La novela hasta 1939

Tendencias literarias

1.1. El Modernismo y el Grupo del 98

A finales del siglo XIX surgió el Modernismo. Los principales temas fueron:

  • La expresión de la intimidad, la melancolía y la nostalgia, el sentido de la vida, el amor visto desde una perspectiva erótica y la espiritualidad.
  • La búsqueda de la identidad cultural del artista.
  • El deseo de evasión de una realidad insatisfactoria.

En sus aspectos estilísticos, el Modernismo se caracterizó por la innovación formal y la especial atención al lenguaje literario.

Se acuñó el término Grupo del 98 para referirse a un conjunto de seis autores (Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz, Ramiro de Maeztu, Ramón Mª del Valle-Inclán y Antonio Machado). Estos escritores, a pesar de sus grandes diferencias, presentaban algunos caracteres comunes:

  • Apostaban por una renovación del lenguaje literario.
  • Denunciaban la decadencia y la necesidad de modernización de España.
  • Expresaban los conflictos religiosos y existenciales.

La evolución ideológica del Grupo del 98 atraviesa tres etapas:

  1. Inicialmente, mantienen posiciones políticas revolucionarias.
  2. Pronto moderan sus posturas y pasan de defender la revolución a apostar por el reformismo.
  3. Finalmente, se alejan de las cuestiones políticas para concentrarse en la reflexión sobre la existencia humana.

1.2. Novecentismo y Vanguardismo

El Novecentismo y el Vanguardismo supusieron una ruptura con el pasado, buscando la ilusión de realidad y la huida del sentimentalismo.

El Novecentismo fue un movimiento de intelectuales que apostaron por la modernización de España. Tenían fe ciega en la educación y la cultura.

El Vanguardismo buscó la expresión libre de los artistas, que dinamitaron las bases tradicionales del arte. Deshumanizaron el arte mediante la eliminación de contenidos sentimentales.

2. La novela y los novelistas

El deseo de romper con el arte anterior se manifestó en los autores del Modernismo y el Grupo del 98 a través de una novela que:

  • Se llena de subjetivismo.
  • Centra sus relatos en la problemática existencial del protagonista.
  • Resta importancia a la forma.
  • Apuesta por múltiples narradores.
  • Utiliza amplias elipsis, así como saltos al pasado y al futuro de la acción.
  • Da protagonismo al diálogo y el monólogo interior.

Esta ruptura con la novela realista se vio reflejada en obras como Camino de perfección, de Pío Baroja; Amor y pedagogía, de Miguel de Unamuno; La voluntad, de José Martínez Ruiz; y Sonata de otoño, de Ramón Mª del Valle-Inclán.

Durante el Novecentismo y las Vanguardias también se cultivó la novela y el relato.

2.1. Miguel de Unamuno (1864-1936)

La obra de Miguel de Unamuno aborda dos cuestiones fundamentales:

  1. El tema de España: Preocupado por la modernización del país, sus textos se orientan hacia la búsqueda de la identidad española.
  2. El conflicto entre la razón y la fe: Su obra se concentra en la vida humana y su sentido. Para Unamuno, Dios es lo único que puede dotar de sentido a la dolorosa existencia humana.

Las novelas de Miguel de Unamuno analizan la existencia humana profunda, la angustia, el sufrimiento, el conflicto constante entre la razón y el sentimiento o la fe.

  • En Amor y pedagogía, un padre intenta educar a su hijo bajo estrictos principios científicos, lo que lleva al suicidio final del hijo.
  • Niebla presenta el enfrentamiento entre el hombre y Dios y una reflexión sobre el sentido de la vida humana.
  • Abel Sánchez explora la envidia y la insatisfacción.
  • La tía Tula es una defensa de la mujer.
  • San Manuel Bueno, mártir aborda la cuestión religiosa. La voluntad de creer es presentada como el único recurso del ser humano para alcanzar la felicidad.

2.2. Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

La obra novelística de Valle-Inclán atraviesa tres etapas:

  1. Etapa modernista: Caracterizada por la búsqueda de nuevos aspectos formales, el escritor recae en la nostalgia de un pasado que idealiza y enfrenta al insatisfactorio presente.
  2. Etapa gallega: Se centra en el mundo rural gallego, desde un punto de vista nostálgico.
  3. Etapa de los esperpentos: Es una denuncia de un mundo dominado por la brutalidad y el absurdo. Valle-Inclán deforma y degrada la imagen que se tiene de la realidad para mostrar su verdadero rostro.

2.3. Pío Baroja (1872-1956)

Su género narrativo se caracteriza por cuatro aspectos:

  1. Entiende la novela como un género abierto en el que cabe la narración y la reflexión, sin un plan previo definido.
  2. Utiliza mecanismos que doten de unidad al conjunto, como personajes recurrentes y distintas posiciones filosóficas e ideológicas que se enfrentan en sus relatos.
  3. Crea un personaje característico: el hombre contemporáneo incapaz de adaptarse a su medio social y cultural. Algunos son apáticos, mientras que otros se muestran activos.
  4. Los temas principales son la expresión y el análisis de la angustia existencial, la denuncia de la situación social de España y el problema de Dios.

El escritor apuesta por la claridad lingüística.

Sus novelas pueden clasificarse en tres etapas:

  1. Obras que reflejan el caos espiritual, como El árbol de la ciencia.
  2. Novelas históricas que reconstruyen la historia de España, como Memorias de un hombre de acción.
  3. Obras autobiográficas, como Desde la última vuelta del camino.

2.4. Ramón Pérez de Ayala (1880-1962)

La trayectoria del escritor pasa por tres fases:

  1. Novelas autobiográficas: Cuatro novelas que reflejan la crisis espiritual del hombre contemporáneo, su angustia, y en otras, la salida al caos interior mediante el amor.
  2. Las novelas poemáticas de la vida española (1913-1921): Se centran en la degradación de la vida moderna. El autor se interesa por el asunto de la educación.
  3. Novelas sobre temas universales: Abandona el interés por el yo angustiado o la sociedad española para hacer una reflexión más general. Se destaca la necesidad de comunicación y se centran en el amor y sus consecuencias.

2.5. Ramón Gómez de la Serna (1888-1963)

Durante los años veinte y treinta, fue uno de los referentes de la creación literaria española. Fundó la revista Prometeo con la intención de informar sobre las propuestas vanguardistas europeas y abrirse a las colaboraciones de los jóvenes escritores españoles.

Ramón destacó como periodista interesado en temas culturales y ensayista.

Aunque cultivó el teatro y la lírica, fue en la narrativa donde más destacó.

Las novelas y relatos breves de Ramón se caracterizan por la presencia del humor y la minuciosa observación de la realidad cotidiana.

Entre sus novelas deben citarse El torero Caracho, y Las ruinas de Palmyra. No debe olvidarse Automoribundia.

También inventó un género nuevo: la greguería, definida por el autor como la suma del humor y la metáfora.