CRISIS DE FIN DE SIGLO Y MODERNISMO

CRISIS

Los valores pragmáticos y utilitarios de la sociedad burguesa en el último tercio del siglo XIX, empiezan a ser cuestionados y reemplazados por un hastío vital (spleen) que conduciría a la crisis universal de las letras y del espíritu desarrollada entre 1885 y 1914, cuyos rasgos característicos más destacados serían:

– Se crea un sentimiento antiburgués, lo que provoca la aparición de nuevos tipos sociales (bohemio, dandi).

– Se busca un culto a la belleza, a lo estético (en la literatura, pero también en objetos cotidianos) como protesta contra lo vulgar y prosaico del mundo, que creen que inunda esta época finisecular.

– Existe un deseo de evasión de la realidad (por tener conciencia de vivir en una sociedad en decadencia) y un sentimiento de hastío, imposibilidad de encontrar un sentido a la vida. Estas actitudes ante el mundo unidas provocan que los artistas busquen la inspiración en otros mundos artificiales: culto al placer, erotismo, sueños, drogas… (Decadentismo).

– La gran influencia de ciertas ideas filosóficas promueven el irracionalismo y antipositivismo y dan lugar a nuevos movimientos poéticos: Parnasianismo, Simbolismo… Todo esto influirá en la consolidación del Modernismo como movimiento artístico en la época de Fin de Siglo.

MODERNISMO LITERARIO. AUTORES Y CARACTERÍSTICAS

Desde finales del siglo XIX, se llamó “modernistas” a todos los autores que querían renovar la literatura: se oponen al Realismo y a la poesía anterior (salvo a la poesía posromántica de Bécquer y Rosalía, con la que sienten cierta conexión). Este movimiento nace prácticamente a la vez en Europa y en América. Los primeros fueron los hispanoamericanos, representados fundamentalmente por Rubén Darío, principal iniciador y cultivador de la poesía modernista. Se caracterizan por:

  • Los modernistas buscan reencontrarse con la belleza, a la que ven sepultada por el tono general de la poesía burguesa y el prosaísmo dominante. Se busca constantemente una poesía sensorial usando continuos recursos fónicos y léxicos, una poesía con gran musicalidad en la que el ritmo está cuidado al detalle. La sinestesia, el símbolo y las metáforas más audaces forman parte de este enriquecimiento estilístico. Así, se buscan en poesía efectos plásticos cercanos a la pintura.
  • Temáticamente, la poesía modernista presenta dos campos diferentes aunque no opuestos: la exterioridad sensible que muestra la insatisfacción del poeta a través del escapismo, el culto a la belleza y que trate temas legendarios, exóticos, sensuales… y la intimidad del poeta con una poesía muy subjetiva y sensual.
  • Autores: En España, a principios de siglo, ya había un ambiente modernista, debido a la intensa relación de Rubén Darío con autores españoles. Algunos de los poetas españoles modernistas más importantes fueron Ricardo Gil, Manuel Reina y Salvador Rueda.

Otros autores que cultivaron la nueva estética pueden dividirse en dos grupos según su permanencia en la estética modernista (1) o su evolución a nuevas corrientes (2).

  1. El primero, formado por Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa o Manuel Machado, toman el Modernismo como base de toda su obra poética.
  2. El segundo grupo, cuyos miembros parten del Modernismo para evolucionar a voces más personales, llegando a rechazar este. Aquí destacamos a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez (autor que pertenece a una época algo más tardía, Novecentismo, pero que desarrolla una poesía marcadamente modernista en cierta etapa) y Valle-Inclán (que lo aplicaría en narrativa y teatro).

GENERACIÓN DEL 98

Generación del 98: Los grandes temas de este grupo de autores, preocupados por la decadente situación de España en torno a esa fecha (1898), son sobre todo, los problemas existenciales que les atenazan, como la búsqueda del sentido de la vida, el sentimiento religioso, la lucha por la supervivencia o la fugacidad de la vida. Los textos están marcados por el pesimismo y la reflexión y tienen un estilo sobrio, reflexivo, sin adornos. Esta corriente tiene un peso especialmente marcado en la narrativa.

La poesía española de finales del siglo XIX y principios del siglo XX viene marcada por el Modernismo. El origen del movimiento hay que buscarlo en la poesía hispanoamericana y en particular en el nicaragüense Rubén Darío, que con dos libros fundamentales, Azul y Prosas profanas, puso las bases del Modernismo hispano.

Destacan especialmente tres autores españoles dentro del Modernismo: Antonio Machado, Valle Inclán y Juan Ramón Jiménez. Comienzan su producción literaria como modernistas aunque luego evolucionen hacia voces más personales: 1) Valle Inclán evoluciona hacia el esperpento, 2) Juan Ramón hacia la poesía pura y 3) Antonio Machado ha sido relacionado con la Generación del 98 por su interés hacia el paisaje castellano, su actitud crítica hacia el atraso de la nación, el tema del paso del tiempo… Además, el lenguaje poético de esta “generación” está marcado por la voluntad antirretórica y se caracteriza por su sobriedad y sencillez. Estas características encajan con la evolución de Antonio Machado desde su primera etapa modernista.

