El Teatro Español de finales del Siglo XIX a la Actualidad
El Teatro Comercial (Principios del Siglo XX)
El Siglo XIX termina con una gran crisis social, económica y política en España. El país perdió las últimas colonias con el desastre del 98 (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), se sumió en una situación de pesimismo, crisis cultural y retraso respecto a otras potencias europeas.
Por ese motivo, comenzó la primera etapa del teatro a principios de siglo: el teatro comercial. Este teatro se inspira en las obras románticas (Rivas, Zorrilla…) y tuvo mucho éxito, pues la gente iba al teatro para evadirse y olvidar la situación de miseria española. Cabe destacar que la introducción de novedades y estéticas vanguardistas es bastante compleja en el teatro, pues, a diferencia de otros géneros (poesía y prosa), el proceso de difusión es más complicado. Esto explica la gran polémica que hubo por la concesión del Premio Nobel de Literatura a José Echegaray, autor reconocido pero rechazado por algunos.
El Teatro Burgués o de Clase Media (Transición del Siglo XIX al XX)
En el cambio de siglo, surge una segunda etapa: el teatro burgués o de clase media. Un teatro de gusto popular cuyo principal receptor es el público burgués. Se puede subdividir en tres:
- El Teatro Realista: Se desarrolla en un marco urbano y tiene un carácter realista tanto en los temas como en la escenografía. El principal autor es Jacinto Benavente, cuya obra más conocida es…
- El Teatro en Verso: Heredero del teatro romántico. Recoge hechos históricos y héroes de la España medieval. Destacan: Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa y la obra de los hermanos Machado La Lola se va a los puertos.
- El Teatro Cómico: Algunas obras están influenciadas por la Zarzuela y los entremeses del Siglo de Oro o “sainetes”. Autor: Carlos Arniches. Otras obras son las que algunos autores han denominado como tragicomedias grotescas, donde hay simultaneidad de elementos trágicos y cómicos en un ambiente urbano. Destaca: Carlos Arniches también con La señorita de Trévelez y Pedro Muñoz Seca con La venganza de don Mendo, con la que inaugura el género del astracán (imitación burlesca del teatro romántico).
Renovación del Teatro (Siglo XX)
La tercera etapa sería la renovación del teatro, en nombre de los autores de las tres generaciones literarias más importantes en España: las Generaciones del 98, la del 14 o Novecentismo y la del 27.
Teatro de la Generación del 98
Destaca la obra de Valle-Inclán, Miguel de Unamuno, Antonio y Manuel Machado. Para Unamuno, este género era fundamental para la reflexión crítica de los problemas vitales. Busca la desnudez escénica, una economía de la palabra, reducción de los personajes al mínimo y el esquematismo de la acción. Obras: La venda, La esfinge y Fedra.
Ramón María del Valle-Inclán
Dramaturgo de la Generación del 98 quien, además de teatro, también escribió poesía y prosa. Su evolución clasifica su obra en cuatro etapas:
- Ciclo Modernista: Fuerte influencia modernista por el uso de un lenguaje poético, simbolismo, musicalidad y la búsqueda de la belleza y lo estético, cosmopolitismo, la evasión, la defensa de lo extranjero, etc.; el uso de temas modernistas (la decadencia, la melancolía, la soledad, el erotismo y la búsqueda de la belleza), la oposición al realismo… Destaca la obra El marqués de Bradomín.
- Ciclo Galaico: Las obras reciben influencia de la Galicia natal de Valle-Inclán. Se convierte en un espacio mítico donde se muestra la irracionalidad humana, la muerte, las pasiones, el sexo, etc. Destaca la trilogía Comedias Bárbaras (protagonista es José Manuel de Montenegro, un héroe en un mundo de destrucción regido por valores absolutos) compuesta por Águila de Blasón (1907), Romance de Lobos (1908) y Cara de Plata (1922); la obra Divinas palabras, que va acercándose a la estética del esperpento, sus personajes muestran la crueldad, la violencia, la lujuria y la avaricia del ser humano.
