Del Mito al Logos: El Origen y la Esencia del Pensamiento Filosófico
Del Mito al Logos: El Surgimiento del Pensamiento Filosófico
Los antiguos griegos comenzaron a cuestionar la visión del mundo proporcionada por sus mitos. Paulatinamente, adoptaron una nueva actitud frente a los enigmas de la existencia: apelaron al intelecto (logos) más que a la imaginación. Así, la explicación racional cobró mayor importancia, dando paso al discurso conceptual. Comenzaron a reflexionar sobre las regularidades que la razón humana puede descubrir bajo las apariencias sensibles de la realidad material.
Tales de Mileto y el Pensamiento Presocrático
Con Tales de Mileto (639/547 a. C.) se inauguró esta nueva forma de comprender la realidad. Sin embargo, en las teorías de los presocráticos aún persisten rasgos del pensamiento mítico.
Grecia, Cuna de la Filosofía
A partir del siglo VIII a. C., con el surgimiento de las polis y la democratización del sistema sociopolítico griego, los ciudadanos adquirieron igualdad de derechos y obligaciones, así como la posibilidad de participar en la política. Los valores aristocráticos y bélicos de los mitos antiguos se volvieron obsoletos, y la sabiduría contenida en ellos perdió validez. Las islas y ciudades costeras de la Hélade ganaron relevancia como centros de intercambio comercial. Gracias a estos contactos, los griegos adquirieron nuevos conocimientos técnicos y geográficos, descubriendo otras formas de entender la vida. No fue casualidad que la filosofía surgiera en tierras de colonos: en Jonia y en la Magna Grecia. Los griegos (especialmente los atenienses) valoraban la educación, la formación literaria y la moral de sus ciudadanos. El ágora, centro cultural y político, era el lugar de encuentro para la discusión. Algunos ciudadanos, pertenecientes a las clases acomodadas, disponían de tiempo para dedicarse al conocimiento y la investigación.
La Filosofía frente a Otras Formas de Saber
Tras la transición del mito al logos, no existió una clara separación entre filosofía y ciencia. Los primeros filósofos, como Tales de Mileto (astrónomo y matemático que reflexionaba sobre lo permanente en la naturaleza), no concebían la ciencia y la filosofía como ámbitos distintos. Fue a partir de la revolución científica que las ciencias empíricas comenzaron a considerarse disciplinas independientes.
Características del Saber Filosófico
- Global: No se limita a una parcela del universo, sino que se interesa por la realidad en su conjunto. El filósofo busca una cosmovisión global para satisfacer la necesidad humana de comprender la existencia.
- Riguroso: Se sirve de un método e integra todos los recursos cognoscitivos del ser humano: la experiencia sensitiva, el razonamiento lógico, etc.
- Busca las causas últimas: Comparte esta característica con las ciencias, pero el filósofo aspira a desentrañar los principios últimos de los que los seres proceden y que explican su esencia.
- Busca lo esencial: A diferencia de las ciencias, que se centran en el comportamiento de las cosas, la filosofía estudia el qué y el porqué, buscando la esencia y el sentido de los seres. Se ocupa de las cuestiones últimas, aquellas que persisten incluso cuando la ciencia ha desvelado todos los enigmas del universo.
La filosofía podría definirse como el saber de todos los seres acerca de sus causas últimas, un saber que se adquiere mediante la luz natural de la razón.
Las respuestas de la filosofía no son definitivas. A diferencia de los problemas científicos, que siempre tienen una solución, las preguntas filosóficas nunca se pueden dar por respondidas completamente. Esto se debe a que la realidad es misteriosa, en el sentido de inagotable, no de oscura o incomprensible. La ciencia puede solucionar sus problemas porque se centra en aspectos de la realidad que pueden abarcarse por completo.
Se critica a la filosofía por su supuesta inutilidad, en contraste con las ciencias, que facilitan la vida. Pero si lo útil es aquello que sirve como medio para un fin, entonces la filosofía no es sierva, sino libre.