Aristóteles: Contexto Filosófico

Estagirita y la Academia de Platón

Aristóteles, nacido en Estagira en el siglo IV a. C., fue apodado “el filósofo” en la Edad Media. A pesar de que su ciudad natal, Macedonia, era considerada “bárbara” por los griegos, Aristóteles estudió en la Academia de Platón, convirtiéndose en su discípulo y compartiendo inicialmente conceptos filosóficos con él. Tras la muerte de Platón, Aristóteles se distanció de su pensamiento y se trasladó a Asos, un período crucial para su desarrollo científico y filosófico, marcado por sus investigaciones biológicas.

Alejandro Magno y el Liceo

El rey Filipo II de Macedonia lo convocó para ser el maestro de Alejandro Magno, lo que generó un conflicto con los atenienses, quienes consideraban a Aristóteles un extranjero y traidor. De regreso a Atenas, fundó el Liceo, una escuela en homenaje al templo de Apolo Licio. Su vasta obra se divide en dos tipos de textos: exotéricos, provenientes de sus discursos orales, y esotéricos, escritos por él mismo.

Acusación de Impiedad y Muerte

Tras la caída del Imperio de Macedonia, Aristóteles fue acusado de impiedad por el gobierno ateniense y huyó a Calcis, donde falleció.

Racionalismo y Empirismo: El Problema del Conocimiento

Tanto los filósofos racionalistas como los empiristas se centran en el estudio del conocimiento humano como un proceso de captación de la realidad desde una perspectiva idealista. Ambos defienden que el ser humano participa activamente en el proceso del conocimiento, influenciado por sus intereses y prejuicios, lo que convierte al conocimiento en una representación de las cosas. Comparten la misma problemática epistemológica: el estudio de la naturaleza del conocimiento y la búsqueda de criterios para garantizar su verdad.

Aristóteles vs. Platón: La Separación de las Ideas

Aristóteles rechaza la teoría de Platón sobre la separación de las ideas, argumentando que las ideas, como esencias, no existen separadas de las cosas. Platón atribuye a las ideas una existencia independiente, lo que resuelve mediante el dualismo ontológico, separando la realidad en dos mundos: sensible e inteligible. Sin embargo, Aristóteles considera que ontológicamente solo existe un mundo, por lo que la esencia de las cosas (la “forma”) no puede existir separada de la materia. El mundo de las ideas de Platón no explica el mundo sensible, ya que si las esencias están separadas de las cosas, no son sus esencias. Tampoco explica el origen y el cambio de las cosas, ya que Platón utiliza metáforas poéticas sin lógica para evadir el problema del cambio, generando así nuevos problemas y viéndose obligado a introducir la figura del demiurgo.

El Problema del Cambio: Aristóteles y Platón

Aristóteles considera que todos los seres vivos poseen un principio llamado arché, causa directa del movimiento y reposo, ya sea en cuanto a desplazamiento o crecimiento. Para explicar su teoría, utiliza el sentido común y la experiencia, demostrando la evidencia del cambio y el tiempo, que provocan la transformación constante de todo. Algunos filósofos, como Platón, intentaron evitar el problema del cambio creando una realidad inteligible libre de este problema. Platón separó materia y forma, cuerpo y alma, y realidad sensible e inteligible, generando un dualismo. Aristóteles adopta una postura científica basada en la observación empírica, defendiendo que el cambio es una realidad inherente a la naturaleza. La naturaleza es el principio causa del movimiento y reposo, por lo que su estudio implica una reflexión sobre los factores del cambio y sus causas.

La Sustancia en Aristóteles

Aristóteles utiliza el concepto de sustancia en tres sentidos:

  1. Para establecer la esencia de algo.
  2. Para hablar del conjunto de materia y forma.
  3. Como soporte de los accidentes.

El elemento común es que la sustancia está sometida al cambio.

La Teoría Hilemórfica

La teoría hilemórfica de Aristóteles integra materia y forma en los seres vivos, permitiendo explicar los cambios y encontrar en la naturaleza unidad y multiplicidad, permanencia y cambio. La materia es el sustrato indeterminado del que están hechas las cosas, capaz de adquirir cualquier forma. La forma es la esencia de una cosa, lo que la define y determina. Ni materia ni forma pueden existir por separado, ambas forman un compuesto inseparable: el sinolon. La naturaleza de una cosa es el conjunto de ambos principios que forman una sustancia inseparable.

Las Causas del Cambio

Las causas son los factores necesarios para explicar un proceso. Una explicación científica busca la causa de los fenómenos, intentando responder al “porqué”. Existen distintos tipos de factores explicativos. Aristóteles asociaba el origen de la ciencia y la filosofía con el asombro y la curiosidad, con el deseo de saber cómo y por qué suceden las cosas. Criticaba a los presocráticos por buscar una sola causa o explicación de la realidad. Aristóteles se cuestiona por los agentes del cambio y su finalidad, reflejando su teleologismo: en la naturaleza todo tiene una finalidad.

La Teoría del Alma

Aristóteles aplica su teoría hilemórfica al ser humano en su tratado sobre el alma. El alma no puede realizar actividades ni existir separadamente del cuerpo, ya que cuerpo y alma constituyen una única sustancia. El alma es la forma del cuerpo, un principio vital presente en todos los seres vivos. Distingue tres tipos de alma:

  1. Alma nutritiva: presente en plantas, animales y seres humanos, responsable de la nutrición, el crecimiento y la reproducción.
  2. Alma sensitiva: presente en animales y seres humanos, responsable de la capacidad de sentir y aprender.
  3. Alma racional: presente solo en los seres humanos, responsable del pensamiento, la conciencia y la reflexión moral.

El Optimismo Ilustrado

El optimismo ilustrado es una corriente de pensamiento del siglo XVIII que abogaba por el progreso humano a través del uso de la razón y el conocimiento.