- Ciclo Esperpéntico: Abandona la búsqueda de la belleza propia del Modernismo y empieza a desarrollar una técnica literaria vanguardista centrada en la deformación sistemática de la realidad, denominado esperpento. La obra en la que mejor se representa esta técnica es Luces de Bohemia (1920), donde se utilizan recursos como los contrastes violentos, la renuncia de la verosimilitud, la personificación de las cosas, la animalización, la cosificación de lo humano, el sarcasmo, la deformación del idioma con la mezcla de códigos (desde lo más elevado a la jerga callejera)… tiene un objetivo con doble sentido: que el autor se ría pero se inquiete por el ambiente degradado que denuncia. Otros esperpentos son Los cuernos de don Friolera y Las galas del difunto.
- Ciclo de Autos y Melodramas: Etapa final en la que Valle-Inclán lleva piezas dramáticas breves al extremo del esperpento. Obras: El retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.
Federico García Lorca
Poeta granadino perteneciente a la Generación del 27. Alcanzó muy pronto el éxito y la fama con su literatura. Además de buen escritor, tenía dotes como dibujante y músico, lo que le ayudaría en un futuro al pensamiento de la escenografía y de la puesta en escena.
Obras significativas: Romancero Gitano, Poeta en Nueva York.
Sus gustos van desde lo popular andaluz hasta el surrealismo. Su teatro es esencialmente poético y cuida la escenografía. Temas: imposibilidad amorosa, imposición de convicciones sociales y frustración. Primera obra: El maleficio de las mariposas. Tragedias poéticas (grandes obras): Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba. En 1936 fue fusilado. A pesar de su trágica muerte y la censura de sus obras, pasó a ser internacionalmente conocido. Escribió también teatro vanguardista como Así que pasen cinco años y El público, obras experimentales con influencia surrealista, minoritarias y complejas.
Generación Novecentista / Generación del 14: Movimiento en el que se produce un abandono de las emociones en la obra literaria. Al contrario de la generación del 98, va a dar más prioridad a las ideas, intelectualistas, y eso va a dar una literatura dedicada a las minorías, preocupación por el lenguaje, búsqueda de un arte puro. Se van a cultivar tres géneros literarios: el ensayo (pensador José Ortega y Gasset), la novela (Gabriel Miró) y la lírica (Juan Ramón Jiménez).
Las Vanguardias: También llamado ismos. Serie de movimientos artísticos, originados en Europa a partir de la publicación del Manifiesto Futurista del italiano Marinetti (1908), muy diversos pero que se caracterizan todos ellos por la ruptura, el afán de originalidad, la polémica y la mezcla de artes. En la literatura destacan:
- Creacionismo: del chileno Vicente Huidobro, que rechaza la relación de la literatura con la realidad.
- Ultraísmo: de Borges y Gerardo Diego, se caracteriza por el uso de la metáfora, la supresión de los nexos, la métrica y de adjetivos.
- Surrealismo: el más importante, hace un desarrollo teórico que parte de las teorías del filósofo Freud, que buscaban reflejar el pensamiento inconsciente. Con autores de la generación del 27 como Federico García Lorca, Cernuda y Vicente Aleixandre.
Generación del 27: El origen de esta generación se da en Sevilla en 1927, con motivo de la reunión que se celebró entre los admiradores de Góngora en el centenario de su muerte. El número de participantes de esta generación no está cerrado, las nuevas antologías incluyen a otros escritores (novelista Ayala), cineastas o artistas (Dalí o Buñuel), e incluso alguna escritora.
Características: Influencia de los clásicos españoles (Cervantes, Góngora, Lope de Vega), gusto por lo popular y tradicional, influencia de autores mayores (Ortega y Gasset en el punto de vista filosófico o Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez en el punto de vista poético), influencia de las vanguardias (ultraísmo de Gerardo Diego y surrealismo de Lorca, Cernuda y Aleixandre), influencia de otras artes: pintura, cine y música, vivencias en la Residencia de Estudiantes de Madrid, creación de revistas vanguardistas (colaboraron todos los participantes de la generación del 27).
Integrantes: Pedro Salinas (mayor de la generación, un poeta del amor, La voz a ti debida), Jorge Guillén (poeta de poesía pura, vallisoletano, Cántico), Gerardo Diego (influencia vanguardista de ultraísmo en Imagen), Rafael Alberti (Marinero en tierra), Dámaso Alonso (crítico literario, Hijos de ira, grito de rebeldía contra la situación del hombre y del mundo (protesta a deshumanización y violencia)), Vicente Aleixandre (premio Nobel de literatura, iniciará su obra en la poesía pura pero avanzará al surrealismo, libro fundamental Pasión de la tierra), Luis Cernuda (caracterizado por carácter hipersensible y su homosexualidad, La realidad y el deseo), Federico García Lorca (destacan tanto poesía (3 etapas: juventud, plenitud (Romancero gitano) y surrealista (Poeta en Nueva York)) como teatro (La casa de Bernarda Alba)).
