El Barroco: Reflejo de una Sociedad en Crisis

El Barroco se inscribe en una sociedad que desconfía de sí misma, preocupada por la política, la economía y las normas sociales. Temas como el desengaño y la vida como sueño, desde una perspectiva estoica, despiertan gran interés. Esta sociedad, amante de la fiesta y el lujo, también se obsesiona con el honor. En el ámbito religioso y filosófico, el Concilio de Trento y la Contrarreforma marcan un periodo de conservadurismo y cautela en la libertad de expresión. Frente a la naturalidad renacentista, el Barroco destaca por el artificio y la afectación de la realidad. Lo discreto, de Baltasar Gracián, se erige como modelo de comportamiento barroco.

Una Nueva Estética

Renacimiento y Barroco difieren en su concepción del lenguaje y la obra literaria. Los modelos literarios también cambian: los autores barrocos prefieren a Séneca, Marcial, Tácito, Lucano o Plinio el Joven (Edad de Plata latina), mientras que los renacentistas se inspiran en Cicerón, Virgilio y Horacio (Edad de Oro).

El Español en los Siglos de Oro

En esta época, el español, tanto en pronunciación como en vocabulario, se asemeja mucho al actual. Se convierte en la lengua romance más importante, impulsando la creación de gramáticas y diccionarios como el Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias (1611).

La Poesía del Siglo XVI: Etapas y Corrientes

Primera Etapa (1511-1543)

Sigue los temas y metros de la poesía cancioneril, con la innovación de la lírica de Boscán y Garcilaso.

Segunda Etapa (1543-1580)

Influida por Boscán y Garcilaso, introduce los metros, géneros y temas de las nuevas corrientes renacentistas italianas.

Las Fuentes

Los temas y motivos de la poesía renacentista provienen del petrarquismo y la tradición clásica. Del cancionero de Petrarca se adoptan tópicos, motivos, métrica y recursos estilísticos. La tradición clásica aporta formas como la oda y la elegía.

Las Nuevas Formas

  • El soneto: compuesto por dos cuartetos y dos tercetos, con tema principalmente amoroso.
  • La canción petrarquista: estancias con endecasílabos y heptasílabos combinados.
  • El terceto encadenado: usado en elegías, epístolas y sátiras.
  • La octava real: para composiciones épicas.
  • La lira: introducida por Garcilaso en la Oda a la flor de Gnido, combina endecasílabos y heptasílabos.

Garcilaso de la Vega

Su obra, con musicalidad y equilibrio estructural, consolida las formas italianas en la poesía española.

La Poesía Después de Garcilaso

Tras la publicación de las obras de Boscán y Garcilaso en 1543, destacan Fernando de Herrera, Fray Luis de León y San Juan de la Cruz.

Fernando de Herrera

Considerado el mejor poeta después de Garcilaso, publicó Algunas Obras (1582), con sonetos, canciones, elegías y églogas. Sus ideas estéticas se reflejan en sus Anotaciones a Garcilaso de la Vega.

San Juan de la Cruz

Su poesía, dentro de la tradición de Garcilaso, es original al tratar la experiencia mística de la unión del alma con la divinidad. Escribió Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva.

La Poesía del Barroco

Poesía de contraste, con vertiente meditativa y burlesca. Auge de la sátira, con predominio del soneto y el romance.

Culteranismo y Conceptismo

Culteranismo

También llamado gongorismo, emplea recursos como metáforas, imágenes, hipérbatos, cultismos y alusiones mitológicas, como en las obras de Góngora Polifemo y Soledades.

Conceptismo

Se centra en el concepto, con juegos de palabras, paronomasias y dilogías. Quevedo es su máximo exponente.

Escuelas y Poetas Barrocos

  • Escuela sevillana: Juan de Arguijo, Francisco de Rioja, Andrés Fernández de Andrada.
  • Escuela antequerano-granadina: Pedro Espinosa, Luis de Góngora.
  • Escuela aragonesa: Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola.
  • Escuela madrileña: Lope de Vega, Quevedo.

Autores y Obras Clave

Garcilaso de la Vega

Su obra abarca diversos géneros y temas, con el amor como constante. Destacan sus Sonetos y Canciones, donde narra el proceso amoroso, y sus Églogas.

Fray Luis de León

Fraile agustino y catedrático en Salamanca, encarcelado por la Inquisición. Su obra poética, con predominio de la lira, muestra un estilo culto y refinado. Destaca la oda ¡Qué descansada vida…!, inspirada en el Beatus Ille de Horacio. En prosa, sobresalen De los nombres de Cristo y La perfecta casada.

Luis de Góngora

Su obra incluye poemas populares y cultos. Entre estos últimos, Fábula de Polifemo y Galatea, Soledades y Panegírico al duque de Lerma. Desarrolló un estilo complejo, el culteranismo. También compuso romances y letrillas, como Hermana Marica y Ándeme yo caliente.