Antropología Aristotélica

La antropología aristotélica se basa en el hilemorfismo, la teoría que sostiene que los seres vivos son una fusión de materia y forma. El alma se identifica con la forma y, unida al cuerpo, forma la sustancia individual. Cada ser vivo cumple unas funciones y capacidades, que a su vez están relacionadas con un tipo de alma:

  1. Alma vegetativa: Capacidad de alimentación y reproducción, presente en todos los seres vivos.
  2. Alma sensitiva: Cumple las funciones del movimiento, percepción y deseo, presente en animales y seres humanos.
  3. Alma intelectiva: Caracteriza fundamentalmente al ser humano.

El ser humano tiene un elemento racional y otro irracional. El alma realiza tres funciones:

  1. Función intelectiva: Permite distinguir entre verdadero y falso.
  2. Función práctica: Escoge los mejores medios para llegar a un fin.
  3. Función productiva: Produce racionalmente los objetos.

La Virtud

La virtud dianoética consiste en cumplir una función lo mejor posible. Las tres funciones pueden alcanzar la virtud y desempeñarse a la perfección:

  1. Función intelectiva – Sabiduría: Cuando la diferencia entre verdad y falsedad se cumple.
  2. Función práctica – Prudencia: Escoge el término medio entre exceso y defecto.
  3. Función productiva – Técnica: Cuando se alcanza la experiencia en dicha facultad.

La sabiduría y la prudencia son las máximas aspiraciones del ser humano.

Ética Aristotélica

La ética aristotélica estudia el carácter humano y la búsqueda del bien. Es teleológica y su concepto central es la eudemonia, que es la vida completa, en la que se alcanzan las excelencias de las capacidades humanas. Es la vida a la que aspira el ser humano y la razón de sus actos. Es una forma de actuar y vivir, es el cultivo de las virtudes del carácter y del intelecto, es un fin en sí misma y abarca toda la vida. Aristóteles también dice que la felicidad no se identifica con la riqueza (es un medio), el placer o el honor (no dependen de uno mismo). La felicidad depende de dos requisitos: del azar y de factores internos.

Virtudes Éticas

Encontramos dos tipos de virtudes:

  • Éticas: Relacionadas con la parte irracional del ser humano.
  • Dianoéticas: Relacionadas con la parte racional.

Estos elementos pueden llevarse a la perfección. Aristóteles afirma que el hombre puede someter sus emociones y deseos a la razón. Se pregunta: “¿Cómo aprendemos a escoger lo que procura la felicidad?”. Y responde: “Aunque podamos tomar decisiones correctas desde jóvenes, la capacidad se adquiere con la experiencia y los jóvenes tienen que tomar como modelo de conducta a personas sabias”.

Vida Contemplativa

Existe una felicidad superior, reservada a privilegiados, en el estudio de las ciencias teóricas, las cuales se aprenden por ser un fin en sí mismas. Causan el máximo placer del que se pueda gozar y, para poder dedicarse a esa vida, es necesario cubrir las necesidades materiales. Los niños, las mujeres y los esclavos no están capacitados para esta felicidad máxima, según Aristóteles.

Justicia

La justicia es una de las virtudes éticas fundamentales y sirve de puente a la política. Hay dos maneras de impartirla:

  1. Justicia particular como igualdad: Cuando en una relación entre diferentes individuos se da a cada uno lo que le corresponde (justicia correctiva y distributiva).
  2. Justicia total o como legalidad: Se basa en el cumplimiento de las leyes y está vinculada a la organización política. Regula las actividades humanas.