Meditación Segunda y la Teoría Principal de Descartes

Introducción

En su obra Meditaciones metafísicas, Descartes busca establecer un fundamento indudable para el conocimiento. En la Meditación Segunda, desarrolla su famosa idea del cogito, donde descubre que la única verdad absolutamente indudable es su propia existencia como ser pensante: “Yo soy, yo existo”.

Desarrollo

En este fragmento, Descartes pone en duda todo lo que ha creído hasta ahora, incluyendo la existencia del cuerpo. A través de su duda metódica, rechaza cualquier conocimiento que pueda ser engañoso, lo que lo lleva a la certeza de que, aunque dude de todo, el acto mismo de dudar implica que existe como ser pensante. Así, establece su primera verdad indubitable: “Pienso, luego existo”.

A partir de aquí, diferencia el alma y el cuerpo: el alma es una res cogitans (sustancia pensante), mientras que el cuerpo es una res extensa (sustancia material). Como el pensamiento es lo único de lo que no puede dudar, concluye que su verdadera esencia es el pensamiento, independientemente del cuerpo.

Conclusión

Este fragmento es fundamental porque introduce el dualismo cartesiano: la distinción entre mente y cuerpo. Además, establece el punto de partida de toda su filosofía: solo aquello que se percibe con claridad y distinción puede ser considerado verdadero.

Teoría General de Descartes y su Relación con el Fragmento

Introducción

La filosofía de Descartes marca el inicio de la modernidad con su intento de fundamentar el conocimiento en una certeza absoluta. Su método parte de la duda radical para encontrar una verdad indudable, que será la base de su sistema filosófico.

Desarrollo

Descartes estructura su teoría en tres grandes ideas:

  1. La duda metódica: Para alcanzar la verdad, es necesario dudar de todo lo que pueda ser engañoso. Esto lo lleva a cuestionar la percepción sensorial, la existencia del mundo y hasta la de su propio cuerpo.
  2. El cogito y el dualismo: La única certeza indudable es que el pensamiento existe (“Pienso, luego existo”), lo que lo lleva a distinguir entre la sustancia pensante (res cogitans) y la sustancia extensa (res extensa).
  3. La existencia de Dios: Para garantizar la verdad del conocimiento, Descartes argumenta que Dios, siendo perfecto y no engañador, asegura que lo que percibimos con claridad y distinción es verdadero.

El fragmento de la Meditación Segunda se relaciona con esta teoría porque en él Descartes descubre la primera verdad indudable y comienza a establecer la distinción entre alma y cuerpo, que será clave en su sistema filosófico.

Conclusión

La filosofía cartesiana sienta las bases del racionalismo moderno y marca un cambio en la forma de entender el conocimiento, alejándose de la escolástica medieval y acercándose a una visión más matemática y sistemática de la realidad.

Comparación entre Platón y Descartes

Introducción

La obra de Descartes plantea uno de los problemas filosóficos más importantes de la modernidad: la cuestión del conocimiento y la naturaleza de Dios, enmarcada en un proyecto filosófico que busca una certeza absoluta sobre la que edificar el conocimiento. A pesar de la distancia temporal, su pensamiento tiene similitudes con el de Platón, especialmente en la concepción del conocimiento y la distinción entre el mundo sensible y el intelectual.

Desarrollo

Semejanzas:
  • Ambos defienden que el conocimiento verdadero no proviene de los sentidos. Platón lo expresa en su teoría de las Ideas, donde el conocimiento es racional y se encuentra en el mundo inteligible. Descartes, por su parte, sostiene que solo el pensamiento (y no los sentidos) puede llevar a la verdad.
  • Los dos creen en la existencia de un mundo inmaterial. Para Platón, es el mundo de las Ideas; para Descartes, la res cogitans (mente, alma).
  • En cuanto a la certeza del conocimiento, ambos buscan una base firme: Platón a través de la dialéctica y la razón pura, y Descartes mediante la duda metódica hasta llegar al cogito.
Diferencias:
  • Platón considera que el conocimiento verdadero es innato y el alma lo recuerda (anamnesis), mientras que Descartes cree que se llega a la verdad a través de un método racional y deductivo.
  • Platón ve el mundo sensible como una copia imperfecta del mundo de las Ideas, mientras que Descartes no niega la realidad del mundo físico, pero lo somete a un análisis racional para determinar su verdad.
  • En la concepción del alma, Platón la divide en tres partes (racional, irascible y concupiscible), mientras que Descartes la define simplemente como sustancia pensante.

Conclusión

Aunque Platón y Descartes parten de ideas distintas, ambos buscan un conocimiento absoluto y defienden la superioridad de la razón sobre los sentidos. Sus diferencias reflejan el paso del pensamiento clásico al moderno, pero su influencia sigue marcando la filosofía occidental.

Las Cuatro Reglas del Método de Descartes

Introducción

En el Discurso del método, Descartes establece la base del pensamiento racionalista y moderno. Su objetivo es encontrar un método, inspirado en las matemáticas y la lógica, que permita alcanzar el conocimiento verdadero. En este fragmento, defiende cuatro reglas fundamentales para el pensamiento racional.

Reglas y Explicación

  1. Regla de la evidencia
    • No aceptar nada como verdadero sin una evidencia clara y distinta.
    • Evitar la precipitación y el prejuicio.
    • Relación con el cogito: solo aquello que se percibe con claridad y distinción puede ser considerado verdadero.
  2. Regla del análisis
    • Dividir cada problema en partes más pequeñas para resolverlo mejor.
    • Inspirada en el método matemático.
    • Permite abordar problemas complejos de manera ordenada.