1.4. Don Quijote de la Mancha

Esta obra se compone de dos partes publicadas en 1605 y 1615 y responde al modelo de novelas de caballerías.

1.4.1. Estructura

La 1.ª parte consta de 52 capítulos y la 2.ª de 74. Entre las dos partes, don Quijote realiza un total de tres salidas de estructura circular (salida, aventuras, regreso a casa), dos en la primera parte y una en la segunda.

En la primera parte se presenta al héroe, Alonso Quijano, que se ha vuelto loco con la lectura de los libros de caballerías. Sale a luchar contra las injusticias y a resolver entuertos con su armadura y un rocín flaco.

En esta parte realiza dos salidas, la primera sin Sancho. En el prólogo Cervantes insiste en la intención de burlarse de los libros de caballerías. Tras la primera tentativa de la que vuelve maltrecho, sale por segunda vez acompañado de Sancho Panza. Todas las aventuras que le suceden están mezcladas con otros relatos accesorios, relacionados más o menos con la historia de don Quijote.

En la segunda parte se produce la tercera salida y a pesar de las bromas crueles a las que es sometido, don Quijote se muestra de forma juiciosa dando a los demás una lección. La obra acaba tras la derrota que sufre ante el caballero de la Blanca Luna, la vuelta a la aldea y su muerte tras haber recuperado la razón.

1.4.2. Personajes

Los personajes principales son redondos puesto que van variando con la obra al igual que la opinión del autor y del lector tienen de ellos.

  • Don Quijote: Es un hidalgo pobre, valiente e idealista con un gran sentido de la justicia cuyos rasgos físicos están lejos de los héroes caballerescos.
  • Sancho Panza: Es el escudero que lo acompaña en sus aventuras que va creciendo con la obra y encarnando la sátira de los libros de caballerías cuando él mismo cree en don Quijote.

Si bien en un principio don Quijote y Sancho representan el enfrentamiento entre el idealismo (don Quijote) y el realismo (Sancho), posteriormente se produce una evolución psicológica que provoca la quijotización de Sancho y la sanchificación de don Quijote; es decir, este se hace más realista y aquel más idealista.

Entre los personajes secundarios destacan Dulcinea, en realidad Aldonza Lorenzo, una mujer rústica de una aldea cercana, el bachiller Sansón Carrasco, el cura y el barbero además de la sobrina y el ama de llaves de don Quijote.

1.4.3. Espacio y tiempo

El espacio es muy variado frecuentando los personajes espacios realistas: caminos, ventas y pueblos de un lugar geográfico en concreto como es La Mancha aunque también aparecen Sierra Morena y Cataluña. El camino favorece el encuentro con personas de todo tipo y de diferentes estratos sociales.

En cuanto al tiempo, es contemporáneo al autor y representa un agradable fresco de la vida cotidiana de la época. El tiempo es lineal aunque don Quijote sí vive fuera de su tiempo porque se imagina que está en la época de los caballeros medievales.

1.4.4. Recursos y temas cervantinos

  • El recurso del manuscrito encontrado: Produce un distanciamiento del autor a través de una actitud crítica ante la veracidad del relato encontrado.
  • La parodia: Se encuentra centrada en el personaje de don Quijote (su figura, indumentaria, escudero…), en la situación de la acción en un lugar concreto y poco heroico, en los extensos parlamentos en lenguaje rimbombante y exagerados y en el humor donde el carácter cómico del personaje se acentúa en los primeros capítulos.
  • El perspectivismo: Se da cuando Cervantes ofrece varias versiones de un mismo hecho mezclando lo serio con lo trivial.
  • La literatura dentro de la literatura: En El Quijote se integran distintas narraciones que rompen con el hilo conductor de la obra.
  • La crítica literaria dentro de la obra: Aparecen distintos juicios de obras y géneros de la época.

1.4.5. Lenguaje

Se basa en la falta de unidad al incorporar gran cantidad de materiales y estilos. La obra posee un estilo sencillo y llano que da entrada a múltiples registros, desde el coloquial usado por Sancho al estilo elevado que usa don Quijote.

2. La prosa barroca

En el siglo XVII van desapareciendo algunos géneros literarios del siglo XVI como la novela pastoril y otros experimentan un auge, como la novela picaresca y la prosa satírica y doctrinal de Quevedo y la didáctica de Gracián. Entre los distintos géneros destacan:

  • La novela picaresca
  • Novela bizantina
  • Novela corta cortesana
  • Literatura emblemática
  • Prosa didáctica

2.1. La novela picaresca

Tras El Lazarillo surgen un creciente número de obras adscritas a este género: La vida del Buscón llamado don Pablos, El diablo cojuelo, La vida del pícaro Guzmán de Alfarache… entre otras.

La novela picaresca del Barroco comparte características del Lazarillo:

  • Formato autobiográfico
  • Protagonistas hijos de padres sin honra
  • Deseo de ascenso social
  • La crítica dirigida a la sociedad

Añade, no obstante, el desengaño y la nostalgia propios del sentimiento pesimista del Barroco.

3. La prosa doctrinal y satírica

Junto a la novela picaresca surge otra prosa que enfoca diversos temas: políticos, religiosos, de costumbres… Pero destacan sobre todo los escritos de Quevedo de carácter político (Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás), escritos de naturaleza literaria, en donde participa de las luchas literarias de su tiempo (Aguja de navegar cultos) y la prosa satírica y moral en todo critica individuos y colectivos convertidos en objetivo de una sátira feroz e incisiva (Los Sueños).

4. La prosa didáctica y moral

Sobresalen los escritos de Baltasar Gracián de distinta temática: normas de conducta por las que se debe guiar un individuo, manual para ser un hombre prudente, estudio de retórica que emprende el análisis de diferentes autores españoles.

Pero la obra cumbre de Gracián será El Criticón publicada en tres partes. Se trata de una novela iniciática en la que los personajes se van abriendo al conocimiento del mundo. Se presenta bajo la forma de una novela alegórica en la que el autor pretende encerrar el curso de la vida en cuatro edades o estaciones: primavera (niñez), estío (juventud), otoño (madurez) e invierno (vejez). La originalidad de Gracián consiste al incorporar a la alegoría ya usada y conocida, el desengaño y la fugacidad, temas característicos barrocos.

Este relato anticipa la novela filosófica del siglo XVIII y tuvo gran influencia en autores como Schopenhauer o Nietzsche.