RUBÉN DARÍO

Fue un poeta nicaragüense que introdujo el Modernismo en España y conjuntó las diferentes nuevas sensibilidades en una nueva estética.

  • Una de sus primeras publicaciones, obra de referencia del Modernismo, es el libro Azul, que con su espectacular sonoridad y sus continuas sinestesias llevó al autor a conocer fama en todo el mundo hispanoamericano. Es un compendio de poemas con gran variedad métrica y pequeños cuentos.
  • Con Prosas profanas Rubén Darío muestra su afán de libertad estética absoluta, alejada de cualquier modelo. No obstante, se detecta una clara influencia de los simbolistas franceses. En este poemario destaca el intento de captar la armonía rítmica y musical por medio de la poesía. Es su libro más vitalista, se trata de una colección de poemas con mucha presencia de lo erótico, así como la preocupación por temas esotéricos. Aparece lo exótico a través de la Francia del siglo XVIII, la Italia y la España medievales y la mitología griega.
  • Posteriormente su obra evoluciona hacia una temática más cercana al individuo con los Cantos de vida y esperanza. Su expresión es más sobria, aunque no elimina palabras brillantes ni innovaciones métricas. En esta obra, Darío aborda básicamente dos líneas temáticas: los problemas del mundo hispánico y la reflexión existencial. La temática es melancólica, triste y amarga. Aquí muestra su decepción ante la cultura occidental y una profunda angustia ante los conflictos ideológicos de su tiempo.

La influencia de Rubén Darío fue poderosísima en algunos de los poetas más notables del siglo XX. Representa a uno de los autores más importantes de la literatura hispanoamericana. Su experimentación con la métrica, su inmensa capacidad estética y su talento para la creación de sensaciones en el lector marcaron decisivamente la evolución de la poesía española hacia su edad de plata.

ANTONIO MACHADO

Nació en Sevilla y estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Su producción poética está marcada por su destino en Soria como profesor de Instituto. Allí conoce a Leonor, con quien se casa. Después de su muerte se traslada a Baeza y Segovia. Posteriormente, desarrolla un profundo interés por la poesía. Su apoyo a la República y oposición a la rebelión de Franco hicieron que fuese evacuado a Francia, donde murió en 1939. Su contacto con las desigualdades sociales de Andalucía radicalizarán su liberalismo reformista. Al final de su vida su ideología era abiertamente revolucionaria. Fue profundamente consecuente con sus convicciones.

Su producción lírica se inicia con el intimismo, pero evoluciona abriéndose hacia la realidad y la gente de su tiempo. Define la poesía como “palabra en el tiempo” y se muestra crítico desde una perspectiva regeneracionista.

Principales ciclos poéticos. Obras:

  • Soledades, Galerías y otros poemas (1903-07): Aquí se observa su inspiración modernista. Gira alrededor del dolor producido por los recuerdos y el sentimiento de melancolía. Se trata de una poesía esencialmente simbolista, donde aparecen reiteradamente la fuente, las galerías del alma, la tarde, el camino, etc.

Giran en torno a tres temas: el tiempo, la muerte y Dios. Abundan además los sueños como vías para profundizar en la propia subjetividad, a la par que aparecen constantes recuerdos que evocan la infancia. Los paisajes recrean y matizan el estado interior del poeta. En cuanto a la métrica, predominan los versos dodecasílabos y alejandrinos.

  • Campos de Castilla (1912): Aquí cambia la temática y gira hacia la preocupación patriótica por el pasado, presente y futuro de España. Su visión crítica es lo que nos hace adscribir a Machado a la generación del 98. Muestra interés por lo adusto, recio y austero del paisaje castellano, que le sugiere a la par lo épico y lo místico, además de soledad y fugacidad. No desaparece su tendencia intimista, inspirada por los enigmas del hombre.

En este poemario destaca La tierra de Alvar González, donde se revitaliza la vieja versificación. Es un poema narrativo que cuenta una sombría historia de codicia en la dureza de la tierra castellana.

  • Nuevas canciones (1924): En este libro su impulso creador parece haberse frenado, ya que dice “se ha frenado la voz en mi garganta”. Con esta obra se abre una etapa intimista llamada “de reflexión” donde se acentúan sus preocupaciones filosóficas.

En cuanto a su estilo, Machado adopta un tono conversacional con un ritmo lento y cadencioso. Su uso de los símbolos fue decreciendo con el paso del tiempo, mostrando cada vez una mayor sobriedad en la proliferación de recursos estilísticos.