Juan Ramón Jiménez (1881-1958): Nacido en Huelva, es uno de los poetas más leídos y admirados, aunque también más complejo y prolífico del siglo XX. Obra inmensa, difícil recopilación, aparición de textos inéditos, mucha influencia en poetas posteriores. Pertenece por edad a la generación del 14, pero su primera estética se encuadra dentro del modernismo. Tenía un carácter difícil, enfermizo y melancólico, lo que le llevó al enfrentamiento con otros autores. Obsesionado con la perfección literaria (para él la poesía era un género minoritario que exigía inteligencia en el lector). Tras la Guerra Civil se exilia a América junto a su esposa Zenobia Camprubí, quien se encargó de reunir la obra de su marido.
Su obra se divide en tres etapas:
- Época Sensitiva: Etapa de iniciación y tiene influencia modernista. Libros como Arias tristes y Almas de violeta aparecen esos espacios melancólicos y sentimentales. Al final de esta etapa publica su libro Platero y yo, considerado como infantil a pesar de mostrar todo lo contrario.
- Época Intelectual: Viaje a América y el contacto con la poesía en inglés marca la etapa. Se produce un hecho fundamental: el descubrimiento del mar como motivo trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo presente. Destaca el libro Diario de un poeta recién casado, escrito con motivo de su boda con Zenobia y su viaje a Nueva York. Mezcla poesía y prosa, descripciones y sentimientos personales. Podría ser un diario personal en el que anota reflexiones, vivencias, sentimientos a lo largo de la travesía del viaje. Se va despojando de los adornos modernistas y busca la poesía más pura.
- Época Suficiente o Verdadera: Etapa más filosófica, con poemas casi místicos. Destaca el libro Dios deseado y deseante (culminación de su anterior libro Animal de fondo), se llega a identificar con el dios del que habla.
En 1956 recibe el Premio Nobel de Literatura, mismo año en que muere Zenobia. Debido al dolor de la pérdida no pudo ir a recoger el galardón. El poeta fallece dos años más tarde.
La Poesía de la Postguerra (1939-1975)
La literatura española durante el periodo de 1939 a 1975 estuvo marcado por las consecuencias que trajo consigo la Guerra Civil: un periodo de postguerra, con una crisis social, política, económica y cultural, y una Dictadura. El régimen hará que la literatura esté limitada por la política y la censura, que será implacable con algunos temas. Además, todo el conflicto sumado al exilio de muchos escritores condicionará las obras, el alejamiento de su país natal y el desarraigo hará que los temas tratados sean más hondos y reflexivos. A nivel internacional, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría influyeron en la literatura europea con temas de violencia y deshumanización.
Esta poesía de postguerra no parte de cero, sino que sigue de cerca a los modelos de las generaciones anteriores:
- Juan Ramón Jiménez (poesía desarraigada): poeta que, a pesar de estar en el exilio, publicará libros esenciales como Dios deseado y deseante, que además ganó un premio Nobel.
- Poetas de la generación del 27 (poesía desarraigada): Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Luis Cernuda.
- Federico García Lorca.
La Guerra Civil española marca el inicio de la Generación de 1936, cuyos poetas, influenciados por la guerra y sus consecuencias, buscan una vuelta hacia una poesía más pura y de carácter más clásico. Presentando una visión optimista y conformista del mundo, es lo que se conoce como poesía arraigada, sin tener en cuenta la penosa situación que hay. Estos fundaron revistas como respuesta a la censura y represión del régimen franquista, buscando crear espacios de expresión y debate para compartir ideas y experiencias en un contexto político y social adverso. Así crearon (exaltan el pasado imperial de España y recuperan temas afines al franquismo):
- Revista Garcilaso: principal autor fue José García Nieto.
- Revista España: surge en León, escriben autores más comprometidos como Victoriano Crémer.
- Revista Escorial: poetas falangistas como Dionisio Ridruejo y sobre todo Luis Rosales con su obra de poesía arraigada (conforme al régimen) La casa encendida (una búsqueda de Dios dentro de la tristeza humana).
