El dolor de la lucidez: Un estudio del personaje de Tomás en la obra de Buero Vallejo
El dolor de la lucidez: Un estudio del personaje de Tomás
Tomás: El intelectual no comprometido
Tomás, el personaje central de la obra, soporta el peso del drama y guía a los lectores o espectadores a través de su transformación. Presente en toda la obra, Tomás representa al intelectual no comprometido, ajeno a la realidad que lo rodea. Abrumado por el mundo, se refugia en un mundo fantástico donde el hambre y el sufrimiento no existen. Cree residir becado y se muestra amable y agradecido con la sociedad. Gradualmente, tanto él como el público, perciben la dolorosa realidad. Tomás recupera la lucidez y se convierte en un personaje activo al final de la obra.
El dolor como catalizador de la curación
Paradójicamente, el dolor, la causa de su locura, es también el factor clave para su curación. El trauma causado por las muertes de sus compañeros lo lleva a la lucidez. Cuatro acontecimientos clave marcan este proceso evolutivo:
- El descubrimiento del cadáver: Tomás se da cuenta de que el hombre que creía enfermo está muerto. Este es el primer indicio de que su mundo no es idílico, sino que existen el hambre y la mentira.
- La ejecución de Tulio: Este es el momento decisivo. Tomás admite que vive en una cárcel y que está condenado a muerte. Con la ayuda de Asel, recuerda las causas de su encarcelamiento y su locura.
- El suicidio de Asel: Este evento transforma a Tomás de contemplativo a activo, dispuesto a luchar y a ejecutar los planes de fuga de Asel.
- El asesinato de Max: A pesar de su nueva actitud activa, Tomás rechaza la violencia de Lino al asesinar a Max, un acto que lo equipara a los carceleros y que pudo haber frustrado la fuga.
Asel: La complejidad del realismo
Asel es uno de los personajes más complejos. En lugar de evadirse, analiza la realidad para buscar soluciones, como estudiar la estructura de la cárcel para planear la fuga. Sus dotes de persuasión y manipulación lo convierten en el líder del grupo. Asel impulsa la acción dramática: idea la terapia de Tomás y el plan de fuga. Lucha por la libertad, no solo diseñando el plan, sino que se suicida para no delatar a sus compañeros bajo tortura.
La mentira como estrategia
Asel utiliza la mentira en dos circunstancias: para no causar más sufrimiento a Tomás, siguiendo sus fantasías, y para engañar a los guardianes y avanzar en su plan de fuga. Se rige por principios éticos de comprensión, generosidad y rechazo a la violencia. Sueña con un mundo mejor y su actitud final, contagiada por la fantasía de Tomás, sugiere la importancia de luchar por un ideal, incluso si es imposible.
Otros personajes
Tulio
Inicialmente colérico e intransigente, Tulio posee una personalidad soñadora. Aunque al principio se resiste a seguirle la corriente a Tomás, al final se identifica con él, haciendo que su ejecución sea aún más dolorosa.
Max
Caracterizado por su bajeza moral, Max traiciona a sus compañeros a cambio de favores.
Lino
Lino asesina a Max en un acto de violencia gratuita, censurado por Tomás. Esta acción lo iguala a los carceleros y pone en peligro la fuga.
Berta: La voz de la conciencia
Berta, un personaje atípico fruto de la imaginación de Tomás, representa su conciencia y subconsciente. Sus diálogos, inicialmente correspondientes a los deseos de Tomás, van filtrando fragmentos de la realidad que él prefiere ignorar. Berta aborrece la fundación y actúa como un refugio para Tomás, a la vez que lo confronta con sus miedos.