La Celestina de Fernando de Rojas: Una Obra Clave del Siglo XV
**La Celestina**: Una Obra Clave del Siglo XV
Escrita por Fernando de Rojas en los últimos años del siglo XV, La Celestina representa una concepción más moderna de la vida y del papel del hombre en ella. Recoge los ecos del universo medieval que está tocando a su fin y los primeros reflejos del mundo renacentista con el que se inicia la Edad Moderna.
Ediciones y Autor
La primera edición que conocemos de esta obra se imprimió en Burgos, en 1499, con el título de Comedia de Calisto y Melibea. Constaba de 16 actos y del resumen del argumento de cada uno de ellos, sin nombre de autor. En 1500 se hizo una segunda edición en Toledo que, además del texto anterior, incluía al comienzo una “Carta del Autor a su Amigo”, unos versos acrósticos que revelaban el nombre de su autor (Fernando de Rojas), y unos versos finales del editor del libro, Alonso de Proaza. En ediciones posteriores aparecidas en los primeros años del siglo XVI, Rojas amplía la obra en cinco nuevos actos, que sitúa entre el 14 y el 15 de la primera edición, quedando la versión definitiva en 21. Se incluye, además, un nuevo prólogo, justificando lo que se ha añadido, y el título definitivo que le dio el autor: Tragicomedia de Calisto y Melibea.
Sin embargo, Rojas no es el único autor de La Celestina. Él mismo afirma en la “Carta a un Amigo” haber encontrado unos papeles tan cautivadores que le animaron a continuar la historia. Hoy día se cree que Fernando de Rojas escribió el texto completo de La Celestina, excepto el primer acto y principio del segundo.
Género
La Celestina se incluye dentro del género de la comedia humanística. En ella predominan los elementos teatrales sobre los narrativos: es íntegramente dialogada y carece de un narrador. Toda la realidad que conocemos en la obra la crean los personajes con sus palabras. Parece claro que la obra se concibió para ser leída ante un grupo reducido de personas y no para ser representada en un teatro: es demasiado extensa, presenta un continuo cambio de escenarios exteriores e interiores y, a menudo, los parlamentos de los personajes se alargan excesivamente. La Celestina parece haber sido concebida como una obra cómica con un desenlace trágico.
Estructura
Por su estructura externa, la obra está dividida en 21 actos, de los cuales el primero, el de autor desconocido, es notablemente más extenso que los siguientes. Con frecuencia, suceden varias escenas en cada acto, lo que advertimos en cada cambio de personajes o escenarios.
En su estructura interna se distinguen dos partes:
- La que forman los 12 primeros actos, que se centran en los amores de Calisto y Melibea y la intervención de la Celestina, hasta concluir con la muerte de la vieja y de los criados.
- La formada por los 8 restantes, que giran en torno al afán de venganza de Elicia y Areúsa, que desencadena la muerte de los amantes.
Personajes
En la obra se observan claramente dos grandes grupos de personajes con intereses distintos: el de los señores y el de los criados:
- El mundo de los señores: Está constituido por nobles, estableciendo el autor una gran diferencia entre la nobleza y fortuna de Melibea y “el estado mediano” de Calisto, quien, probablemente por ello, no intenta pedírsela a sus padres. Parece que los personajes de este grupo viven movidos por sentimientos idealistas y principios más rectos en relación con el amor, la honra y la dignidad que el grupo de los criados.
- El mundo de los criados: Representado por Celestina, Sempronio, Pármeno y las prostitutas Elicia y Areúsa, muestran sentimientos materialistas y mezquinos: no sienten amor ni respeto hacia sus amos.
Lenguaje y Estilo
En La Celestina se manifiesta una clara voluntad de estilo en el impulso retórico del habla de los personajes. Todos ellos, pertenezcan al mundo de los señores o al de los criados, están preparados para ser emisores y receptores de discursos elaborados, que reflejan claramente la influencia de la corriente humanística. Esto se advierte en que todos los personajes son capaces de usar un lenguaje culto, plagado de expresiones eruditas. La abundancia de antítesis, paralelismos, anáforas y enumeraciones conforman un estilo elegante y complejo. Es frecuente el habla coloquial y, a veces, vulgar y atrevida. También se manifiestan frases hechas y refranes.
Intención de la Obra
Fernando de Rojas asegura en el subtítulo que escribió esta obra para advertir al lector de los terribles efectos de la pasión y prevenir a los locos enamorados de los enredos y maquinaciones de las viejas alcahuetas y de los malos sirvientes. De su aclaración podríamos decir que la obra tiene un fin moral: Calisto y Melibea sirven como ejemplo de lo que no se debe hacer.