Años 40 se inicia la poesía social/desarraigada: poesía que busca una crítica a la realidad social de la época franquista. Temas: libertad, injusticia, testimonio crítico. Ya lo había anticipado Dámaso Alonso en Hijos de la ira. Destacan:
- Blas de Otero: poesía rítmica popular y social, como él dice, dirigida a una inmensa mayoría, Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia que fundirá en el tomo Ancia.
- Gabriel Celaya: Las cosas como son.
- José Hierro: en sus comienzos escribe poesía social, se convertirá en uno de los más populares y vendidos del siglo XX, Libro de las alucinaciones o Cuaderno de Nueva York.
También encontramos, con un carácter más minoritario y vanguardista, el Grupo del Postismo, donde destacan Gloria Fuertes y Carlos Edmundo de Ory; de carácter más clásico relacionado con Andalucía, el Grupo Cántico, donde destacan Pablo García Baena; y otros autores como Antonio Gamoneda.
Generación del 50: agrupación de escritores intelectuales de izquierdas, formados en universidades extranjeras e influidos por la poesía francesa e inglesa. Tratan de distanciarse de la poesía social. Son en su momento autores universitarios, rebeldes y de familias acomodadas. Predominan los catalanes: Carlos Barral, Gabriel Ferrater, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma. Castellano: Claudio Rodríguez. Asturiano: Ángel González (Deixis en fantasma) (lenguaje directo e irónico, gusto por metáfora e imágenes actuales). Valenciano: Francisco Brines. Gaditano: José Manuel Caballero Bonald (Laberinto de Fortuna). Gallego: José Ángel Valente (poesía casi mística, No amanece el cantor).
Jaime Gil de Biedma: A pesar de su obra breve, repleta de poemas narrativos muy directos, es uno de los más leídos y comentados. Destaca Las personas del verbo. Fue poeta y ejecutivo y tuvo vinculación con el pueblo segoviano Nava de la Asunción, donde está enterrado.
Claudio Rodríguez: Zamorano, menos conocido, obra breve, honda y poética, se preocupaba más por la calidad que por la cantidad. Vida marcada por el drama de la muerte temprana de su padre y el asesinato de su hermana. Estudió filología y pasó temporadas como lector de español en universidades inglesas. Su obra tiene influencia de autores clásicos del Siglo de Oro, Antonio Machado, Jorge Guillén o poetas simbolistas franceses. Ganó el premio Adonais con el libro Don de la ebriedad, muchas metáforas, reflexivo y apegado al campo castellano, íntimo, “siempre la claridad viene del cielo”, desde ahí el poeta busca respuestas en la naturaleza y en las cosas sencillas que le rodean. Escribirá otros libros: Conjuros, Alianza y condena, El vuelo de la celebración (temas: paso de las estaciones, tradiciones del campo, mirada infantil). Con Casi una leyenda recibió numerosos premios: Reina Sofía de poesía o Príncipe de Asturias y entonces ingresa en la Real Academia Española. A su muerte dejó un libro inédito que solo se ha publicado de forma facsímil.
Novísimos: En los años 70 y 80 hubo un cambio cultural y político en España. Los novísimos (nombre despectivo: los venecianos) fueron un grupo de poetas que surgieron durante la movida madrileña. Se caracterizan por realizar poesía culturalista, llena de alusiones a escritores o artistas extranjeros, del pop-rock, del cine o del cómic. El editor José María Castellet publicó la antología Nueve novísimos españoles en 1970 presentando los nuevos nombres que se convertirían en poetas reconocidos: Pere Gimferrer (Arde el mar), Guillermo Carnero, Félix de Azúa. Van surgiendo nuevos: Antonio Colinas (Sepulcro en Tarquinia), Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena (Hymnica).
En la poesía, desde finales de los años 60, se venía observando un cambio en las tendencias poéticas por parte de un grupo de poetas denominados los novísimos. Esta denominación parte de la idea de Josep María Castellet, quien publica la antología Nueve novísimos españoles, donde se recogen a nueve autores, nacidos después de la Guerra Civil, que empezaron a publicar sus primeras obras a finales de los años 60. Los novísimos se basaban en una ‘nueva sensibilidad’ en la que se mezcla la tradición literaria española o anglosajona, y otras disciplinas como la música (electrónica, pop, rock), la danza, el cine y el cómic. En el fondo, se trata de un grupo de escritores herederos de la Generación del 50, que presumían de su alta cultura y sus estudios universitarios.
