1. El Conocimiento

Aristóteles establece que el conocimiento comienza con los sentidos y culmina en la razón. Todo aprendizaje se origina en la experiencia sensible, que permite abstraer conceptos universales mediante el intelecto. Rechaza la idea platónica de que el alma contiene conocimientos innatos. Para él, el intelecto se divide en:

  • Intelecto pasivo: Potencial para comprender las formas inteligibles.
  • Intelecto activo: Responsable de abstraer las esencias de los datos sensibles.

2. La Ciencia

Aristóteles define la ciencia como un conocimiento demostrativo y universal que se fundamenta en la identificación de las causas. Establece dos métodos:

  • Inducción: Generaliza principios a partir de casos particulares.
  • Deducción: Obtiene conocimiento a partir de axiomas.

Para Aristóteles, no tiene sentido aspirar a encontrar un axioma aplicable para todas las ciencias. Cada ciencia tiene axiomas particulares, lo que implica un pluralismo científico.

3. La Teoría del Conocimiento

Para Aristóteles, todo conocimiento nace de la experiencia, contrario a la idea de lo innato defendida por Sócrates y Platón. Aristóteles defiende que el alma humana nace como una hoja en blanco, sin conocimientos previos, y todo lo que conoce proviene de lo captado por los sentidos. Con la muerte del cuerpo, el alma también desaparece.

Aristóteles distingue dos tipos de conocimiento:

  • Conocimiento sensible: Captado por los sentidos.
  • Conocimiento inteligible: Permite atraer conceptos para entender las cosas, captando lo esencial y universal de los objetos.

También distingue dos tipos de intelecto:

  • Intelecto pasivo: Tiene una capacidad potencial de captar las cosas, inicialmente en potencia como una pizarra en blanco.
  • Intelecto activo: Es la parte activa de la mente que actualiza esa capacidad potencial, transformando las experiencias sensoriales en conceptos inteligibles, permitiendo comprender las esencias de las cosas o las formas. Es como la luz que ilumina y hace visibles la idea en nuestra mente.

4. Acto y Potencia

La potencia es algo que puede llegar a ser pero aún no lo es, está en desarrollo. Por ejemplo, una semilla plantada para que crezca un árbol tiene la potencia de ser un árbol, pero aún no lo es. El acto es cuando la posibilidad se ha hecho realidad, es decir, cuando la semilla ya ha crecido y se ha convertido en un árbol.

Aristóteles dice que todo lo que hay en la naturaleza tiene características concretas que ya existen (color, tamaño…) o que todavía no se han manifestado, pero que están en potencia. Es decir, hay cosas que pueden cambiar y pasar de un estado en potencia a un estado en acto, y a eso denominamos el movimiento o cambio.

Aristóteles identifica tres factores en el cambio:

  • La sustancia: Es lo que no cambia, sigue siendo la misma sustancia (un trozo de mármol sigue siendo mármol aunque lo esculpas).
  • La privación: Significa que no está en acto, es lo que falta (el mármol está privado hasta que llega alguien que lo esculpe).
  • La forma actualizada: Es la forma final, la que está en acto (el mármol ya esculpido).

Aristóteles dice que el cambio no es tan confuso ya que la sustancia subyacente, es decir, la esencia, no cambia, cambian los atributos accidentales (color, forma…). Si el bloque de mármol se convierte en una estatua de mármol, sigue siendo mármol, lo único que ha cambiado es la forma.

5. Las Causas

En el estudio de la ciencia de la naturaleza, se debe centrar en el porqué de las cosas y las razones por las que se produce el cambio o los movimientos. Aristóteles identifica cuatro causas para comprenderlo completamente:

  • Causa material: ¿De qué está hecho algo?
  • Causa formal: La forma o la esencia de lo que está hecho algo.
  • Causa eficiente: El agente que lo realiza (¿quién o qué lo produce?).
  • Causa final: El propósito o el fin del objeto. Todos los seres tienden a un fin (¿para qué sirve o por qué existe?).

La causa final es fundamental en la teología de Aristóteles y esta teoría sostiene que todo en la naturaleza tiene un propósito o un fin. Los seres humanos actuamos con intenciones para conseguir un objetivo o un fin (una persona que estudia para ser médico). En la naturaleza, aunque no tienen intenciones, todo en ella tiene un propósito o un fin (las raíces cuando van hacia el agua). Todos los seres inertes como los seres vivos tienen un propósito o un fin que se identifica como la forma, y la materia es el medio para conseguirlo, es decir, el fin de la semilla es convertirse en una planta que sería la forma, y la materia sería la semilla que sin la semilla no podría crecer una planta ni existir.