Comparación entre Hume y Descartes

David Hume, figura destacada del empirismo, basaba su filosofía en la experiencia sensorial. En contraste, René Descartes, representante del racionalismo, confiaba en la razón pura como fuente de conocimiento. La principal diferencia entre ambos radica en su visión sobre el papel de la razón. Si bien ambos reconocen su importancia en la búsqueda del conocimiento, Hume la subordinaba a la experiencia sensorial y las pasiones humanas, mientras que Descartes la consideraba la fuente principal de conocimiento verdadero e indudable.

En su obra Tratado de la Naturaleza Humana, Hume cuestiona la validez de las ideas innatas y argumenta que todo conocimiento deriva de la experiencia sensorial. Descartes, en El Método, propone el cogito: “Pienso, luego existo”. A través de este razonamiento, Descartes concluye que la propia existencia es indudable. Mientras Descartes ve en la razón un camino hacia la certeza, Hume cuestiona su capacidad para proporcionar un conocimiento seguro y aboga por una epistemología más empírica y escéptica.

Contexto de Kant

Kant se sitúa en la Ilustración europea, un movimiento que se originó en Inglaterra, se consolidó en Francia y se extendió por Alemania y, en menor medida, España. Acontecimientos históricos clave de este periodo incluyen la Revolución Inglesa y la Revolución Francesa. Kant sintetiza las aspiraciones de la Ilustración, cuyos principales representantes fueron: Locke y Hume en Inglaterra; Montesquieu, Voltaire y Rousseau en Francia; y Wolf y Kant en Alemania.

Las ideas centrales de la Ilustración son:

  • Optimismo en el poder de la razón y en la posibilidad de reorganizar la sociedad.
  • Énfasis en la sensación como fuente de conocimiento, en contraposición a la especulación racional.
  • La razón como fuerza transformadora de la realidad, que parte de la experiencia sensible hacia los principios.
  • Cruzada contra la intolerancia religiosa y el poder político absolutista.

De este contexto surgen dos temas clave: el conocimiento humano, que libera de prejuicios, y la libertad político-social, que libera del absolutismo y el dogmatismo. El siglo XVIII se caracteriza por un lenguaje secular y un enfoque en las relaciones humanas. La humanidad se convierte en el lugar de realización del hombre, con un sentido ético que obliga a la contribución a la historia.

Teoría de Kant y la Perspectiva de Hume

Hume centra su visión del conocimiento en la experiencia sensorial y las impresiones. Según él, las impresiones y recuerdos son la base del conocimiento de los hechos. Sin embargo, al no poder tener impresiones del futuro, no podemos tener conocimiento certero de hechos futuros. Nuestras creencias sobre el futuro se basan en inferencias causales, es decir, en la observación regular de la sucesión de eventos. Hume argumenta que no hay una impresión directa que justifique la conexión necesaria entre causa y efecto, solo observamos la sucesión, no la conexión. Por lo tanto, la certeza sobre el futuro es una suposición basada en la costumbre, no en un conocimiento certero.

Hume critica el concepto de sustancia y la metafísica, argumentando que son abstracciones sin base en impresiones sensoriales. Esto se aplica a las ideas de mundo y Dios. Sus críticas conducen al fenomenismo y al escepticismo: solo podemos conocer impresiones sensoriales, e ir más allá nos lleva al escepticismo.

Ensayo sobre la Ilustración en la Era Digital

La era digital presenta una paradoja: la democratización del conocimiento y la expresión individual coexisten con nuevas formas de control. En las redes sociales, los algoritmos de recomendación pueden limitar nuestra exposición a perspectivas diversas, reforzando nuestras opiniones preexistentes. Esto cuestiona nuestra autonomía intelectual. Además, la tecnología plantea desafíos éticos sobre privacidad y manipulación de la información. ¿Cuánta autonomía estamos dispuestos a ceder a la digitalización?

Estas cuestiones exigen una nueva Ilustración adaptada a la era digital, que promueva la alfabetización digital, el pensamiento crítico y la ética en la innovación. Kant nos recuerda que la Ilustración es un proceso continuo de búsqueda de la verdad y la libertad, una búsqueda que adquiere nuevas dimensiones en la era digital.