Diferencias Clave entre Aristóteles y Platón: Realidad, Conocimiento y Cambio
Diferencias Fundamentales entre Aristóteles y Platón
Las diferencias entre Aristóteles y Platón radican en su concepción de la realidad, lo que se refleja en su visión del mundo, del conocimiento, del cambio y de la finalidad de las cosas.
La Concepción de la Realidad
Para Platón, la realidad se divide en dos mundos:
- El mundo de las Ideas, que es eterno e inmutable.
- El mundo sensible, que es una copia imperfecta del primero.
Por ejemplo, un árbol que vemos no es el “árbol perfecto”, sino una imitación de la “Idea de árbol” que existe en el mundo inteligible y solo se puede conocer con la razón.
Aristóteles, en cambio, rechaza esta separación. Para él, las esencias o formas no están en un mundo aparte, sino que existen en las cosas mismas, junto con su materia. Así, un árbol tiene su esencia dentro de sí mismo y no necesita un mundo ideal para existir. Aristóteles introduce el concepto de sustancia, que designa lo que realmente existe. Dentro de este concepto distingue:
- Sustancia primera: Son los seres concretos e individuales, como este árbol o este caballo.
- Sustancia segunda: Son los conceptos generales que caracterizan a los individuos, como “árbol” o “caballo”.
Sin embargo, estas no existen por sí mismas, sino que solo se encuentran en los seres particulares.
El Origen del Conocimiento
En cuanto al conocimiento, Platón defiende que este proviene exclusivamente de la razón, ya que los sentidos nos engañan y el mundo sensible es cambiante. Solo a través de la contemplación de las Ideas podemos alcanzar la verdad.
Aristóteles, por otro lado, sostiene que el conocimiento comienza con la experiencia sensorial. Primero percibimos el mundo con los sentidos, luego la mente abstrae lo común entre varios objetos y forma conceptos generales. A esto se le llama abstracción, un proceso que permite obtener ideas universales a partir de lo que observamos. Así, mientras Platón cree que las Ideas existen independientemente, Aristóteles sostiene que las formas universales están dentro de los objetos y se descubren a través de la observación y la inducción.
La Naturaleza del Cambio
El cambio es otro punto clave en su diferencia. Para Platón, el cambio es un signo de imperfección del mundo sensible. Lo que es perfecto es eterno e inmutable, como las Ideas. Sin embargo, Aristóteles ve el cambio como algo natural y esencial para que los seres alcancen su plenitud. Para explicarlo, desarrolla su teoría de potencia y acto:
- Potencia: Es la capacidad de algo para convertirse en otra cosa.
- Acto: Es la realización de esa posibilidad.
Por ejemplo, una semilla tiene la potencia de ser un árbol y, cuando crece, pasa del estado de potencia al acto. Este proceso de transformación es fundamental en su pensamiento.
Además, Aristóteles desarrolla la teoría hilemórfica, que sostiene que todo ser está compuesto por materia (lo que lo compone físicamente) y forma (lo que le da su identidad). La forma es la esencia de un objeto, mientras que la materia es lo que lo individualiza. Así, una estatua tiene la forma de una figura humana, pero su materia puede ser mármol o bronce.
El Primer Motor Inmóvil
Aristóteles también explica el movimiento del universo con la idea del Primer Motor Inmóvil. Sostiene que todo movimiento necesita una causa, y si seguimos esa cadena de causas hasta el principio, debe haber un motor que no sea movido por nada más. Este primer motor es puro acto y es la causa del movimiento de todo el cosmos. Aristóteles lo identifica con una realidad eterna e inmóvil, que en su filosofía se llama Theos (Dios), aunque no en el sentido religioso, sino como la causa última del universo.
La Finalidad de las Cosas (Causa Final)
Finalmente, en cuanto a la finalidad, Platón concibe que todo busca asemejarse a las Ideas perfectas, es decir, a un ideal trascendente. Aristóteles, en contraste, resalta que cada cosa tiene una finalidad dentro de sí misma. Para explicarlo, introduce la causa final, que es el propósito que cada ser tiene por su propia naturaleza. Por ejemplo, una semilla de roble no crece para parecerse a la “Idea de árbol”, sino porque su propia esencia es llegar a ser un roble. De igual manera, un caballo no se desarrolla para alcanzar un ideal de “caballo perfecto”, sino porque su naturaleza lo lleva a crecer y cumplir su propósito interno.
La Filosofía del Movimiento en Aristóteles
Aristóteles, discípulo de Platón, dedicó gran parte de su obra al estudio del movimiento, un concepto clave en su filosofía natural. Para él, el movimiento no es solo el desplazamiento de un objeto de un lugar a otro, sino también cualquier tipo de cambio que ocurra en la naturaleza. Estos cambios pueden darse en la cantidad, en la calidad o en la sustancia de un ser. Por ejemplo, el crecimiento de un árbol, el envejecimiento de una persona o la transformación de una semilla en una planta son distintos tipos de movimiento. Aristóteles consideraba que el movimiento es parte esencial de la realidad y que todas las cosas naturales tienen dentro de sí el principio que las impulsa a cambiar.
Metafísica y Física del Movimiento
Para explicar el movimiento, Aristóteles recurre a dos ramas del conocimiento: la metafísica y la física.
Metafísica
La metafísica estudia el ser y sus principios fundamentales. En este contexto, Aristóteles introduce el concepto de sustancia (ousía), que es lo que hace que algo sea lo que es. La sustancia se divide en dos tipos:
- Sustancia primera: Los individuos concretos y reales, como una piedra o una persona.
- Sustancia segunda: Los conceptos generales que caracterizan a los seres, como “ser humano” o “animal”.
Aunque los seres cambian con el tiempo, su esencia permanece. Para comprender cómo ocurre este cambio, Aristóteles explica que el conocimiento parte de la experiencia sensible y que, a través de la abstracción, podemos conocer las características esenciales de los seres.
Física
La física, por otro lado, se encarga de estudiar cómo se producen los cambios en la naturaleza. Aquí Aristóteles introduce su teoría hilemórfica, según la cual todo está compuesto por materia (hylé) y forma (morphé). La materia es el sustrato físico de los objetos, mientras que la forma es lo que les da identidad. Por ejemplo, un caballo está hecho de carne y hueso (materia), pero su forma es lo que lo hace ser un caballo y no otra cosa.