Don Quijote de la Mancha

Primera Parte

Destaca la inserción de historias intercaladas. Todas son de asunto amoroso y responden a los distintos modelos narrativos de la época:

  1. La novela sentimental: en la historia de Cardenio, a quien su mujer le dejó por Fernando. Esta, a su vez, ha abandonado a Dorotea.
  2. Novela pastoril: en el relato de los amores de Marcelo y Grisóstomo.
  3. La novela morisca: en la historia del capitán cautivo.
  4. La novela epistolar: en “El curioso impertinente”, que lee el cura en una venta

Primera Salida (cap I-VI)

El hidalgo manchego Alonso Quijano, trastornado por la lectura de libros de caballerías, decide convertirse en caballero andante. A lomos de su caballo Rocinante y rebautizado como Don Quijote de la Mancha, se declara enamorado de Dulcinea del Toboso y sale en busca de aventuras. En una venta (que él piensa que es un castillo), es armado entre burlas, como caballero. Tras defender a un criado, es apaleado por unos mercaderes y regresa desterrado a la aldea. Tiene lugar entonces, la quema de libros, considerado por sus amigos el origen del delirio.

Segunda Salida (cap VII-LII)

Tras nombrar escudero al labrador Sancho Panza, Don Quijote vuelve a los caminos, donde suceden episodios en los que el protagonista deforma la realidad para acomodarla a su ideal caballeresco: los molinos son gigantes; los rebaños, ejércitos; una bacía de barbero, un yelmo. De cada aventura la pareja sale derrotada y magullada: al liberar unos galeotes, que terminan apedreándoles…

Para que vuelvan, el cura y el barbero, amigos de don Quijote, engañan a Dorotea, cuya salvación exige que don Quijote regrese enjaulado.

Segunda Parte

Tercera salida

En su tercera salida, Don Quijote recorrerá Aragón y Cataluña. Llega al palacio de los duques, lectores de la “Primera Parte”, que se divertirán construyéndole un mundo a la medida de su fantasía. Los protagonistas se separan durante el gobierno de Sancho en la ínsula Barataria, que resulta sorprendentemente juicioso. El encuentro con el bandolero Roque Guinart los conducirá a aventuras, esta vez sí, reales, incluido un enfrentamiento con el Bergantín turco.

El bachiller Sansón Carrasco, disfrazado de Caballero de la Blanca Luna, derrota a Don Quijote en Barcelona y lo devuelve a su aldea. El viaje de regreso está lleno de tristeza para los protagonistas, que planean dedicarse a una nueva vida también literaria, esta vez como pastores.

En el Capítulo LXXIV tiene lugar la muerte de don Quijote. Al poco de llegar, tal vez a causa de la melancolía, se enfermó, y tras recuperar la cordura, muere.

Personajes

Don Quijote

El rasgo principal de don Quijote es, tal vez, la ambigüedad: el personaje oscila entre la locura y la cordura, entre la lucidez y el disparate. Es un ejemplo de loco cuerdo, que suscita, a la vez, risa y admiración. Al final de la obra, don Quijote oscilará también entre la audacia y la prudencia. Tras su encuentro con Roque Guinart, su orden se derrumba, pues las aventuras son reales.

Sancho Panza

Sancho cumple, en un principio, la función de sombra burlesca del protagonista: un consejero y ayudante que, con humor, dice las verdades y se presenta necio y listo a la vez. Pero Sancho es, además, el personaje que permite al lector conocer los estados de ánimo de Don Quijote a través de su conversación y de contrastar el sueño caballeresco con la realidad tangible. En algún momento de la 2ª parte, parecen invertirse los papeles y se produce la “quijotización” de Sancho y la “sanchificación” de Don Quijote.

Temas

El conflicto entre realidad y ficción

Este conflicto es la causa de la locura de Don Quijote, y la que le impulsa a “echarse al mundo” en busca de aventuras. Sus ideales caballerescos de heroísmo, justicia y defensa de los débiles chocan una y otra vez con una realidad que se opone a estos valores. Así pues, se genera una contradicción: se parodian los libros de caballería por sus falsedades y disparates obsesivos, pero se rescatan sus valores para poner en evidencia el mundo sin ideales en el que vive Cervantes.

La literatura

El Quijote presenta un carácter metaficcional, apreciado en:

  1. La crítica literaria: en el episodio de la quema de libros, el cura y el barbero se deshacen de las narraciones caballerescas por fantasiosas y sin consistencia, y “salvan” del fuego los libros más realistas. En realidad, es la voz del propio Cervantes la que juzga la literatura de la época.
  2. Los personajes-lectores: en la segunda parte, Sansón Carrasco le da la noticia a Don Quijote de que sus aventuras ya son famosas gracias a un libro que ha salido impreso, refiriéndose a la primera parte. A partir de ahí encontramos a personajes lectores de la primera parte, condicionando así los episodios que sucedían a partir de entonces.
  3. La venganza contra Avellaneda: al final de la novela coinciden en una posada los personajes cervantinos y los “falsos” de Avellaneda.
  4. La crítica al teatro lopesco:
  1. Idealismo: frente a la monotonía de la vida cotidiana, la literatura y la imaginación ofrecen a Alonso Quijano la posibilidad de una existencia diferente, en la que caben el heroísmo, la libertad y la justicia.
  2. Desengaño: el choque entre las fantasías e ideales de Don Quijote y la realidad provoca en el protagonista una profunda decepción, que le provoca melancolía en la 2ª parte de la novela.

Narrador

Hasta el capítulo VIII habla un primer autor anónimo que se presenta como recopilador de fuentes diversas y que interrumpe su relato en pleno combate entre don Quijote y un vizcaíno. Aparece entonces un 2º autor que encuentra en Toledo un cartapacio con la 2ª parte de la historia, escrita en árabe por un tal Cide Hamete Benengeli, y que contrata a un morisco aljamiado para traducir el texto original de Cide Hamete. Con este hallazgo se entrecruzan distintas voces narrativas:

Cide Hamete Benengeli

Es el autor del manuscrito encontrado por el segundo autor. Aparece citado en la obra tanto en estilo directo como en estilo indirecto. Constituye una parodia del sabio.

Morisco aljamiado

Aunque aparece como traductor del manuscrito, el morisco no deja de expresar sus opiniones.

Narrador o “segundo autor”

Es quien encuentra el cartapacio con el manuscrito. Elogia a Cide Hamete por ser “historiador muy curioso” y “muy puntual en todas las cosas”, pero también lo censura cuando no es tan preciso.

Voces de los personajes

Algunos personajes de la novela cuentan su historia en primera persona.

Objetivos
  1. Sugerir que la realidad es múltiple y, así, combatir el dogmatismo.
  2. Difuminar los límites entre la realidad y la ficción.
  3. Defender la plena libertad del creador.