Karl Marx: Materialismo Histórico y Crítica del Capitalismo

Materialismo Histórico

Influenciado por la dialéctica de Hegel, Marx concibe la realidad como un proceso dialéctico donde elementos contradictorios se enfrentan y transforman en una nueva unidad. A diferencia de Hegel, Marx sustituye el idealismo por el materialismo, enfocándose en el sistema de producción como determinante de la historia. Esto implica que la organización de una sociedad es el resultado de un proceso histórico en el que las contradicciones socioeconómicas generan división y reconciliación, superadas mediante revoluciones.

Marx desarrolló el materialismo histórico como una teoría para comprender la historia, explicando que el ser humano interactúa con la naturaleza transformándola para satisfacer sus necesidades materiales, estableciendo relaciones de producción entre ellos. Estas, junto con las fuerzas productivas (trabajo humano y medios de producción), dan lugar a diferentes modos de producción en cada período histórico, constituyendo la infraestructura económica de la sociedad que determina la superestructura social. Las clases sociales se forman según la posición en la estructura económica, dividiéndose tradicionalmente en poseedores de medios de producción y aquellos que solo poseen su fuerza de trabajo. Marx sostiene que la producción material, y no las ideas políticas, religiosas, filosóficas o morales, dirige la historia. La contradicción dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, que lleva a la lucha de clases, es el motor del cambio histórico.

Ideología

La superestructura de una sociedad da lugar a la ideología, donde se sobrepone la de la clase dominante. Se distinguen dos tipos de ideologías nocivas:

  • Social/política: afirma que los ciudadanos son libres aunque realmente no lo sean.
  • Religiosa: crea una realidad falsa al impulsar la resignación de las clases sometidas a la miseria, facilitando la explotación.

Ambas contribuyen a una visión deformada de la realidad que justifica los privilegios de la clase explotadora.

Crítica al Capitalismo

Para poder satisfacer sus necesidades básicas, el trabajador se ve obligado a vender su fuerza de trabajo, produciendo una mercancía que tendrá doble valor:

  • Valor de uso: satisface una necesidad.
  • Valor de cambio: puede ser de cambio real (cantidad de trabajo en una mercancía) o de mercado.

El capitalista paga al obrero un salario basado en el valor de cambio real (inferior a su precio de mercado), creando una diferencia que Marx llama plusvalía, beneficiando al capitalista en detrimento del trabajador. Esto lleva a la explotación del obrero y a una distribución desigual de la riqueza, así como a la desposesión o alienación del trabajador.

Alienación

Marx afirma que la esencia del ser humano es el trabajo, actividad productiva o praxis. Distingue tres formas principales de alienación relacionadas con la propiedad privada en el sistema capitalista:

  • Económica: El trabajador se aliena respecto a su propia esencia (ya que tiene la capacidad de producir de manera ilimitada y creativa), al producto de su trabajo (no tiene control ni disposición sobre él), a la actividad misma de trabajar (la labor productiva no brinda satisfacción) y a las relaciones humanas.
  • Social/política: El Estado, que representa a la clase dominante, administra la explotación de los trabajadores, generando una separación entre ciudadanos y el Estado.
  • Religiosa: Marx acepta la idea de Feuerbach de que Dios es una creación del hombre, pero la interpreta como una consecuencia de la alienación económica y social.

Marx aboga por una revolución que instaure un nuevo sistema, el comunismo, como solución para superar el capitalismo y eliminar la alienación.

Friedrich Nietzsche: Genealogía de la Moral y el Superhombre

Genealogía de la Moral

Nietzsche realiza un análisis genealógico de los conceptos morales del “bien” y del “mal”, revelando su distorsión desde su significado original. Inicialmente, “bueno” se refería a lo noble y elevado, mientras que “malo” se asociaba con lo vulgar y débil. Sin embargo, a través de la influencia de la religión y la filosofía occidental, se produjo una inversión de valores. Los plebeyos, resentidos, establecieron una moral antinatural que despreciaba la vida y valoraba el dolor, la humildad, la resignación, la paciencia y la compasión.

