ANTONIO BUERO VALLEJO

Nació el 29 de septiembre de 1916 en Guadalajara. Su padre, Francisco, capitán del Ejército y profesor de Cálculo en la Academia Militar de Ingenieros, era natural de Cádiz; su madre, María Cruz, de Taracena (Guadalajara).

II. Obra

Cuando Buero Vallejo estrena Historia de una Escalera en 1949 nace un teatro que, arraigado en la realidad inmediata, va en busca de la verdad y pretende remover la conciencia española. Según el propio autor, el tema común que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral.

A) Teatro simbolista

Buero simboliza las limitaciones humanas en su drama En la ardiente oscuridad, estrenado en 1950. Esta obra representa el crudo enfrentamiento con una realidad que no puede escamotearse ni disfrazarse. El hombre no es libre porque no puede conocer el misterio que le rodea.

El tema del misterio predomina en otras obras, también de corte simbolista: La tejedora de sueños

B) El criticismo social

  1. Historia de una escalera plantea la imposibilidad de algunos individuos de mejorar materialmente debido a la situación social y a la falta de voluntad.

  2. Hoy es fiesta presenta el tema de la esperanza y el perdón.

  3. Las cartas boca abajo plantea la situación de un matrimonio que ha convivido durante veinte años bajo la mentira.

  4. El tragaluz revive la trágica historia de una familia en la España franquista.

C) Dramas históricos

  1. Un soñador para un pueblo relata el fracaso de un hombre empeñado en mejorar la vida de un pueblo.

  2. Las Meninas refleja la ocultación de la verdad, la corrupción moral y la negación de la realidad.

  3. El concierto de San Ovidio reconstruye un drama en el que aflora lo grotesco, la injusticia y la falta de ética.

  4. El sueño de la razón sitúa al pintor Francisco de Goya en el Madrid de 1823, durante la ola de terror desencadenada por Fernando VII en su lucha contra los liberales.

A todas estas obras cabe añadir La doble historia del doctor Valmy (1968), Caimán (1981), Diálogo secreto (1984) y Lázaro en el laberinto (1986).


Características generales de su teatro

Con frecuencia se clasifica toda la producción del autor en obras realistas, históricas y simbólicas. Aquí señalaremos cuatro grandes bloques de “ingredientes” que se dan simultáneamente, en diferentes proporciones, en cada una de sus obras desde aquellas dos primeras obras que presentó al Premio Lope de Vega en 1948 (Historia de una escalera y En la ardiente oscuridad).

1. UN TEATRO HUMANISTA

Sus obras son ante todo la defensa de la dignidad del hombre. Y se presenta de lo humano una imagen totalizadora (la dimensión social, política, la de misterio). En sus obras encontramos una reflexión sobre la situación del hombre en el mundo, en situaciones de opresión (El concierto de San Ovidio), intolerancia (Un soñador para un pueblo), falta de horizontes (Hª de una escalera), la soledad (El sueño de la razón), la mentira (El tragaluz)… Es un teatro poblado por los grandes temas humanos (libertad, esperanza, violencia-crueldad…).

2. ESPAÑA

Todas las obras de Buero serían adscribibles strictu sensu al “realismo”. Unas retratan el presente, los personajes son contemporáneos o cercanos al espectador. Otras reflejan momentos históricos pasados (La detonación, 1977, la España de Larra). En algunas ocasiones aparecen explícita o implícitamente varios momentos temporales (Historia de una escalera.

3. NEOSIMBOLISMO

Sugerir o evocar temas, situaciones, etc. mediante el recurso a la alusión indirecta o simbólica es muy frecuente en el teatro de Buero. En ocasiones podría explicarse como una manera de hacer referencias políticas evitando a la censura: esa “Fundación” como cárcel o dictadura irrespirable. En otros momentos el simbolismo adquiere una dimensión más existencial o metafísica: esa “escalera” que representa el fracaso ante el paso del tiempo.

4. TÉCNICA TEATRAL

Una de las innovaciones más notables de su lenguaje teatral., como ya se sugiere en el punto 2, es la utilización dramática del tiempo. La introducción en la escenografía o a través de acotaciones implícitas de varios momentos temporales que se relacionan influyéndose, crea a veces un juego de perspectivas que persigue que el distanciamiento ayude en la superación o comprensión del conflicto al personaje y al espectador. Muchas veces esto está relacionado con el tratamiento del espacio. La utilización de un “escenario múltiple” (La detonación, El tragaluz) permite tener varios escenarios a la vez que se van actualizando mediante la utilización de la luz y el sonido, y que en ocasiones nos permiten asistir a acciones simultáneas. “Interiorización del público en el drama” es como llamó Buero al recurso técnico popularizado como “efectos de inmersión”.