Conceptos Fundamentales de Filosofía Política y Estética: De Platón a la Actualidad
La Filosofía Política de Platón: La Justicia como Fundamento
El punto de partida de la propuesta de Platón es considerar al ser humano como un ser social por naturaleza. La sociedad no es un artificio ni surge por conveniencia, sino que es el resultado natural de esta tendencia. La polis se convierte en el lugar idóneo para que el ser humano ponga en práctica sus virtudes.
Se establece una simbiosis perfecta entre lo que es el ser humano y lo que debe ser la vida en sociedad, pues ambas realidades no son separables: la justicia es el pilar sobre el que se sustenta todo el entramado social. De la misma forma que un ser humano es justo cuando cada función del alma ejerce su cometido, una sociedad será justa cuando cada uno de sus miembros desempeñe la función para la que esté mejor capacitado.
- A los dotados con la virtud de la templanza: el desempeño de las funciones manuales destinadas a cubrir las necesidades materiales de los habitantes de la ciudad (artesanos, carpinteros, etc.).
- A los dotados con la virtud de la fortaleza (predominio del alma irascible): velar por la seguridad de los ciudadanos y defenderlos de posibles amenazas exteriores (los guerreros).
- A los dotados con la virtud de la prudencia (predominio del alma racional): ejercer el poder y ser encargados de la legislación, administración y educación de la polis. Los gobernantes deben llevar una vida irreprochable y ser filósofos, los únicos preparados para desempeñar de forma adecuada esas responsabilidades.
El gobierno ideal es aquel que está regido por un filósofo o grupo de filósofos. Platón defiende el carácter aristocrático del poder por el hecho de que sólo el filósofo posee la sabiduría necesaria para conocer las Ideas, y es un gobierno en pro del bien común y la justicia.
La Política en Aristóteles: La Sociabilidad Natural del Ser Humano
Aristóteles comparte con Platón que el ser humano es social por naturaleza y la polis constituye la expresión máxima de dicha sociabilidad. Para ello, define al ser humano como “animal político” y lo avala al constatar que sólo él posee palabra, gracias a la cual puede manifestar lo justo y lo injusto. Esta singularidad humana sólo adquiere su alcance en la participación política.
Sin embargo, dada la crítica de Aristóteles a la Teoría de las Ideas de Platón, su propuesta adquiere un carácter propio al sostener la imposibilidad de vertebrar un estado ideal. Le convence de que la natural sociabilidad no implica un único modo posible de organización y, por este motivo, su preocupación se centra en aclarar las características que deba poseer la vida social para que el ser humano pueda desarrollar una vida plena.
Aristóteles aborda esta cuestión desde dos puntos de vista:
- Histórico: La polis surge de un proceso gradual de asociación: los individuos se unen en familias, las familias en aldeas y las aldeas en ciudades-estado. Este desarrollo responde a la insuficiencia humana. Solo la polis reúne los requisitos para que los seres humanos se provean de lo necesario y desarrollen una vida virtuosa.
- Metafísico: El Estado es superior a las familias y aldeas, y el todo es superior a las partes.
El Realismo Político de Maquiavelo: Ciencia y Ejercicio del Poder
La manera específica de ejercer el poder que surge con Maquiavelo es el realismo político, una nueva forma de entender la política que se vertebrará en torno a dos ejes: la política como ciencia y el ejercicio del poder.
- La política como ciencia: Debe estar desligada de toda consideración religiosa y ética. Las leyes políticas poseen una naturaleza distinta de las morales. La política es una ciencia porque refleja la condición humana, que convierte al ser humano en un ser previsible (en general, tiende siempre a su provecho sin considerar el bien de los demás). Lo previsible puede ser recogido en leyes explicativas (ciencia).
- El ejercicio del poder:
- Los fines y los medios: La finalidad del Estado consiste en hacer posible el bien de sus ciudadanos (vida en paz y bienestar). Debe conseguir esa finalidad sin cuestionar los medios que va a utilizar. Se prima la eficacia en detrimento de la posible moralidad de las acciones.
- El papel del Estado: Expresión máxima de la organización política. Se caracteriza por poseer el poder sobre un territorio determinado y sobre sus ciudadanos. Es soberano y no está supeditado ni a sus ciudadanos ni a ninguna instancia de origen divino. La razón de ser del Estado no es más que el propio Estado.
- La figura del príncipe: Ha de ser prudente. Para ello, no debe mantener sus promesas si estas se vuelven en contra de nuevos intereses o si otras circunstancias así lo exigieran. Un príncipe no tiene por qué poseer todas las virtudes, pero debe aparentar poseerlas. Un príncipe debe aprender que el peligro exterior (otros Estados) se evita con ejércitos poderosos; y el peligro interior (de los propios súbditos) huyendo de todo aquello que pueda hacerlo odioso.
El Contractualismo: Hobbes, Locke y Rousseau
A partir del siglo XVII, diversos acontecimientos históricos propiciaron una nueva manera de concebir el ordenamiento social. Se abandona, progresivamente, esa concepción social ligada a visiones naturalistas (o sobrenaturales, como la tomista) por nuevas propuestas englobadas bajo el nombre genérico de “teorías del pacto social” o “teorías contractualistas”.