1ª Etapa: De la antología de Nueve novísimos españoles destacan:
- Manuel Vázquez Montalbán: conocido posteriormente por sus novelas policiacas.
- Félix de Azúa: autor preocupado por la estética y el arte. Será miembro de la Real Academia.
- Guillermo Carnero: éxito temprano con obras como Dibujo de la muerte, lleno de referencias culturales.
- Pere Gimferrer: el autor más relevante de los nueve. Después de la publicación de su obra Arde el mar, continuó su labor poética tanto en castellano como en catalán, con su cometido como editor y traductor. Fue candidato al Premio Nobel de Literatura y fue miembro de la Real Academia.
2ª Etapa: Como respuesta a la famosa antología, en 1971 apareció otra llamada Espejo del amor y de la muerte, a cargo de Antonio Prieto. En ella se dieron a conocer más poetas también catalogados como novísimos. Estos siguen la estética culturalista y alardean de otras lecturas extranjeras. Alumnos de Vicente Aleixandre.
- Antonio Colinas: Premio CyL de las Letras y autor de Sepulcro en Tarquinia.
- Luis Alberto de Cuenca: reivindica una poesía clara, muy narrativa y entendible como La caja de plata.
- Luis Antonio de Villena: reivindica la masculinidad y la belleza. Galardonado con el Premio de la Crítica por su libro de poemas Huir del Invierno. Cultiva los diferentes géneros literarios: poesía, novela, ensayo, memoria…
Postnovísimos: El propio Luis Antonio de Villena acuñó el término ‘postnovísimos’ para englobar a los autores de la generación siguiente.
- Blanca Andreu: de influencia surrealista.
- Andrés Trapiello: autor prolífico que cultiva varios géneros literarios. Destaca una extensa serie de diarios titulada Salón de pasos perdidos.
Tendencias poéticas: El culturalismo de los novísimos, llevó a cierta repetición en la obra, lo que provocó una división entre las generaciones posteriores que incluso llegaron a enfrentarse:
- Poesía del conocimiento: tiene influencia de escritores místicos como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez o de autores de la Generación del 50 como José Ángel Valente.
- Poesía de la experiencia: engloba a los poetas que triunfaron entre los 80 y los 90. Es una poesía de comunicación, que incluye elementos cotidianos, busca una aparente simplicidad. Características: realista, con un lenguaje natural, no sofisticado, en tono conversacional pero no descuidado, comunicativo.
- Luis García Montero: Las flores de río frío.
- Juan Antonio González Iglesias: Esto es mi cuerpo.
- Elena Medel: Mi primer bikini, con ella va abriéndose camino la poesía femenina.
Actualidad: A partir del 2015, la poesía ha pasado de ser un género minoritario a ocupar… Entre los autores ‘millenials’ se mezclan autores, cantautores, cantantes, raperos, influencers… Con la ventaja de que atraen a un público joven, como lo ha conseguido Elvira Sastre con La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida.
La Novela de los Años 70
La novela de los años 70 parte de los cambios narrativos que surgieron durante la década anterior:
- La diversidad y variedad de subgéneros narrativos que encontramos: novela de tesis, psicológica, histórica, policiaca y negra.
- La ruptura formal con la novela tradicional: se rompe con el narrador omnisciente, se alternan las estructuras narrativas, se introduce el monólogo interior y se entremezclan géneros.
- El ‘boom’ latinoamericano: una serie de novelistas de Hispanoamérica que a partir de los años 60 renuevan la manera de narrar e introducen el denominado ‘realismo mágico’ (movimiento que se define por una preocupación estilística y por mostrar lo extraño como cotidiano y real).
Al llegar la democracia siguen escribiendo autores mayores como Miguel Delibes o Camilo José Cela. El fin de la censura y la llegada de la apertura suponen un aumento en los niveles educativos y en la lectura y, por tanto, un éxito en las editoriales españolas y sus premios literarios. Por ejemplo:
- El ganador del Planeta en 1977: Jorge Semprún (que había pasado las décadas anteriores en el exilio).
