MECANISMOS DE COHERENCIA

Un texto es coherente cuando tiene sentido y puede ser interpretado por el receptor. Para ello, debe respetar los siguientes aspectos:

Progresión temática

La información contenida en un texto se organiza en torno a elementos conocidos (tema) y elementos nuevos (rema). El texto avanza mediante la alternancia de tema y rema, siguiendo distintos patrones

Presuposiciones

Es el conjunto de nociones sobre el tema que se supone que el receptor conoce. Por ejemplo, en un texto dirigido a biólogos se presupone que saben qué es una célula o una fórmula molecular. Es esencial que las presuposiciones del emisor sean correctas para que el receptor comprenda el mensaje.

Implicaciones

Es el conjunto de informaciones adicionales que se deducen de un texto. Por ejemplo, si se pregunta a una madre ¿qué tal va el mayor, estudia o trabaja? esto implica que tiene más de un hijo y que el mayor ya está en edad de trabajar.

Conocimiento del mundo

Es el conocimiento general que permite la correcta interpretación de un texto. De acuerdo con este, la luna es el satélite de Venus sería un enunciado incoherente. Sin embargo, ciertos textos -como los literarios- pueden crear sus propias realidades o premisas y revestir una coherencia interna (o adecuación al marco del discurso): así, el enunciado la luna llegó a la fragua con su polisón de nardos es coherente dentro del universo imaginario creado por Federico García Lorca en el “Romance de la luna, luna”, donde esta aparece personificada como una mujer.