Teatro y poesía en la España del siglo XX
Teatro comercial
Es el teatro que triunfa, sigue la línea decimonónica: dramas románticos y modernistas en verso. Hay varios tipos de teatro:
- Alta comedia: Realiza una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía. Se sitúa en ambientes lujosos y su lenguaje es cuidado. Él autor más representativo es Jacinto Benavente.
- Teatro poético: Escrito en verso, mezcla el drama histórico-romántico con el lenguaje modernista superficial y sensorial. Teatro muy tradicional en ideas y concepción escénica. Se recuperan leyendas y personajes nobles del pasado histórico nacional. Autores: Francisco Villaespesa Doña María de Padilla, Eduardo Marquina Las hijas del Cid y Antonio y Manuel Machado La lola se va a los puertos.
- Teatro humorístico-costumbrista: Aborda temas superficiales, con una trama fácil, que resuelve favorablemente. Los personajes son populares y castizos que resultan divertidos por su lenguaje.
- Teatro innovador Durante el primer tercio del siglo XX en España el drama decimonónico convive con los intentos renovadores de algunos autores que influidos por escritores europeos y por el desarrollo de las vanguardias, escriben obras rupturistas.
- Teatro de la generación del 98: los intentos de romper con el teatro tradicional fueron sobre todo por parte de los siguientes autores: Unamuno, Azorín, Valle- Inclán: Su originalidad se aleja de cualquier encasillamiento. Cultiva todos los géneros y evoluciona desde el modernismo hasta el esperpento.
- Teatro novecentista y vanguardista: Destacamos autores como Jacinto Grau, cuyo teatro es culto y profundo El señor de Pigmalión y Ramón Gómez de la Serna, escritor de obras vanguardistas con un lenguaje difícil, Los medios seres.
- Teatro del 27: Contribuyó de manera eficaz a la renovación teatral. Sus componentes incorporaron a sus obras los avances vanguardistas y potenciaron la intención social. Algunos autores escribieron desde el exilio. Entre los autores más destacados señalamos a Alejandro Casona. 1ª etapa: década de los años 20: obras de guiñol El maleficio de la mariposa, y dramas en verso La zapatera prodigiosa. 2ª etapa después de su viaje a Nueva York, influido por la vanguardia, con un lenguaje surrealista Así que pasen cinco años. 3ª etapa: desde 1933 al 36 , sus dramas son más importantes, las mujeres son las protagonistas Yerma, Bodas de sangre, Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba.
- Teatro de humor intelectual Comienza a desarrollarse en este periodo pero su gran éxito vendrá después de la guerra civil española con autores como: Miguel Mihura y Jardiel Poncela.
La poesía de los 40
La componen poetas nacidos entre 1909 y 1922. Vivieron y padecieron la guerra en plena juventud y la mayoría luchó en uno u otro bando. Se impuso una fuerte censura que evitaba que la imagen optimista y orgullosa del país desapareciese. Se dan las siguientes tendencias:
- Poesía arraigada: que aspiraba a la serenidad clásica renacentista. Su poesía es pulcra, excesivamente formal, reflejo de un mundo que consideran armónico y ordenado. Predominan los temas amorosos, religiosos o patrióticos. Podemos dividirla en dos subgrupos: Grupo de la revista Garcilaso, reciben el nombre de garcilasistas por girar en torno a la revista “Garcilaso” .Toman como modelo a Garcilaso, practican un Neoclasicismo basado en el soneto, con una actitud evasiva frente a los problemas de su tiempo. José García Nieto, que irá derivando hacia un neorromanticismo dolorido. Grupo de la revista Escorial, formado por Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo y Luis Rosales, Su lenguaje es más sencillo que el de los garcilasistas, siguen un existencialismo íntimo.
- Poesía desarraigada o existencial: en un tono trágico se centra en el ser humano, en su dolor, desesperación y angustia ante un mundo caótico. El tema religioso es patente en las continuas invocaciones y preguntas a Dios sobre el sentido del sufrimiento humano.
En cuanto al estilo, se inclinan por un lenguaje directo, coloquial, duro, apasionado y con imágenes tremendistas. Representantes de esta tendencia son Dámaso Alonso, que explica y da nombre a ambas tendencias y representa la segunda con Hijos de la ira, una de las obras clave del momento; Carlos Bousoño, Eugenio de Nora y más tarde Blas de Otero Ancia y Gabriel Celaya Movimientos elementales. Otras tendencias de menor repercusión son el Postismo, fundado por Carlos Edmundo de Ory, que recuerda el surrealismo en su afán de enlazar con las vanguardias de preguerra, y el Grupo Cántico, que supuso una fuerte conexión con la poesía del 27, con influencia modernista y de los clásicos barrocos.
La poesía de los 50:
La poesía social Se trata de una evolución de la poesía existencial que pasa de expresar la angustia individual a manifestar la solidaridad con los demás. Los autores más destacados son Blas de Otero, que evolucionó desde el existencialismo desarraigado hasta la poesía social comprometida Redoble de conciencia y la renovación poética por desgaste de la anterior Que trata de España y Gabriel Celaya tras su etapa surrealista y existencial.