En ellas:
- La sociedad es el resultado de un pacto o contrato. Por tanto, surge por conveniencia y no como una manifestación natural de sociabilidad.
- La legitimidad del poder del Estado es consecuencia de este pacto.
En función de por qué y cómo se establece dicho pacto, podemos distinguir las propuestas contractualistas de Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau. Inician sus tesis desde un supuesto teórico común: presentar al ser humano antes de que se constituyera la vida en sociedad. Denominan a esa situación “estado de naturaleza”: situación teórica previa en la que se encuentran los individuos antes de formalizarse la vida en sociedad. Dicho estado se vuelve imposible y cómo se resuelva esa imposibilidad marca las diferencias de sus respectivas propuestas.
Exposición de dichas propuestas siguiendo este orden argumentativo:
- Estado de naturaleza.
- Contrato que se establece.
- Implicaciones políticas que se derivan de dicho contrato.
El Contractualismo según Hobbes, Locke y Rousseau: Un Resumen
Estado de Naturaleza
- Hobbes: Todos los seres humanos son iguales en tanto que desean lo mismo y luchan por conseguirlo. El ser humano es “malo por naturaleza”. El estado da paso a una “guerra de todos contra todos”.
- Locke: Los seres humanos poseen derechos como la libertad, la propiedad y la vida, que derivan de la ley natural y moral.
- Rousseau: El ser humano es “bueno por naturaleza”. Para vivir, le basta la naturaleza y la piedad.
Contrato
- Hobbes: Se abandona dicho estado por el miedo a la ley del más fuerte. Un pacto limita las libertades personales.
- Locke: Se abandona dicho estado dado que los derechos se tornan inviables al no haber un orden social ni un pacto que los preserve.
- Rousseau: Se abandona dicho estado por la aparición de la propiedad privada y las desigualdades sociales. Un pacto propicia el retorno a la situación previa a la aparición de la propiedad privada.
Implicaciones Políticas
- Hobbes: Una figura retiene un poder absoluto. Configuración de un Estado absolutista.
- Locke: Democracia representativa y liberalismo político. La soberanía reside en el pueblo.
- Rousseau: Defiende una democracia asamblearia. El Estado es un estado social.
La Estética: Reflexiones sobre la Belleza y el Arte
La estética es una rama de la filosofía que se ocupa de lo bello en general y, particularmente, de las condiciones en que se percibe y crea la belleza, así como de los criterios para juzgarla.
La estética, como disciplina teórica y normativa:
- Teórica: Se ocupa de lo bello, lo que conlleva definirlo.
- Normativa: Reflexiona sobre las condiciones en que esa belleza es percibida y creada, y los criterios que se utilizan.
La principal manifestación de la belleza se da en el arte y ha sido objeto de reflexión filosófica desde la antigüedad. Platón fue el primero en preguntarse qué es lo bello y unió su respuesta a sus presupuestos metafísicos. La pregunta correcta es “¿qué es la belleza en sí?”. La respuesta es que la belleza es el reflejo de la Idea de Bien, de la belleza, lo sumamente perfecto. Para Platón, lo bello no puede estar separado de lo real. Habrá que esperar varios siglos para considerar la belleza desde un punto de vista subjetivo. Con Kant, esta subjetividad queda fundamentada filosóficamente.
Categorías Estéticas: Lo Bello, lo Feo, lo Sublime, lo Grotesco, lo Cómico y lo Trágico
Las principales categorías estéticas son:
- Lo bello y lo feo.
- Lo sublime y lo grotesco.
- Lo cómico y lo trágico.
Lo Sublime y lo Grotesco
Lo sublime hace referencia a aquello que supera los ámbitos propios de la belleza para convertirse en algo majestuoso, un exceso inabarcable. El ser humano, al contemplar lo sublime, experimenta su finitud ante aquello que le supera. A través de lo sublime, el artista intenta atrapar el misterio, porque no hay manera de hacerlo si no es con el arte. Aquello que nos supera no es explicable de otra manera. Kant explica la diferencia básica entre lo sublime y lo bello: la belleza tiene sus límites; lo sublime carece de ellos.
Ejemplos de creación musical sobre lo bello y lo sublime:
- “Las cuatro estaciones” de Vivaldi sería un ejemplo de belleza.
- El “Réquiem” de Mozart sería un ejemplo de lo sublime.
Pero también es posible lo contrario: reflejar aquello que no es sublime ni bello. Estamos entonces ante lo grotesco, y con ello se eleva lo que de ninguna manera podría alcanzar tal grandiosidad porque es vulgar. Alcanza su auge durante el Romanticismo que, frente a la Ilustración, hace brillar el mundo de las tinieblas.
Ejemplos:
- “Nuestra Señora de París” de Víctor Hugo (lo grotesco).
- “El caminante sobre el mar de nubes” de Caspar David Friedrich (lo sublime).