La novela experimental en España: desde los años 70 hasta la actualidad
La transformación de la narrativa española en los años 70
Los años 70 marcaron el inicio de una profunda transformación social, económica y cultural en España. El desarrollo económico trajo consigo una mayor apertura al exterior y una ligera relajación de la censura. Sin embargo, autores como Juan Goytisolo o Juan Marsé aún veían algunas de sus novelas censuradas.
En 1975, la muerte de Francisco Franco puso fin a la dictadura y dio paso a la restauración de la democracia. La transición política, llevada a cabo con gran cautela, se convirtió en un modelo para otros países. A partir de ese momento, la literatura española se abrió de nuevo al mundo, conectando con los cambios que trajo consigo la Sociedad de la Información. A pesar de la competencia de nuevas formas de entretenimiento, la literatura siguió generando un gran número de publicaciones anuales.
La novela experimental: un nuevo rumbo para la narrativa
El inicio de una nueva era
Se considera 1962 como el año de inicio de esta nueva etapa en la narrativa española, con la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos y La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Estas obras, junto al auge de la narrativa hispanoamericana, marcaron el fin del realismo social.
La renovación de la novela se debió a varios factores:
- Los lectores se encontraban hastiados de la novela social. El propio Juan Goytisolo llegó a afirmar la ineficacia de la literatura como herramienta para transformar el mundo.
- El desencanto con la función social de la novela llevó a una revalorización de los aspectos formales, favoreciendo los elementos líricos.
- La irrupción de la novela hispanoamericana y el redescubrimiento de la obra de los autores exiliados contribuyeron al florecimiento de esta nueva etapa.
En este período se empieza a hablar de novela estructural o experimental.
Autores destacados de la novela experimental
Luis Martín-Santos
Nacido en Larache (Marruecos), Luis Martín-Santos fue psiquiatra y mostró un gran interés por la filosofía. Estas influencias se reflejan en obras como Tiempo de silencio, que trasciende la estética de la novela social. Martín-Santos utiliza nuevas técnicas narrativas como la segunda persona y el monólogo interior. Falleció en Vitoria.
Tiempo de silencio, su primera y única novela, abrió el camino a la renovación narrativa de los 70. Su novedad reside en el planteamiento discursivo y el uso de técnicas innovadoras que exigen una lectura activa por parte del lector, quien debe interpretar los hechos y extraer sus propias conclusiones.
Juan Goytisolo
Nacido en el seno de una familia burguesa, Juan Goytisolo se distanció de su clase social. Residió en París y Marrakech, y su inquietud social lo llevó a viajar a Cuba, Argelia, Turquía, Rusia y Bosnia. Fue nombrado hijo adoptivo de Níjar y en 2008 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.
Su novela Señas de identidad, publicada en 1966, fue decisiva para el cambio en la narrativa española de los años 70. La obra reúne todas las innovaciones formales del momento: monólogos interiores, frases en francés, alemán o inglés, ruptura de la linealidad narrativa y estructura en verso. Todas estas técnicas tienen una motivación clara: la búsqueda de la identidad del personaje-autor y la revisión del pasado, con la reivindicación de figuras como el conde don Julián y Juan sin Tierra.
Los novelistas del 68
En los años 70 surge una nueva generación de narradores, nacidos y educados en la posguerra, que vivieron la rebeldía contra el franquismo en las protestas universitarias de 1968. Sus primeras obras están influenciadas por la novela estructural de los setenta. Entre estos autores destacan José María Guelbenzu, Félix de Azúa, Manuel Vázquez Montalbán y José Miguel Vázquez de Soto.
Inicialmente, defienden una novela basada en la investigación de la estructura y el lenguaje, abordando los problemas del ser humano. Posteriormente, realizan una reflexión sobre el arte de la novela, lo que les lleva a abandonar el experimentalismo más radical y a recuperar elementos tradicionales del relato.
Eduardo Mendoza
Eduardo Mendoza, representante de esta segunda generación, vivió en Nueva York entre 1973 y 1982. Trabajó como traductor e intérprete para las Naciones Unidas y recibió el Premio de la Crítica en 1975. Entre 1995 y 1999 fue profesor en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Con La verdad sobre el caso Savolta (1975), Mendoza inicia una brillante carrera como novelista. En ella conjuga la intriga tradicional con técnicas experimentales como el folletín y la parodia del estilo periodístico, avanzando desde un inicio experimental hasta un final lineal propio de la novela policíaca.
En esta línea se encuentran otras obras suyas como La ciudad de los prodigios (1986), La isla inaudita (1989) y El año del diluvio (1992). También ha escrito teatro, como la comedia Restauración (1990), que retrata a la alta burguesía catalana y el ambiente teatral barcelonés.
Mendoza también destaca por sus divertidas novelas humorísticas, como El misterio de la cripta embrujada (1979) y La aventura del tocador de señoras (1979), en las que el protagonista debe resolver un asesinato.
En definitiva, la novela experimental española de los años 70 supuso una ruptura con el realismo social y una apuesta por la renovación formal y temática. Los autores de este período exploraron nuevas formas de narrar, buscando la identidad del individuo en una sociedad en constante cambio.