Introducción

Se trata de un texto de género periodístico, de opinión, ya que el/la autor/a intenta orientar la opinión del receptor y llamar su atención sobre un tema específico, haciéndole reflexionar y, en ocasiones, criticando una situación. Esta es precisamente la tesis del texto, que se encuentra al principio o al final del mismo. Por lo tanto, su estructura es expositivo-argumentativa, con unas partes definidas: comienza con el planteamiento o introducción del tema, seguido del cuerpo argumentativo o de desarrollo, y concluye con una síntesis o recapitulación.

Rasgos lingüísticos

Objetividad

Entre los rasgos objetivos que caracterizan a la exposición, cabe destacar distintos procedimientos lingüísticos encaminados a aportar esa “aparente” objetividad y dar mayor verosimilitud a los argumentos del/la autor/a. Algunos ejemplos son:

  • Uso del indicativo, modo de la realidad, de la experiencia y de la certidumbre.
  • Predominio de la modalidad enunciativa.
  • Uso de la tercera persona verbal.
  • Adjetivación especificativa, a través de adjetivos calificativos y sintagmas preposicionales con complemento nominal, con los que el/la autor/a amplía y especifica la significación del sustantivo al que complementa.
  • Uso de infinitivos, gerundios, participios e impersonales con valor de generalidad y sin pretender señalar el sujeto concreto de la acción.

Todos estos rasgos son propios de la función referencial o representativa del lenguaje.

Subjetividad

Sin embargo, si de algo se caracteriza el texto es por la abundancia de procedimientos lingüísticos que aportan subjetividad al mismo. La función expresiva o emotiva del lenguaje está presente y le permite al/la autor/a expresar sus ideas y sentimientos acerca del tema tratado, de una forma muy valorativa. De ahí que aparezcan:

  • La primera persona del singular.
  • La primera del plural, con la que el emisor incluye al receptor en su argumentación, procedimiento que produce una cercanía entre el/la autor/a y el lector, propia de la función apelativa del lenguaje.
  • La deixis personal, con pronombres y determinantes posesivos de primera persona.
  • La adjetivación valorativa.
  • Verbos de pensamiento o juicio mental, característicos de este género textual predominantemente argumentativo.
  • La segunda persona verbal y pronombres personales de segunda persona, marca lingüística del receptor, para llamar la atención del receptor e incluirlo en la argumentación.
  • La función poética del lenguaje, el estilo literario, representada en metáforas y comparaciones.
  • Adverbios de cantidad que intensifican la adjetivación.
  • Expresiones coloquiales que reducen la distancia entre el/la autor/a y el receptor del texto.
  • Adverbios modales semánticamente valorativos, locuciones adverbiales y complementos oracionales.
  • El subjuntivo, modo de la irrealidad y la suposición.

Nivel de lenguaje y sintaxis

Por otro lado, abunda la sustantivación abstracta, propia de los textos de tema humanístico y muy adecuada para expresar ideas, que constituyen los términos principales del texto. Respecto al nivel del lenguaje, podríamos señalar que es estándar, aunque con algunos coloquialismos, como ya hemos señalado anteriormente, dirigido a un lector medio. Puede aparecer algún cultismo o extranjerismo.

En cuanto a la sintaxis, se alterna la coordinación con la subordinación sustantiva para expresar ideas. Estas ideas pueden estar unidas por yuxtaposición, lo que aporta al texto agilidad, o mediante subordinadas adjetivas sustantivadas, con la elipsis del antecedente. Son numerosas y variadas las subordinadas adverbiales que le sirven al/la autor/a para introducir sus distintos argumentos. Por lo tanto, podemos afirmar que estamos ante una sintaxis elaborada y variada, pero de comprensión clara.

Cohesión

Entre los principales procedimientos, tanto gramaticales como semánticos, que cohesionan el texto, destaca un núcleo temático que gira en torno a la palabra clave y una serie de palabras relacionadas, como familias léxicas, elemento primordial para lograr la progresión temática. Para ello, también se hace uso de sinónimos y antónimos. Las anáforas (pronombres que se refieren a una realidad nombrada anteriormente) sirven para no incurrir en repeticiones. También encontramos deixis temporal y espacial. Finalmente, se utilizan nexos que actúan como conectores entre las ideas y cohesionan el texto.

Conclusión

Por todo lo expuesto anteriormente, podemos afirmar que nos encontramos ante un texto de género periodístico, de opinión, con la presencia constante del/la autor/a y sus valoraciones, cuyo objetivo es incluir al receptor en sus argumentaciones y con un estilo literario que lo convierte en un texto de lenguaje predominantemente connotativo.