1. Crítica de la Moral y la Religión

Nietzsche, filósofo vitalista del siglo XIX, rechaza y denuncia toda la cultura y pensamiento tradicional occidental. Su objetivo es destruir las tesis fundamentales de la filosofía y la cultura occidental, considerando que la filosofía, desde el inicio socrático, muestra la decadencia de Occidente al entronizar la razón como instrumento privilegiado para alcanzar el verdadero conocimiento.

En esta sección, abordaremos la crítica de la moral y la religión en Nietzsche. Nietzsche se considera a sí mismo como un “inmoralista”. Fue un filósofo de la sospecha que, mediante su método genealógico, rastreó el origen del fenómeno religioso para responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Qué esconde el cristianismo y, en general, toda la moral?
  • ¿Nietzsche destruye la moral?

Nietzsche no destruye la moral, sino que critica la moral imperante al afirmar que, si los juicios de verdad eran una falsificación, más lo serán los juicios morales, pues no describen ni se refieren a nada.

Nuestro autor afirma que no hay fenómenos morales, sino únicamente una interpretación moral de los fenómenos por parte de los humanos. Para Nietzsche, todos los tipos de moral son artificios inventados por el hombre y por nuestras “conciencias” que se apoyan en la razón. Por eso, hay que interpretar lo que está bien y mal mediante un criterio que reside en la voluntad de poder. Según este criterio, lo bueno favorece la vida y contribuye a su potenciación, mientras que lo malo la degrada y la hace decaer.

Nietzsche establece una distinción clave en el campo de la moral: moral de señores y moral de esclavos. Según la voluntad de poder que tengamos, adoptaremos una moral u otra. La moral de señores (superior) responde a una vida ascendente, permite a la voluntad de poder potenciarse y es la moral de los fuertes. La moral de esclavos (inferior), en cambio, responde a una vida descendente y a una voluntad de poder débil, representa a los débiles, ya que sitúan su felicidad en trasmundos, domesticando los instintos.

¿Cuál de las dos morales es verdadera? Los juicios de valor no son ni verdaderos ni falsos, solo una interpretación de quien los emite. Para Nietzsche, un juicio moral es un síntoma. La moral es una lucha entre dos voluntades de poder, una fuerte y otra débil.

Nietzsche detecta que ha habido una conjura de los débiles contra los bien constituidos. Según él, las palabras “bueno” y “malo” son creadas por hombres fuertes que generan su bien y su mal. El paso de la moral de señores a la de esclavos implica:

  • El surgimiento de la moral occidental.
  • El nacimiento de una cultura del resentimiento que cumple un triple objetivo: el autoengaño, el sentimiento de culpa generalizado y el castigo.

Por lo tanto, el triunfo de la moral débil ocurre cuando se consigue un sentimiento de culpabilidad en los hombres fuertes.

La crítica de Nietzsche se centra en la moral de esclavos, la moral que no trata de hacer el bien. La moral occidental, según él, tiene varios errores que confunden una perspectiva con la “verdad”:

  • El dogmatismo moral.
  • El antivitalismo.
  • El intelectualismo moral.

Esta crítica va ligada a la de la religión porque cada religión genera una moral y una valoración de la vida. Nietzsche ve en la religión un dispositivo negador de la vida. La religión va unida al concepto de Dios, y Dios representa un desprecio y una renuncia a la vida. Para Nietzsche, no todas las religiones tienen el mismo valor. Critica la religión por convertir a los creyentes en esclavos de Dios y la considera el refugio del hombre débil.

Como ya hemos mencionado, Nietzsche critica la religión y la moral cristiana. Para él, su filosofía es platonismo invertido y el cristianismo es platonismo para el pueblo. El cristianismo agrava el error socrático y platónico, es el resentimiento en acción: odian lo superior y lo presentan como lo peor. El cristianismo, según Nietzsche, es un síntoma de deshonestidad intelectual y manifiesta tres aspectos:

  • Odio a este mundo.
  • Odio a la vida.
  • Odio al cuerpo.

Es, por tanto, una religión que desvaloriza lo mejor de este mundo, una religión ideal y un refugio para los resentidos.

Para concluir, Nietzsche critica la religión y la moral porque en ellas ve una interpretación de la vida que niega lo mejor de ella, un dispositivo anulador que promueve valores debilitantes. Tras la crítica, Nietzsche propondrá trasmutar los valores hasta la época y propondrá una moral afirmativa que encarna la figura del superhombre, la antítesis del cristianismo.

2. Crítica de la Racionalidad Decadente

Introducción

En el desarrollo de esta sección, intentaremos dar respuesta a una serie de interrogantes para entender la filosofía de nuestro autor.

Según Nietzsche, la razón es la principal manipuladora de nuestra existencia, un síntoma de decadencia que empobrece y despotencia, nos hace olvidar aquello que es natural e instintivo. Niega la voluntad de poder que nos constituye y apuesta por una vida descendente. Nietzsche es considerado el maestro de la sospecha. Con su método genealógico, rastrea el origen de la razón y ve un síntoma de vida despotenciada y decadente. Los nihilistas no soportan la vida y buscan refugio, no soportan el devenir.

Veremos ejemplos ilustrativos sobre los que recae la crítica del autor: