Investigación Policial del Tráfico de Drogas: De la Calle a la Gran Redada
1. Introducción
Desde la perspectiva policial, las investigaciones por tráfico de drogas lo tienen casi todo: complejidad, metodología, reto, astucia, aventura, acción, incertidumbre…
No se trata de esclarecer un delito que ya se ha cometido, sino de averiguar una actividad a futuro, con el objetivo de detectar dónde podrá esconderse la droga, dónde será transportada, qué personas participarán en el pase… Y luego intervenir.
Porque en la realidad policial, cuando no se interviene sustancia estupefaciente, por muchos otros indicios que existan, la investigación no servirá para apenas nada.
Veremos tres esferas: el menudeo, el tráfico de drogas a un nivel importante y, por último, las grandes operaciones de narcotráfico. Dicho de otra forma, se expondrá el trabajo, en primer lugar, de los grupos de investigación de menudeo de las comisarías de distrito; en segundo lugar, el de los grupos de estupefacientes de las brigadas provinciales de Policía Judicial y, en tercer lugar, el de la Brigada Central de Estupefacientes. Son desde luego escalas distintas, pero en las tres se ven claramente denominadores comunes y, como no podría ser de otra forma, peculiaridades propias.
Si se hace abstracción, el trabajo de un policía de estupefacientes –en el gremio se les llama “estupas”– consiste en buscar un paquete envuelto en cinta aislante o precinto de embalar que contiene en su interior una sustancia blanca o marrón. Para ello, para investigar el tráfico de drogas, es conveniente saber algo de drogas, pues el tipo de droga condicionará al traficante, y éste al tráfico.
2. El Problema: La Droga y los Traficantes
En realidad, el problema de la droga tiene dos vertientes. Por un lado, están la droga y los traficantes. Por otro lado, están las consecuencias, es decir, la demanda, con todo lo que ello conlleva, que en esencia es el mal para el individuo y para toda la sociedad.
La droga es un perjuicio para la salud pública y para la economía. Pero por encima de todo es la muerte y el drama para unas víctimas reales, tangibles y cuantificables… los drogodependientes. Entre la oferta y la demanda hay dos flujos: uno de droga y otro, en sentido contrario, de dinero. La solución está en cortar dichos flujos. Y esto sólo lo puede hacer el Estado. Los recursos con los que cuenta, básicamente, son: el Derecho, la Administración de Justicia y la Policía.
En definitiva, la actuación policial se centra sobre la oferta. Ello de dos maneras. La primera, con despliegues operativos preventivos; pongamos por caso, controles en aeropuertos o patrullaje marítimo. La segunda, con investigaciones especializadas en el tráfico de drogas. Las dos actuaciones son convenientes, necesarias y complementarias. No obstante, desde el punto de vista de los resultados, la gran diferencia entre una y otra es que con la primera sólo se detiene a las personas que físicamente poseen o transportan la droga; y en las segundas se detiene a todas las personas de la organización, aunque nunca hayan estado cerca de la mercancía; por supuesto, siempre que se hayan conseguido indicios de criminalidad sobre ellos.
De momento vamos a centrarnos en la parte que afecta a la oferta.
2.1. La Droga
2.1.1. Concepto de Droga
Droga es cualquier sustancia que afecta al sistema nervioso central. Esta definición es una síntesis de otra más alambicada que da la Organización Mundial de la Salud. Afectación del sistema nervioso, esa es la esencia.
Dicho esto, hay que tener en cuenta que el punto de vista médico no atiende al criterio de legalidad o ilegalidad. Todas las drogas tienen un uso médico, al menos en potencia. Y al mismo tiempo, todas las drogas son susceptibles de ser un veneno. De hecho, lo son. “Dosis sola venenum facit”; sólo la dosis hace al veneno.
Desde el punto de vista penal, a la definición de la OMS habría de añadirse el hecho de que esa sustancia que afecta al sistema nervioso central ha de causar un perjuicio a la salud.
Sea como fuere, y desde el punto de vista del sentido común, es evidente para cualquiera que las drogas son un tóxico. Uno se excede con el consumo de drogas y su cuerpo sufre un quebranto. Y si se excede aún más, muere.
2.1.2. Concepto de Droga Ilegal
La droga ilegal es toda sustancia que forme parte de las listas anejas al Convención Única de Estupefacientes de 1961 de Nueva York y al Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 de Viena, ambos acuerdos internacionales suscritos por España. Entre las drogas más consumidas, famosas y problemáticas que se hacen constar en esas listas se encuentran el cannabis, la heroína, la cocaína, las anfetaminas, el éxtasis y el LSD. La diferencia entre una sustancia estupefaciente y una psicotrópica atiende al origen, elaboración y síntesis de la sustancia. No obstante, esta clasificación tiene poca importancia a efectos policiales. Y lo mismo pasa con la mayoría de las clasificaciones de los libros: “estimulantes, depresoras, alucinógenas”, “naturales, semisintéticas y sintéticas”, etcétera… Cultura… No digo que esté mal, sólo digo que no es lo más importante a la hora de hacer un detenido.
A efectos procesales basta usar la palabra droga, si bien el Código Penal distingue entre drogas duras (que causan un grave perjuicio a la salud; heroína, cocaína y éxtasis) y blandas (que no causan un grave perjuicio a la salud; derivados del cannabis).
2.1.3. Concepto de Precursor
Un precursor es toda sustancia que, sin afectar al sistema nervioso central, es necesaria en el proceso de creación de una droga. Pero no hay que confundir los precursores con las sustancias de corte. Estas últimas se usan para aumentar el peso y el volumen de la mercancía que venden los traficantes. Lo normal es que se encuentren precursores cerca de donde se fabriquen las drogas, y sustancias de corte cerca de donde se vende.
El catálogo de precursores viene recogido en la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, celebrada en Viena, en 1988.
No obstante, no hay catálogo de sustancias de corte. Lo más normal es que se usen anestésicos, medicamentos, alimentos y, en ocasiones, otras drogas.