- El ganador del Nadal en 1975 (año de muerte de Franco): Francisco Umbral con Las ninfas (homenaje a Lolita de Nabokov). Esto representa el signo de que en España se está produciendo una abertura en cuanto al uso de los temas en la literatura. Tras este logro se convierte en una figura destacada. Mejor obra: Mortal y rosa (retrato lírico de la muerte de su hijo).
Alternancia: La novela de los años 70 alternará:
- La novela experimental: siguen esta línea vanguardista Juan Benet con Volverás a Región y Julián Ríos con Larva, escrita siguiendo el modelo del Ulises de Joyce.
- Autores que tratan de conectar con el público mediante obras de reportaje periodístico:
- Juan Marsé.
- Eduardo Mendoza (barcelonés, 1943, ha recibido recientemente el Premio Cervantes. Su primera gran novela es La verdad sobre el caso Savolta. Desde esa novela, combina en sus obras el reportaje de investigación, la novela policiaca, con unas grandes dosis de humor. Esto ha hecho que sea uno de los novelistas más leídos y admirados. Otras obras: El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas, El secreto de la modelo extraviada).
Novedades: Entre los años 80 y 90, una vez pasada la Transición y afianzada la democracia, surgen nuevos autores, editoriales y premios. Destacan:
- Javier Marías: llegó al éxito con Corazón tan blanco.
- Antonio Muñoz Molina: se distingue por su capacidad para explorar la historia reciente de España a través de su prosa cuidada.
- Arturo Pérez-Reverte: pasó del reportaje a una narrativa que va desde la novela negra a la novela histórica, como Capitán Alatriste.
El Teatro desde los Años 70
El teatro es el género que sufre más vaivenes debido a la política y a la afluencia del público, pues necesita de la administración y de los espectadores; de lo contrario, sería inútil la publicación de obras. Desde los años 70, el teatro español ha estado en crisis. No obstante, ha habido momentos mejores y peores. Aunque se levantó la censura, esto no supuso el estreno masivo de obras. A pesar de esta situación, la escena teatral de las principales ciudades españolas, como Madrid y Barcelona, se puede dividir en cinco bloques:
- Los teatros de titularidad pública, como la Compañía Nacional de Teatro Clásico o el Centro Dramático Nacional, que representan obras clásicas que van desde el Siglo de Oro hasta Lorca.
- El teatro costumbrista o popular, de baja calidad pero de gran éxito, vinculado a actores populares o humoristas y con el apoyo de la televisión. Ejemplo: Lina Morgan.
- Las producciones privadas de obras nuevas de autores españoles de diversas generaciones: Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre, Antonio Gala (Anillos para una dama), Francisco Nieva (Pelo de tormenta).
- Compañías independientes de pequeño formato: representan para un número limitado de espectadores, donde se reivindica un teatro de vanguardia. Este tipo de teatro se difundía en revistas como La avispa, ya que no siempre llegaba a los escenarios. Utiliza la cámara negra, hay pobreza en el decorado. Tiene influencia del teatro del absurdo de autores como Ionesco y Beckett. Ejemplo: La Fura dels Baus.
- Éxito de los musicales con grandes producciones, revitalizan los teatros del centro de las ciudades.
José Luis Alonso de Santos
Nació en Valladolid en 1942. Tras estudiar filosofía, se inició en compañías universitarias o de corte independiente: Teatro Experimental Independiente. Su carrera se divide como:
- La producción de unas 50 obras ajenas como director dramático, de autores tan diversos como Calderón, Valle-Inclán o Shakespeare.
- La escritura de obras propias: escribió y estrenó su primera obra en 1975, ¡Viva el Duque, nuestro Dueño!, de tema histórico. Sin embargo, fueron dos obras de los años 80 las que le hicieron tener un gran éxito en escena y, de hecho, fueron adaptadas al cine: La estanquera de Vallecas (1981) y Bajarse al moro (1985). Ambas han sido clasificadas de un nuevo costumbrismo y el público valora positivamente el uso del lenguaje coloquial, contando con que los años 80 son los de la movida madrileña, los ambientes de barrio y los toxicómanos, realidades representadas en las obras. El propio autor dice que escribió la obra como una protesta contra la opresión, la marginación y la falta de salidas.
- Tras estos éxitos, ha escrito una veintena de obras como La sombra del Tenorio, inspirada en el clásico de Zorrilla. Ha recibido importantes premios como el Nacional del Teatro y el CyL de las Letras.