Esta transmutación dio origen a dos tipos de moral:

  • Moral de los señores: propia de los espíritus elevados, que valora la vida, el poder, la grandeza y el placer.
  • Moral de los esclavos: heredada de la subversión de los valores vitales promovida por el cristianismo y su ideal ascético, que enfatiza la pequeñez, la humildad, la amabilidad, la compasión y el deber.

Nietzsche considera que la moral occidental surge del resentimiento de los débiles, quienes imponen sus propios valores. Además, argumenta que la utilidad social de ciertas acciones determina su valor moral, y que estos valores deberían ser relativizados según el contexto histórico.

Crítica a la Tradición Occidental

Nietzsche inicia su filosofía analizando la cultura griega arcaica, resaltando su evolución desde un estado de salud y plenitud hacia una cultura decadente que rechaza la vida a través de la racionalización de la tragedia. En El nacimiento de la tragedia, presenta la dualidad de la existencia mediante la lucha de los principios apolíneo (luz, claridad y armonía) y dionisíaco (embriaguez y caos) como una representación de la incertidumbre y peligrosidad de la vida. Destaca que el arte revela este carácter combativo. Estudia la tragedia para exponer el declive de la cultura por culpa de occidente.

Nietzsche propone el método genealógico que busca el origen de los conceptos mediante un análisis de la historia para determinar la verdad o falsedad de los mismos y desentrañar sus motivos. Por ejemplo, la noción de “bien” se originó en intereses de clase que valoraban la sumisión y la bajeza. La intervención de Sócrates en la polis griega rompió con el elemento dionisíaco y estableció la supremacía del hombre teórico sobre el trágico. Esto promovió un optimismo científico que consideraba el conocimiento como la búsqueda de verdades universales y necesarias, por encima de cualquier error, iniciando el declive de la tradición occidental, el avance del nihilismo y el temor hacia la vida.

La crítica de Nietzsche se dirige al origen de los elementos fundamentales de la tradición occidental, como la metafísica, la religión, la moral y el discurso, con el objetivo de derribarlos. Para Nietzsche, la tradición es un conjunto de creencias y comportamientos heredados de manera inconsciente y acrítica que determinan la existencia de un individuo desde su nacimiento. Su crítica persigue tres objetivos principales:

  1. Advertir sobre nuestra pertenencia y sumisión a dicha tradición.
  2. Revelar el origen y la distorsión de los valores en esta tradición.
  3. Proponer una alternativa a los valores establecidos, buscando una reevaluación de los mismos.

El Superhombre

La alternativa propuesta por Nietzsche es la figura del superhombre, que promueve una moral de señores basada en el hedonismo y la aceptación del devenir. Esta moral implica la ausencia de libertad en el sentido práctico, ya que los conceptos de bien y mal carecen de sentido o utilidad. El superhombre se caracteriza por su capacidad de trascender la moral occidental, situándose más allá del bien y del mal y aceptando su destino y determinismo natural. Además, se destaca por su fuerza, determinación y voluntad de poder en la lucha por la supervivencia.

El mito del superhombre presenta tres etapas de transformación:

  • El camello: simboliza la sumisión a la tradición.
  • El león: representa la rebelión contra las normas impuestas, pero aún no posee la creatividad para establecer nuevos valores.
  • El niño: encarna la capacidad de crear nuevos valores y vivir sin prejuicios.

Voluntad de Poder y Eterno Retorno

Nietzsche introduce el concepto fundamental de la voluntad de poder, que implica la búsqueda constante de superación, crecimiento y creación. Está ligada a la idea de fuerza, entendida como la capacidad de actuar y resistir. La voluntad de poder subraya el carácter ficticio de la ciencia y cuestiona la existencia de leyes y necesidades en los acontecimientos.

El eterno retorno implica una ruptura con la concepción lineal del tiempo y la aceptación de la circularidad del mismo. Amar la vida implica disfrutar de cada momento como una repetición constante y aceptar la eternidad de los mismos. Sólo el superhombre es capaz de afirmar esta idea y vivir en amor fati, el amor al destino.