Etapas y Tendencias de la Poesía Española del Siglo XX
1ª Etapa: Vanguardias y Rehumanización
Poesía Vanguardista
Los poetas de esta etapa se sintieron atraídos por los movimientos de vanguardia como el ultraísmo y el creacionismo, caracterizados por una estética renovadora, el interés por la imagen y la técnica del caligrama. Sus temas a menudo se relacionaban con los inventos del mundo moderno (futurismo). Algunos ejemplos son:
- Gerardo Diego: Manual de espumas
- Rafael Alberti: Cal y canto
Poesía Pura
Estos poetas encaminaron su obra hacia la poesía pura, desvinculada de lo sentimental y humano, y desprovista de toda anécdota. Destacan:
- Pedro Salinas: Presagios
- Vicente Aleixandre: Ámbito
- Luis Cernuda: Perfil del aire
Neopopularismo
Este movimiento supuso un proceso de rehumanización con el cultivo de la poesía popular, entendida como la expresión del sentimiento más profundo y humano. La poesía pura y el neopopularismo se vieron impregnados de un clasicismo formal. Algunos ejemplos son:
- Rafael Alberti: Marinero en tierra
- Federico García Lorca: Romancero gitano
- Gerardo Diego: Soria
- Dámaso Alonso: Poemas puros, poemillas de la ciudad
Factores Históricos y Nuevas Tendencias
El hundimiento de la bolsa de Nueva York y la irrupción en Europa de regímenes totalitarios como el nazismo y el fascismo, llevaron a los poetas a manifestar un renovado interés por los temas humanos y a adoptar una actitud de compromiso con los problemas de su tiempo. Se intensifica el proceso de rehumanización y surgen nuevas tendencias:
Surrealismo
Movimiento de vanguardia que, al sumergirse en las profundidades del yo, explora los sentimientos más íntimos del hombre. Se nutre de la teoría del psicoanálisis de Freud y la doctrina de Marx, ambas con el objetivo de liberar al ser humano. El surrealismo pretende revelar una realidad superior o suprarrealidad, ofreciendo una imagen totalizadora del ser humano. Algunos ejemplos son:
- Vicente Aleixandre: La destrucción o el amor
- Rafael Alberti: Sobre los ángeles
- Luis Cernuda: Los placeres prohibidos
Neorromanticismo
Para Pedro Salinas, el amor es una experiencia gratificante y feliz que enriquece a los enamorados. En sus obras maestras, concibe la pasión amorosa como una experiencia intelectual, distante del sentimiento romántico y desligada de lo circunstancial y anecdótico. Para Luis Cernuda, la poesía amorosa figura en tres libros: Un río, un amor y Los placeres prohibidos, de estética surrealista. El primero trata la frustración por la imposibilidad de cumplir sus expectativas amorosas. En Los placeres prohibidos reivindica su derecho a gozar de un amor (el homosexual) que los convencionalismos morales y sociales de la época no veían con buenos ojos. Destacan:
- Pedro Salinas: La voz a ti debida
- Luis Cernuda: Donde habite el olvido
Poesía Social y Poética de Guerra
Durante la Guerra Civil española, algunos poetas adoptaron posturas muy activas a favor de la causa republicana. Algunos ejemplos son:
- Emilio Prados: Llanto en la sangre
- Rafael Alberti: El poeta en la calle
3ª Etapa: Posguerra y Exilio
Al finalizar la Guerra Civil, el grupo de poetas se dispersó. La mayoría se marchó al exilio y solo permanecieron en España Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. Surgen nuevas tendencias:
Poesía Clasicista
Referente de la poesía desarraigada que, desde una serena y ordenada concepción del mundo, exalta las glorias del pasado imperial español o canta, con tono intimista, al amor y la familia. Destaca:
- Gerardo Diego: Canciones a Violante
Poesía Desarraigada
Los poetas que sufrieron el destierro padecieron un sentimiento de desarraigo. En sus composiciones alternaron las diatribas contra los vencedores, la condena de los hombres de la guerra y la denuncia del materialismo del mundo moderno, con la evocación nostálgica de la patria. Destaca:
- Dámaso Alonso: Hijos de la ira
El Magisterio de los Clásicos
Los poetas del siglo XX sintieron devoción por los clásicos, derivada del profundo conocimiento que, como profesores y filósofos, tenían de la literatura de los Siglos de Oro. Resucitaron el interés por varios poetas, sobre todo Luis de Góngora, y rescataron del olvido la poesía tradicional de los cancioneros y romanceros. Este descubrimiento de los clásicos les ayudó a encontrar el equilibrio en su quehacer poético. En Luis de Góngora vieron un precedente del vanguardismo por su concepción del hecho literario como arte puro, desligado de la realidad. De la tradición del siglo XIX recibieron la influencia de Gustavo Adolfo Bécquer, cuya huella se aprecia en algunos de ellos, como en Donde habite el olvido de Luis Cernuda.