Generación del 27

En 1936, destacó un conjunto de poetas con inquietudes y gustos estéticos comunes. Algunos autores de esta generación son: Cernuda, Alberti, Guillén, Lorca, Salinas…

Estos autores compartían:

  • Formación intelectual y literaria
  • Pensamiento liberal y progresista
  • Gustos literarios y orientaciones estéticas

Asimilaban el valor de la metáfora y el arte por el arte. No olvidaban el magisterio de clásicos, autores cultos, cancioneros y romanceros. Tendían a la síntesis y a la búsqueda del equilibrio entre:

  • Lo intelectual y sentimental
  • Lo culto y lo popular
  • Lo universal y español
  • La tradición e innovación

Los temas principales de esta generación son: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la incomunicación y el misterio de la muerte. Destacan en algunas obras descripciones de la Guerra Civil y del paisaje urbano.

Etapas de la Generación del 27

Primera Etapa (1918-1929)

Destacan movimientos vanguardistas como el ultraísmo y el creacionismo con el uso de imágenes irracionales, caligramas y temas de inventos modernos. Ejemplo: “Imagen 1922” (Gerardo Diego).

Surge la poesía pura en 1926, caracterizada por ser intelectual y estar desvinculada del sentimiento. Ejemplo: “Seguro azar 1929” (Salinas).

Aparece el neopopularismo, donde destaca el folclore andaluz y las canciones tradicionales. Se caracteriza por su sencillez, el uso de paralelismos e imágenes indirectas, estribillos y estrofas como el romance y los villancicos. Ejemplo: “Marinero en tierra 1925” (Alberti).

Segunda Etapa (1929-1939)

Comienza con la caída de la bolsa de Nueva York, los regímenes totalitarios y la radicalización social y política en España. Destaca el surrealismo, caracterizado por sus temas y recursos formales, una crítica de los convencionalismos sociales y la búsqueda de la liberación personal y social, y de la libertad expresiva. Ejemplo: “Poeta en Nueva York 1940” (Lorca).

Otra tendencia es el neorromanticismo, basado en dos inspiraciones:

  • La de Becker, con una visión antirromántica y un amor como experiencia intelectual.
  • Un amor basado en la pasión y entrega total (Cernuda).

Finalmente, se encuentra la poesía política y social basada en el compromiso cívico con la realidad conflictiva del momento. Ejemplo: “El poeta en la calle 1935” (Alberti).

Tercera Etapa (1939)

Con el fin de la Guerra Civil, se produce la dispersión del grupo, ya que la mayor parte se exilió. Se destaca el proceso de rehumanización y el compromiso entre estética y ética. Las obras se caracterizan por una voz grave y preocupada que refleja los problemas humanos y sociales. Los temas son la nostalgia del exilio y los recuerdos de amigos perdidos.

Teatro de 1939 a finales del siglo XX

Al final de la Guerra Civil, el teatro había sido un arma de propaganda y una forma de distracción. A los condicionamientos comerciales, se suman las preferencias del público, las limitaciones ideológicas y una severa censura. Se produjo un corte en los intentos de renovación debido al fallecimiento de grandes maestros como Valle-Inclán y Lorca, o al exilio de otros como Max Aub y Rafael Alberti.

Década de los 40

Surgen dos tendencias:

  • Comedia burguesa: base del teatro comercial, con obras bien construidas cuyos dramas giran en torno a la familia, el hogar y el amor, con una ligera crítica a las costumbres burguesas. Destacan autores como José M. Pemán y J. Calvo Sotelo.
  • Teatro del humor: destacan Jardiel Poncela, por su teatro inverosímil y fantástico, presentando una sociedad feliz cuyos objetivos son el amor y el dinero (“Eloísa está debajo de un almendro”, 1940), y Miguel Mihura, quien denuncia en sus comedias lo absurdo de la vida cotidiana y la imposición de las convenciones sociales (“Tres sombreros de copa”, 1932).

Drama realista

En 1949, “Historia de una escalera” de Antonio Buero Vallejo marca un cambio en la dramaturgia. Supone el nacimiento del drama realista, que pretendía reflejar los conflictos existenciales del ser humano. Con la relajación de la censura, el teatro existencial derivó hacia el teatro social. Buero Vallejo también escribió dramas históricos como “Las Meninas”. Alfonso Sastre escribe un teatro de denuncia social y renovación formal.

Teatro experimental (desde mediados de los 60)

Con contenido crítico, aborda temas como la injusticia social, la falta de libertad y la soledad. Se da más importancia a la escenografía, las técnicas audiovisuales y la acción fragmentaria. Destacan Fernando Arrabal (teatro pánico, “El cementerio de automóviles”, 1957) y Francisco Nieva (teatro furioso, “Pelo de tormenta”, 1961).

Teatro renovador

Pretende romper con el teatro comercial, controlando todo el proceso de creación. Potencian el elemento coreográfico, plástico, mímico o musical.

Tras la dictadura, se estrenaron obras prohibidas, proliferaron premios y festivales, se rehabilitaron teatros y se subvencionaron espectáculos.

Novecentismo

Esta generación comparte una sólida formación intelectual con espíritu científico, vocación europeísta y talante liberal. Preocupados por la regeneración española, ven la sociedad desde una perspectiva reformista y modernista. Persiguen el placer estético a través de la perfección formal, la precisión lingüística y la voluntad de estilo.

José Ortega y Gasset (1883-1955)

Destaca por su ideología liberal, sus temas filosóficos, estéticos y sociológicos, y su participación en la Revista de Occidente. Obras destacadas:

  • “La deshumanización del arte” (1925)
  • “Ideas sobre la novela” (1925)
  • “España invertebrada” (1921)
  • “La rebelión de las masas” (1930)

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

Con “Diario de un poeta recién casado” (1916), supera el modernismo e inicia una etapa intelectual. Su depuración poética culmina en la poesía pura (“Belleza”, 1923). Su tercera etapa se caracteriza por una poesía metafísica, hermetismo y verso libre (“Animal de fondo”, 1949).

Novela novecentista

  • Gabriel Miró (“El obispo leproso”, 1926)
  • Ramón Pérez de Ayala (“Tigre Juan”, 1926)
  • Ramón Gómez de la Serna (greguerías, “La viuda blanca y negra”, 1920)

Vanguardias

Movimientos artísticos del primer tercio del siglo XX, basados en la rebeldía, la provocación y un espíritu renovador. Rechazan la tradición artística anterior.

  • Futurismo: Filippo Marinetti (1909). Exalta la civilización mecánica.
  • Cubismo: Pablo Picasso (“Las señoritas de Avignon”). Descompone la realidad.
  • Expresionismo: (Alemania, 1910). Visión angustiada de la existencia.
  • Dadaísmo: Tristán Tzara (1916). Rebeldía pura, ataque a la lógica.
  • Surrealismo: André Breton (1924). Liberación del subconsciente.
  • Ultraísmo: Guillermo de Torre. Combinación de futurismo y cubismo.
  • Creacionismo: Vicente Huidobro. Creación de una nueva realidad.