Francisco de Quevedo y Villegas

Francisco de Quevedo y Villegas fue un hombre de amplísima cultura y talante conservador, aunque rebelde y controvertido. Denunció, mediante la sátira y la burla, la degradación moral y la decadencia de España con los últimos Austrias. Su obra, en prosa y verso, advierte una clara intención moral junto a una actitud escéptica y pesimista. Su estilo, elegante y condensado, con tendencia al mensaje sentencioso, sobresale por su fuerza expresiva y su dominio del lenguaje. Es un lenguaje completo y lleno de contrastes que señala a su autor como un maestro del conceptismo.

Poesía de Quevedo

Su poesía, compuesta por sonetos, letrillas y romances, sigue tres tendencias:

  • Amorosa: tiene como referencia el petrarquismo y el neoplatonismo. El sentimiento amoroso inspira gran parte de su obra lírica, y sus palabras alcanzan el valor de apasionadas declaraciones de amor eterno.
  • Sátira y burlesca: desahogó muchas de las amarguras que le atormentaban, ridiculizando costumbres e instituciones y sacando a la luz la hipocresía y la ausencia de valores morales. Con un lenguaje desgarrado y con portentosa agilidad verbal, trae a la vista los aspectos mezquinos del ser humano. “Érase un hombre pegado a una nariz”.
  • Metafísica: aborda la trascendencia de la existencia humana en torno a la tensión vida/muerte. La vida es un breve acontecer marcado por el imperativo de la muerte, lo que provoca la reflexión grave y la angustia ante la incertidumbre.

Félix Lope de Vega y Carpio

Félix Lope de Vega y Carpio, llamado “Fénix de los ingenios”, fue un hombre muy vitalista y de grandes pasiones que condensó en su persona las inquietudes y contradicciones de su época. Cervantes dijo de él: “monstruo de la naturaleza”; Machado: “padre lírico del Siglo de Oro”; Gerardo Diego: “el más milagroso e irrepetible poeta del mundo”.

La Obra de Lope de Vega

Su obra fue reflejo de su vida azarosa. Muy pronto se mostraron en él dos de sus facetas más características: su enorme facilidad para escribir versos y su temperamento enamoradizo, que le llevó a vivir intensas y conflictivas pasiones con Elena Osorio. Mencionó sus amores en los versos. Su extensa obra abarca todos los géneros, y en todos ellos hizo gala de una extraordinaria capacidad creadora. Su lírica cumple la función de “secreto a voces”. Su estilo recorre desde las formas poéticas más populares a las más cultas. Manifiesta una sensibilidad muy próxima al cancionero tradicional, pero bebió también de las fuentes petrarquistas.

Conceptismo y Culteranismo

  • Conceptismo: el conceptismo se apoya en el concepto, en la palabra de contenido abstracto o polisémico, cuyo referente es susceptible de asociarse con diversos significados. Basándose en la asociación de ideas, el escritor condensa en pocas palabras una doble lectura, sugerida por el contexto y las referencias culturales. Las alusiones y matices que se transmiten en el mensaje dan pie a recursos expresivos como la ironía, la paradoja, la doble intención o el juego de palabras.
  • Culteranismo: el culteranismo centra su interés en el uso de un lenguaje deslumbrante y extraño, donde importa más cómo se dice que lo que se dice. Interesa, sobre todo, asombrar con la palabra novedosa e inesperada. El lenguaje se llena de neologismos y cultismos, lo que enriquece considerablemente el léxico del castellano; y el discurso se construye sobre la acumulación de recursos formales. Todo ello al servicio de un lenguaje colorista y musical, destinado a excitar los sentidos.

Préstamos Históricos en el Castellano

  • Voces de sustrato o prerromanas: son las pertenecientes a las lenguas que hablaban los pueblos que vivían en la Península antes de la llegada de los romanos. Son las más antiguas que tiene el castellano.
  • Germanismos: o herencia léxica aportada por los pueblos germánicos que llegaron en oleadas sucesivas a la Península a partir del 409. Proceden del fondo común germánico.
  • Arabismos: el mayor caudal léxico del castellano, incorporado a partir del 711, año en el que llegan los árabes.

Evolución de las Palabras Latinas en el Castellano

  • Patrimoniales: populares o tradicionales. Están en la lengua desde su origen y han sufrido toda la evolución desde el latín vulgar.
  • Cultas o cultismos: procedentes del latín o del griego, han entrado en el castellano con posterioridad a su origen y conservan una forma muy próxima a la que tenían en su lengua. Se acomodan a la estructura fonética y gramatical propias del castellano.
  • Semicultismos o semicultas: han entrado en el castellano con posterioridad a su origen y han sufrido una pequeña transformación.
  • Dobletes: (aparte de las anteriores) doble solución léxica procedente de la misma palabra latina o griega.
  • Latinismos: palabras, expresiones y rasgos idiomáticos propios del latín, y procedentes de él, que se han conservado en una lengua moderna.