Técnica de Inmersión

La inmersión en la mente del protagonista es la única manera de presentar el proceso de vuelta a la normalidad de Tomás. Cada transformación del espacio escénico revela que un nuevo fragmento del mundo real ha logrado ocupar su sitio en el cerebro del personaje; puede decirse que es desde ahí desde donde transcurre la obra. El público ve, pues, lo que ve el personaje, que impone un “punto de vista” subjetivo de primera persona a todo el universo escénico.

La Acción

Durante la primera parte y casi todo el primer cuadro de la segunda, el centro de atención está constituido por el progresivo desmoronamiento del mundo inventado por Tomás y su sustitución por el real. Ya en el segundo cuadro hay un “plan”: se trata de la fuga del presidio a través de un túnel que se podría cavar a partir de algunas de las celdas de castigo situadas en los sótanos. Los instantes de mayor acción externa e intensidad dramática se producen en el último cuadro.

El Tiempo

Es un desarrollo lineal, no existen saltos cronológicos y el drama se desarrolla en pocos días. El primer cuadro tiene lugar una mañana poco antes de comer y termina cuando sirven el rancho. El cuadro segundo transcurre esa misma tarde, pues Tomás sigue encargado de la limpieza. El cuadro tercero se desarrolla tres días después, cuando los presos acaban de cenar y la noche está cayendo.

Escenografía

Interesa por su valor de espacio simbólico, los objetos se cargan de significado simbólico; también la música de Rossini y el juego de luces son elementos escenográficos que incorporan un contenido simbólico. Lo más interesante del espacio es cómo va cambiando poco a poco delante del espectador y del propio protagonista y cómo tanto uno como el otro sufren un “engaño” porque están viendo al principio un espacio que no es real, sino el producto de una mente enajenada. A partir de ahí, se puede hacer una lista con los elementos “reales” de la escenografía y los imaginarios.

Personajes

Destacan entre los personajes de la obra los cinco presos: Tomás, Tulio, Max, Asel y Lino; cada uno de ellos contiene valores simbólicos, pero el protagonista de la obra es Tomás. También sobresale en la obra Berta, la amada imaginaria de Tomás, y también los diferentes empleados de la cárcel.

Buero Vallejo y el Teatro Español

Antonio Buero Vallejo, formaba parte de los realistas, fue un dramaturgo y pintor español nacido en Guadalajara en 1916. Desde muy chico se aficionó a la lectura, al teatro, a la música y a la pintura. Cuando terminó el bachillerato, toda su familia y él se mudaron a Madrid, donde continuaría sus estudios. De marcadas ideas de izquierdas, tras el estallido de la Guerra Civil quiso entrar en el ejército, pero su padre se lo negó; más tarde se unió a un batallón de infantería y colaboró en un periódico. Buero ya había sido detenido varias veces, pero cuando comenzó a colaborar con el Partido Comunista lo acusaron de adhesión a la rebelión y fue condenado a muerte. Fue absuelto de esa condena, pero se le impusieron 30 años más de cárcel. Colaboró en el intento de fuga de una de las cárceles donde estuvo encerrado, hecho que le inspiró para su obra La Fundación. Buero fijó su residencia en Madrid y comenzó a escribir obras: en 1949 escribió su exitosa obra Historia de una escalera; su fama fue aumentando y siguió escribiendo obras de teatro. Los premios le llovieron: llegó a ser nombrado académico de la Real Academia Española, entre otros tantos honores como el Premio Miguel de Cervantes. En 1997 publicó su última obra, Misión al Pueblo Desierto. En el 2000 fallece en Madrid a causa de un cáncer cerebral.

Obra

En todas sus obras se critica la realidad. El teatro de Buero marca el inicio de una nueva etapa en el teatro español: rompe con los escenarios burgueses y lujosos y con la temática de un teatro alejado de la realidad española. Buero rechaza la existencia de una división en dos etapas de su teatro: la realista y la simbólica.

Los personajes de Buero encarnan actitudes opuestas en el modo de afrontar la vida, buscando así que el espectador reflexione y tome partido por alguno de ellos. También se destaca el efecto inmersión. También el detallismo de las acotaciones y las explicaciones sobre los efectos especiales; se puede decir que es un teatro para ser leído. También podríamos hablar de la escenografía; por ejemplo, están muy presentes dos símbolos: la oscuridad y la luz. La ceguera representa las limitaciones humanas y la soledad; y la luz, la verdad.

El Teatro Anterior

El teatro comercial fue el teatro con más éxito de la época y tiene su máximo representante en Jacinto Benavente; también hubo otras tendencias teatrales como el teatro cómico, que incluía música, cante y baile (hermanos Álvarez Quintero) o el teatro en verso, que seguía el modelo de teatro francés. Se produjeron diversos intentos de renovación teatral y dos de los autores con más controversia fueron Valle-Inclán y Lorca.

Valle-Inclán

Pretendía romper con el teatro de su época. En los dramas decadentistas aplica el modernismo e incorpora personajes con lenguajes y actitudes realistas (El marqués de Bradomín); en los dramas de ambiente galaico se representa una sociedad arcaica en la que la existencia humana se rige por fuerzas primarias (Comedias bárbaras). Su culminación llega con el esperpento: deforma sistemáticamente la realidad al pasar los objetos y cuerpos por espejos cóncavos. Los ambientes y los personajes sufren la degradación del esperpento (Luces de Bohemia).

Lorca

En su drama, expresa los problemas de la vida y la historia. En los primeros dramas, Lorca se relaciona con el teatro modernista. Lorca luchó contra el teatro comercial por medio del teatro de títeres. Lorca practica el teatro de lo imposible, en el que se observa la influencia del surrealismo (son 3 comedias). Las tragedias de Lorca se desarrollan en un ambiente rural; en estas tragedias hay un destino trágico (Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba).