupo de gente especializada.
  • Transmisión: el transmisor realiza la actividad física de enviar el mensaje. Las cuerdas vocales y los músculos de la cara colaboran para la transmisión.
  • Medio: el medio es parte de un sistema técnico que ayuda en la transmisión, distribución o la recepción de los mensajes. Ayuda a la comunicación cuando los remitentes y los receptores no se encuentran cara a cara (internet, CD, teléfono, radio, etc.).
  • Canal: los canales son las vías por las que el transmisor envía todas las características del mensaje, ya requieran la vista, el oído, el olfato o el tacto. Cuando un hombre de la calle te grita de manera que difícilmente se puede entender, el canal es el aire a través del cual las ondas sonoras se mueven desde las cuerdas vocales del hombre.
  • Descodificación: la descodificación es un proceso inverso a la codificación. El proceso por el cual el receptor traduce los pensamientos e ideas de las fuentes de modo que tengan significados. El cerebro es el decodificador biológico.
  • Receptor: el receptor es la persona o la organización que recibe el mensaje.
  • Feedback o retroalimentación: la retroalimentación se produce cuando el receptor responde al mensaje inicial; es la “respuesta” a un mensaje emitido. La retroalimentación no siempre tiene lugar inmediatamente (por ejemplo: un correo electrónico).

El Medio es el Mensaje: Influencia y Poder de los Medios

A los medios se les ve como instrumentos de poder por su potencial para influir de modos muy diferentes. Los medios están invariablemente relacionados de algún modo con las estructuras económicas y políticas, puesto que cualquier medio tiene un coste y un valor económico y es objeto de competición para su control y acceso.

Para hablar de la historia de los medios de masas, nos enfrentamos a tres elementos comunes:

  1. Ciertas necesidades, propósitos o usos comunicativos.
  2. Tecnologías para comunicar públicamente a muchos desde la distancia.
  3. Formas de regulación y control.

La tradición teórica del determinismo tecnológico, inaugurada por el teórico Harold Innis, postula la creencia de que los avances tecnológicos determinan los cambios sociales y culturales.

El determinismo tecnológico tiene un abanderado paradigmático que se consideraba discípulo de Innis: Marshall McLuhan. Según su tesis, las diferentes tecnologías intelectuales (televisión, informática, escritos, etc.) determinan la manera en que el hombre concibe el mundo y lo social. Para McLuhan, el medio y la tecnología logran imponer un modo de percibir y entender el mundo.

La gran idea de McLuhan consistió en sostener que la palabra “medio” tiene significados muy diferentes. El convencional, un canal para la comunicación de información (medios impresos, radio y televisión) y la otra acepción: nuestros medios de comunicación también constituyen el medio ambiente que nutre o limita nuestra cultura.

McLuhan basa su teoría en dos principios:

  1. Todos los medios son extensiones de facultades físicas o psíquicas de los humanos.
  2. Las sociedades siempre han sido moldeadas más por los medios que por los contenidos que los medios vehiculan.

El Funcionalismo y la Sociedad

La inyección innovadora de la Primera Guerra Mundial inicia un sostenido proceso de industrialización. Estas innovaciones tecnológicas producen significativos cambios culturales que son reflejados por la sociología funcionalista, que estudia los fenómenos sociales que afectan al funcionamiento, adaptación o adecuación de un sistema social.

Las dos últimas grandes guerras que había conocido el mundo, la guerra napoleónica y la Primera Guerra Mundial, fueron seguidas de crisis políticas y depresiones económicas. Por el contrario, desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta los años 70, fue de una gran prosperidad. Algunos historiadores la llaman “La Edad de Oro del Capitalismo”.

En el ámbito social, el periodo se caracterizó por el pleno empleo y el nacimiento de la sociedad de consumo. La clase media pudo acceder a bienes hasta entonces solo al alcance de privilegiados. El llamado Estado del Bienestar transformó en servicios públicos lo que antes eran consumos privados inalcanzables para la población, como la sanidad y la educación.

El funcionalismo fue la escuela sociológica que mejor interpretó esta nueva etapa de las sociedades industriales. Su fundador fue Talcott Parsons.

Durkheim inspiró a Parsons en su preocupación sobre cómo mantener un orden. Para él, era mejor consolidar un sistema cultural, un conjunto de valores comunes, que potenciara la cooperación entre los individuos de una sociedad. Por eso el sistema cultural es el que prevalece sobre la economía o la política.

El funcionalismo hunde sus raíces en la tradición positivista y recupera sus metáforas organicistas: un cuerpo que debe funcionar cooperativamente. Como sus antecesores, define a la sociedad como no reductible a la sumatoria de sus individuos.

Para analizar un organismo debemos ver cómo se relaciona con otras partes del cuerpo. Para el funcionalismo, la sociedad es una red de grupos que funcionan y cooperan de forma ordenada. Esto es posible ya que los individuos comparten los mismos valores, conducta y reglas. Si la sociedad es así, no habría conflictos, ya que este tipo de sociedades tienden hacia un equilibrio estable y armónico. El orden, entonces, es natural. Lo que haga o deje de hacer, lo hará de acuerdo con su formación cultural.

La sociología estadounidense se basaba en una división tajante entre teoría y práctica. Mientras Parsons y sus seguidores se dedicaban a la teoría, la práctica de la investigación era confiada a “metodólogos” que elaboraban los procedimientos que debía tener una investigación sociológica.

Lasswell y la Teoría de la Aguja Hipodérmica

Harold D. Lasswell, uno de los principales investigadores de la Mass Communication Research, afirma que durante la Primera Guerra Mundial la propaganda había tenido un papel decisivo, tanto en la población como en la moral de los ejércitos.

Paralelamente, la Fundación Payne financia un proyecto sobre los efectos de los medios en el comportamiento de los más pequeños. Proyectaban películas con escenas de peleas a niños y luego controlaban si dormían y descansaban mejor o peor. Las conclusiones no fueron muy rigurosas, pero fue de los primeros intentos por estudiar los mass media y sus efectos.

La teoría de Lasswell inauguró la etapa de los efectos poderosos: aporta una visión instrumental de la comunicación y una confianza ciega en la omnipotencia de los medios y sus efectos. Los efectos de la propaganda y lo que acaeció tras la dramatización radiofónica de La guerra de los mundos, a cargo de Orson Welles, era una prueba de esta omnipotencia. Lasswell y otros teóricos basan sus trabajos en una concepción de la comunicación llamada modelo de la aguja hipodérmica. En esta teoría, el papel del receptor es nulo. Se cree que el mensaje impacta donde el emisor quiere. Los medios ejercen un fuerte impacto sobre la conducta y los individuos no pueden evitar su influencia.

Retomando la Teoría Matemática de la Información de Shannon, Lasswell establece el siguiente esquema para pensar en la comunicación. Afirma que solo se puede hablar de comunicación cuando se pueden dar respuestas unívocas a estas cinco preguntas: ¿Quién lo dice? ¿Qué dice? ¿A través de qué canal? ¿A quién? ¿Con qué efecto?

Lasswell publica un célebre artículo, “Estructura y función de la comunicación en la sociedad”. Preocupado por las amenazas políticas que pueden alterar el orden social, estudia la eficacia en la comunicación con el propósito de asegurar el control social. Según su teoría, la comunicación cumple tres funciones principales en la sociedad:

  • La vigilancia del entorno, llevada a cabo por los agentes de seguridad, permite relevar las amenazas.
  • La puesta en relación entre los sectores de la sociedad, periodismo y líderes de opinión.
  • La transmisión de la herencia social, la escuela y la familia.

Lazarsfeld y Merton añadirían el entretenimiento.