Valores Fundamentales de los Derechos Humanos: Dignidad, Libertad y Justicia
Los Valores Fundamentales de los Derechos Humanos
Los derechos humanos se sustentan en una serie de valores esenciales que guían su interpretación y aplicación. Estos valores se pueden clasificar en dos categorías principales: valores individuales y valores relacionales.
Valores Individuales
- La dignidad humana: Es el valor fundamental que reside en cada persona, inherente a su condición humana. La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que la dignidad humana es sagrada y debe ser respetada y protegida por todas las autoridades. La dignidad implica que cada persona tiene un valor intrínseco por el simple hecho de ser persona.
- La libertad: Deriva del derecho a la vida y está intrínsecamente ligada al reconocimiento de la dignidad humana. La libertad es esencial para la responsabilidad moral, ya que nadie puede ser considerado responsable de un acto realizado sin plena libertad. La libertad implica la ausencia de influencias o presiones externas que coarten la capacidad de decisión.
- La autonomía y la responsabilidad personal: Implican la capacidad de juicio y reflexión para comprender el significado y la relevancia de los valores.
- La igualdad y la diferencia personal: Se refiere a la igualdad básica en derechos y oportunidades, reconociendo al mismo tiempo la singularidad de cada individuo.
- Autoestima: Es la opinión que tenemos de nosotros mismos. La autoestima es una construcción social influenciada por diversos agentes y fundamental para nuestro autoconcepto.
Valores Relacionales
- La tolerancia: Es el respeto y la comprensión hacia los demás, incluso cuando sus opiniones o creencias difieren de las nuestras. Implica renunciar a imponer nuestros propios criterios y aceptar a los demás como colaboradores en la búsqueda del bien común y la verdad.
- La justicia: Ordena la convivencia y busca el equilibrio, dando a cada uno lo que le corresponde para que pueda desarrollar su proyecto personal. La justicia exige igualdad de trato y oportunidades.
- La solidaridad: Es la vinculación entre personas basada en valores compartidos, que se comprometen y sacrifican activamente por un bien común.
- La paz: Considera las diferentes dimensiones de la paz: personal, social y con la naturaleza. La construcción de la paz implica:
- La búsqueda individual de la armonía interior (paz interior).
- La armonía con los demás (paz social).
- La armonía con la naturaleza (paz ecológica).
Estos aspectos deben trabajarse en diferentes ámbitos: personal, familiar, escolar, social, nacional e internacional. La concepción holística de la paz se integra en el currículo a través de varias dimensiones:
- Educación cognitiva-afectiva: Educación para el desarrollo personal, educación en valores, resolución de conflictos…
- Educación sociopolítica: Educación para la comprensión internacional, educación intercultural, educación en derechos humanos…
- Educación ecológica: Educación ambiental, educación para el desarrollo humano y sostenible, educación para la salud y el consumo.
- El “coraje cívico”: Es la fortaleza de ánimo para ser fiel a las propias convicciones y actuar de acuerdo con ellas, mostrando coherencia entre lo que se piensa y se hace.
- El diálogo: Implica el reconocimiento de los demás como interlocutores válidos, con disposición al razonamiento, la crítica y la argumentación.
La Educación en los Derechos Humanos
El objetivo de la educación en derechos humanos es lograr que las personas comprendan qué son estos derechos, perciban su importancia y asuman la responsabilidad de respetarlos y defenderlos. Esto implica un cambio de actitudes y comportamientos, el aprendizaje de nuevas capacidades y la promoción del intercambio de conocimientos e información.
Principios de la Educación en Derechos Humanos
- Universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos.
- Incremento del conocimiento y la comprensión de los derechos humanos.
- Capacitación de las personas para reclamar sus derechos.
- Utilización de instrumentos legales para proteger los derechos humanos.
- Metodología interactiva y participativa para generar actitudes de respeto.
- Desarrollo de aptitudes para defender los derechos humanos.
- Integración de los principios de los derechos humanos en la vida cotidiana.
- Creación de espacios para el diálogo y el cambio.
- Fomento del respeto y la tolerancia.
Amnistía Internacional aboga por que la educación en derechos humanos sea una materia obligatoria, ya que ayuda a los jóvenes a comprender los aspectos teóricos de los derechos humanos, a integrarlos en su vida diaria y a participar en la protección de sus propios derechos y en la defensa de los derechos de los demás.
Metodología para Enseñar Derechos Humanos
La metodología debe permitir el diálogo en el aula, incorporar el análisis crítico de la realidad personal y social, de los medios de comunicación, y fomentar la capacidad creativa de los alumnos.
Consejos para Educar en Derechos Humanos
- Centrar la educación moral en los valores éticos de la Declaración Universal. Enseñar moral no es predicarla ni inculcarla, sino explicarla, para que el niño comprenda las razones de las reglas.
- Integrar los valores como una dimensión transversal en el currículo de cualquier materia.
- Favorecer un alto nivel de justicia institucional y un ambiente moral positivo en el aula.
- Emplear métodos de diálogo: la reflexión, el debate y las asambleas son fundamentales.
- Fomentar la empatía a través de “prácticums morales” (proyectos y actividades que ayudan a pasar del razonamiento moral a la acción moral) y el “role playing”.
- Fomentar el razonamiento moral planteando dilemas morales y promoviendo la interacción y exposición de diferentes puntos de vista.